DxD: ¡Estudiante transferido!

Parte sin título 56

esta historia no es mia el autor original es dragonxx y lo puedes encontrar en fanfiction.net

Badr mantuvo la calma, pero Koneko Toujou intervino:

"Eso fue patetico."

"..." Badr se quedó sin palabras por un momento, "Koneko, ¿de qué lado estás?"

"Estoy del lado de las mujeres", respondió Koneko sin rodeos.

"...De todos modos no usaría ese movimiento contigo."

"Aun así, ese movimiento sigue siendo patético", comentó Koneko, aparentemente haciendo puchero.

Badr suspiró, sacudió la marca mágica de sellado que zumbaba a su alrededor como una pequeña abeja y habló en un tono firme:

"Mi reputación será arruinada por ti tarde o temprano."

...

El momento elegido por Badr para utilizar el Campo Mágico Prohibido fue perfecto, y los ángeles caídos restantes fueron capturados con vida.

Con las marcas mágicas de sellado restringiéndolos, no podrían causar ningún problema a corto plazo.

Rias retractó su magia y, junto con Akeno Himejima, caminó.

"Excelente momento, Badr."

Ella sonrió, elogiando el control que tenía Badr sobre el campo de batalla. Su intervención había frustrado el desesperado plan de los ángeles caídos y le había dado la oportunidad de interrogarlos.

"Buenos días, hermosos ángeles caídos."

Rias mantuvo una sonrisa elegante, pero para los ángeles caídos, ella parecía altanera y poderosa.

"Hmph, ¿de qué hay que estar orgulloso?" resopló fríamente uno de los ángeles caídos.

Aunque derrotados, seguían desafiantes.

No se dieron cuenta de que ese era el comportamiento habitual de Rias. Su aura fría y distante la hacía parecer inalcanzable, por eso era la diosa de los sueños de todos los chicos de la Academia Kuoh.

"Jaja, no tengo nada de qué enorgullecerme. Derrotar a unos cuantos debiluchos como tú no vale mi orgullo".

La elegante sonrisa de Rias permaneció mientras se acercaba a los ángeles caídos que yacían en el suelo, mirándolos.

"Entonces, ¿cuál es tu plan?"

Naturalmente, los ángeles caídos no cooperaron, y uno de ellos inmediatamente estalló en una risa burlona:

"¿Interrogarnos? Estás soñando, perra. ¿Crees que podrás salir con vida de este lugar? ¡Ese amo los matará a todos! Ja, ja, ja..."

Un destello de luz fría y una espada atravesó la boca de la mujer, de derecha a izquierda. Con un giro de la hoja, una lengua cortada mezclada con dientes y carne salió volando y la sangre salpicó por todas partes.

Badr sostuvo la Espada del Rey, pisando el rostro de la mujer, presionando su cabeza contra el suelo y mirándola con una expresión tranquila.

"Parece que no sabes hablar correctamente."

Su tono era tranquilo, pero sus ojos negros estaban llenos de una fuerza opresiva.

Esta actitud tranquila combinada con una repentina crueldad emitía una sensación amenazante, intimidando efectivamente a los ángeles caídos restantes.

Al ver a Badr protegiéndola tan ferozmente, la sonrisa de Rias se hizo más amplia, apreciando claramente sus acciones.

Mientras tanto, Akeno Himejima parecía arrepentida: "Oh Dios, Debería haber tomado ese riesgo".