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El ambiente en Nevermore se volvía más competitivo con cada día que pasaba. La inminente competencia entre alfas se cernía sobre la escuela como una tormenta, cargada de expectativas, rivalidades y un fervor implacable. No era solo una prueba de fuerza o destreza, sino un desafío que ofrecía mucho más que un amuleto ancestral como premio. El verdadero tesoro era el honor de ser inscrito en los anales de Nevermore, junto a los nombres de las leyendas que habían alcanzado la grandeza en la comunidad sobrenatural. Para los alfas, no había mayor reconocimiento que ser recordado como el más valiente de su generación, una distinción que elevaba a sus clanes y cimentaba su legado para siempre.

Para muchos, esta competencia era todo. Representaba poder, gloria e inmortalidad en la memoria colectiva de su especie. Pero para Enid, las cosas no eran tan simples. Al principio, no sentía una verdadera atracción hacia la fama o el prestigio que el torneo prometía. Ser un alfa nunca había sido sobre demostrar superioridad para ella. Más bien, se trataba de encontrar su propio camino, de aceptar quién era sin importar las expectativas externas. No obstante, la constante arrogancia de Merlina, con su actitud despreciativa y sus palabras afiladas, había comenzado a calar hondo. Como gotas persistentes que, con el tiempo, desgastan incluso la roca más dura, la presencia imponente de la Addams había encendido algo dentro de Enid que no podía ignorar.

Era una tarde oscura y lluviosa cuando Enid y Merlina volvieron a cruzarse en el vasto salón principal de la escuela. La atmósfera era sofocante, con las sombras de las nubes pesadas y el golpeteo rítmico de la lluvia contra las ventanas. Merlina caminaba como si el mundo entero le perteneciera, su figura erguida y su mirada afilada irradiando confianza absoluta. Cuando sus ojos se posaron sobre Enid, una chispa de malicia cruzó por su rostro.

—¿Ya decidiste retirarte antes de hacer el ridículo? —preguntó Merlina con su tono característico, uno que no necesitaba volumen para cortar profundamente. No se molestó en detenerse, pero sus palabras resonaron en el aire, golpeando con precisión quirúrgica.

Hasta ese momento, Enid había intentado mantener la calma, ignorar las provocaciones constantes. Pero esta vez, algo dentro de ella se rompió. Dio un paso adelante, enfrentándose a Merlina, el fuego en su pecho más ardiente que nunca.

—¿Por qué sigues insistiendo en que no soy lo suficientemente buena? —preguntó Enid, su voz más firme de lo que había planeado—. ¿Por qué te importa tanto si participo o no?

Merlina se giró lentamente, sus ojos oscuros brillaban con diversión y desdén. Una sonrisa ladeada apareció en sus labios.

—No me importa lo que hagas, Sinclair. Solo creo que deberías saber tus límites antes de exponerte al fracaso. Esta competencia no es para cualquiera, y definitivamente no es para alguien como tú.

Las palabras de Merlina eran como puñales, pero en lugar de herir a Enid, solo avivaron el fuego de su determinación. Sintió el peso de todas las veces que había sido subestimada, todas las veces que había sido vista como diferente, menos capaz. No podía permitir que Merlina, o nadie más, dictara su valor.

—Voy a inscribirme —dijo Enid, su voz firme, llena de una resolución nueva—. Y no solo voy a participar, voy a llegar hasta el final. Si tú puedes hacerlo, yo también.

Por un breve momento, los ojos de Merlina se oscurecieron, y Enid creyó ver algo más allá de su habitual frialdad. ¿Era miedo? ¿Inseguridad? Pero la máscara de la Addams volvió rápidamente, y dejó escapar una carcajada burlona.

—Buena suerte con eso. Solo espero que no te rompas en el camino —respondió Merlina antes de alejarse, pero había algo en su tono que no era tan seguro como antes.

La decisión de Enid estaba tomada. No solo por el premio o el reconocimiento, sino porque estaba harta de ser subestimada, de ser vista como débil o menos digna por sus diferencias. La competencia ya no era solo una prueba de fuerza física, sino una oportunidad para demostrar, sobre todo a sí misma, que podía ser tan fuerte, si no más, que cualquier otro alfa.

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⏰ Última actualización: Oct 04 ⏰

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