DxD: ¡Estudiante transferido!

Parte 1 Sin Título

esta historia no es mia el autor original es  dragonxx y lo puedes encontrar en fanfiction.net

A su lado estaba un profesor corpulento y calvo, y los estudiantes estaban sentados en sus pupitres debajo de él. En el podio, Badr se sintió un poco mareado.

Momentos antes, había estado en la calle salvando a una niña que cruzaba la calle imprudentemente. Escuchó vagamente el chirrido de los frenos y luego se vio envuelto en una luz cálida.

Y entonces se encontró aquí.

Al observar las miradas curiosas de los estudiantes de abajo, Badr no pudo evitar especular.

¿Era esto el cielo?

¿Debería haber ascendido al cielo después de salvar a la niña?

"Pensé que estaba viendo ángeles". Después de examinar la habitación, Badr no pudo evitar expresar sus pensamientos.

Estaba luchando con el shock de descubrir su muerte; sus emociones eran particularmente complejas.

El profesor y los alumnos se quedaron atónitos por un momento. Alguien no pudo evitar reír: "¿Qué te pasa, amigo? ¿Sigues durmiendo y soñando?"

Al oír la risa, Badr recuperó la compostura y comenzó a reflexionar sobre su situación actual.

Era cierto que su conciencia aún existía, pero no estaba seguro de si se trataba de una reencarnación o de una ascensión. Después de todo, esta era su primera experiencia con la muerte y no tenía ninguna experiencia previa...

Pero más vale que se acostumbre ya que está aquí.

Badr levantó la cabeza e instintivamente mostró una sonrisa estandarizada que había practicado innumerables veces:

"Mi nombre es Badr. Estoy encantado de conocerlos a todos".

La introducción fue... bastante normal.

Los estudiantes inmediatamente fruncieron el ceño.

Parecía otra persona aburrida.

A excepción de unas pocas chicas que admiraban la apariencia de Badr, todos perdieron rápidamente el interés en el nuevo estudiante transferido.

"Está bien, Badr, puedes sentarte en el asiento vacío de la última fila junto a la ventana".

El profesor le asignó a Badr un asiento con naturalidad, le ajustó las gafas y cogió una tiza: "Ahora, todos, saquen sus libros de texto y vayan a la página cincuenta y dos..."

Badr mantuvo su sonrisa y caminó hacia su asiento asignado. Después de sentarse, notó que nadie le prestaba atención. Su sonrisa se desvaneció rápidamente y se volvió reservado y silencioso.

Tras guardar su bolso en el cajón, Badr revisó sus bolsillos e hizo un inventario de sus pertenencias.

Entre ellos se encontraba su teléfono móvil, su carné de estudiante, dos llaves y billetes.

Lo primero que vio fueron los billetes de mil trescientos cincuenta, una denominación desconocida para él. Todas las monedas eran de cincuenta, lo que sugería que los más de mil yuanes no parecían muy valiosos, sino más bien yenes.

Badr giró el teléfono para mirarse a sí mismo y vio su rostro familiar reflejado en la pantalla. Asintió con satisfacción.

"Bien, todavía mi cara, todavía se ve bien".

Después de desbloquear el teléfono con su huella dactilar, apareció en la pantalla una foto de él mismo montando en bicicleta. En la imagen, Badr sonreía alegremente.