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.— Buenas tardes, padre... — Nymara observaba atentamente cada movimiento de sus damas mientras estas empacaban sus pertenencias, sintiéndose, a pesar de todo, agradecida por la presencia de su padre. — ¿Cómo ha estado su trabajo?
— Buenas tardes, Nymara — respondió Hypnos, con su habitual y característica sonrisa mientras las sombras del sueño danzaban a su alrededor. — Mi labor continúa, como siempre. Los mortales necesitan descansar, aunque algunos intenten evitarlo.
Nymara asintió lentamente, observando cómo sus damas colocaban los objetos en su lugar.
Nymara sonrió levemente, recordando los momentos en que su padre había tejido sueños para los mortales. — Siempre has tenido un don especial para guiarlos en sus noches más oscuras. Me pregunto si alguna vez se dan cuenta de cuán afortunados son.
— La mayoría no lo hacen — respondió Hypnos con un susurro, su voz llena de sabiduría. — Pero eso no disminuye el valor de lo que hago. Cada sueño es un regalo, y algunos lo aprecian más que otros.
Mientras observaba a sus damas trabajar, Nymara sintió una oleada de nostalgia. — Recuerdo las historias que me contabas cuando era pequeña, sobre los sueños y las estrellas. ¿Aún recuerdas aquellas noches en el jardín?
— Claro que sí — dijo Hypnos, una suave sonrisa apareciendo en su rostro. — Te gustaba escuchar sobre las constelaciones y cómo cada estrella tiene su propio destino. A veces, me pregunto si sigues mirando el cielo en busca de ellas.
Nymara se detuvo un momento, sintiendo la conexión con su padre. — Lo hago. A veces me siento perdida, pero entonces miro las estrellas y me recuerdan que siempre hay un camino, aunque no lo vea de inmediato.
Hypnos asintió, comprendiendo la profundidad de sus palabras. — Siempre habrá luz en la oscuridad, hija. Solo necesitas encontrarla en tu interior.
— Gracias, padre — murmuró Nymara, sintiendo que esas palabras le daban fuerza en un momento de incertidumbre. — Prometo que seguiré buscando mi luz, sin importar adónde me lleve.
Hypnos la miró con orgullo, sabiendo que su hija era más fuerte de lo que pensaba.
— ¿Y Lythos? — preguntó con suavidad, cambiando el enfoque hacia su nieto.
Nymara suspiró, sintiendo un nudo en la garganta. — Estará un rato con su padre. Se está despidiendo de Lythos, p no sé cuándo será la próxima vez que lo vea. Por eso, quiero que se despida.
Hypnos la observó en silencio, asimilando sus palabras. Con un gesto suave, se acercó un poco más. — ¿Caminamos? — sugirió, como si la actividad pudiera aliviar la carga que ambos llevaban.
La menor asintió, y juntos comenzaron a andar por los pasillos del lugar que una vez había sido su hogar. Mientras caminaban, el aire fresco acariciaba sus rostros, y Nymara sintió cómo el peso de la decisión que había tomado comenzaba a aligerarse un poco.
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𝐀𝐌𝐀𝐑 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐕𝐄𝐙
Fanfiction╭───────────────✧ │ ✐; ¿ 𝐓ú 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 ? │ ╰───────────────✧ ━ нα∂єѕχяєα∂єя ━◠ нιѕтσяια ¢σятα ━¢яє∂ιтσѕ α тαкυмι ƒυкυι ѕнιηуα υмємυяα є ¢нιкα αʝι