Durante toda la tarde, no he hecho otra cosa que caminar por todo el maldito departamento, han pasado horas y no puedo sacar a Stiles de mi mente, ¿pero quién me manda a mí a sentarme junto a él, a escucharlo e incluso tocarlo? Porque fui yo quien me acerque, fui yo quien se dejó caer en la necesidad de tenerlo junto a mí, de sentir su aroma y tocar su piel, si no hubiese sido por la voz de mi hermana estoy seguro de que no me habría detenido.
Por más frustración que sienta de que nos interrumpieran, sé que fue lo correcto, él solo vino a Beacon Hills por los cazadores y después de eso volverá a Virginia, no necesita ataduras a un pueblo que ya le ha causado muchos problemas. Lo mejor es mantener la distancia y controlar mis impulsos o nuestros impulsos, ya ni siquiera sé si mis sentidos funcionan correctamente o solo son ilusiones mías el que Stiles sienta algo más que amistad por mí.
Lo único que espero es que esto no provoque que ya no quiera mi ayuda para encontrar a los cazadores, porque no lo dejaré hacerlo solo, no voy a alejarme de él hasta saber que está a salvo. Antes de irse me aseguró que me llamaría cuando tenga la dirección, es por eso que aunque camino como un perro perdido por toda mi casa no he soltado ni un solo segundo el celular, dormiré con el de ser necesario, pero quiero asegurarme de que Stiles no se vaya solo a buscar a esos tipos.
Las horas pasan y al llegar la noche no tengo más opción que irme a dormir, como lo dije no me separó del celular, lo llevo conmigo y lo guardo bajo mi almohada, normalmente ni siquiera lo uso. Nunca he sido fanático de la tecnología, pero si existe la posibilidad de que cierto humano de lunares me llame no me despegaré de ese aparato en toda la noche.
Al amanecer, aun con la esperanza de su llamado, me levanto temprano, tomo una ducha rápida y preparo el desayuno para luego sentarme en el sillón a mirar el pequeño aparato en frente. Ni siquiera cuando era un adolescente hacía estas cosas, bueno, tampoco es que haya tenido oportunidad, la cuestión es que nunca imagine hacer algo así, es vergonzoso, agradezco que Cora no se haya quedado para verme así.
Después de un tiempo creo que ya no me hablara o que incluso lo que pasó ayer le molesto, pero cuando siento surgir ese sonido típico e irritante de tono de llamada tomo el celular como un desquiciado contestando sin dudar.
— ¿hola, Stiles que paso? — digo y luego me arrepiento porque de seguro sueno desesperado
— sobrino, deberías de aprender a leer porque yo no soy ese humano hiperactivo — de todas las personas que podían ser era Peter, sin duda la suerte no estaba de mi lado — ¿es mi impresión o Stilisnki te ha hecho enloquecer, por qué nunca contestas con tanta rapidez?
— ¿qué quieres Peter?
— solo iba a decirte que me quedaré unos días más con Malia
— está bien, adiós — digo intentando colgar
— ¡No! Espera, quiero algo más
— ¡Qué!
— salúdame a mis sobrinos de mi parte — estoy a punto de preguntar a qué se refiere cuando continúa — dile a Cora que se cuide y a Stiles que me gustaría…
No lo soporto más, cuelgo soltando de forma brusca el celular en la mesa. Primero, Cora, ahora Peter, solo falta que el Sheriff se dé cuenta ¿es que he sido tan obvio?, todos parecen saber lo que siento por Stiles excepto yo, aunque tal vez sí lo sé y solo me niego a decirlo en voz alta porque eso significaría enfrentar mis miedos por completo.
En cierta forma, después de pensarlo varias veces, creo que es un alivio no haber recibido una llamada de Stiles porque tal vez esa dichosa aplicación tarde días en encontrar la ubicación, días en los que podríamos intentar olvidar lo que casi sucedió entre nosotros.
Pero cualquier ilusión de que eso suceda se esfuma cuando escucho un golpe en la puerta y sé perfectamente que es él, debería de haber sabido que no se conformaría con decírmelo por teléfono, sino que vendría aquí.
A diferencia del día que espero varios minutos a que yo abriera, hoy solo da dos golpes y luego de eso pasa con toda la confianza del mundo encontrándome a mitad de camino sin saludar ni mirarme, solo revisando algunos papeles, quizás a él si se le hace fácil no pensar en lo que paso.
— ¡lo encontré!, encontré todo lo que necesitamos — me asegura sentándose en el sofá y mirándome por primera vez, sus palabras se detienen por un segundo antes de continuar — este es el lugar
Tomo de su mano los papeles que me extiende, aunque no es en ellos en lo que quiero fijarme justo ahora, pero debo prestar atención y mirar la imagen en mis manos.
— ¿una construcción abandonada? — digo sorprendido, en todos estos años nunca había sabido de ella — ¿cómo es que había un edificio en medio de la nada?
— pues al parecer iba a ser una bodega para militares o algo de eso, pero nunca se terminó
— por eso no está en los registros
— exacto, por suerte conseguí los planos del lugar y también las grabaciones de un viejo puesto de vigilancia
— entonces tenemos que ir — digo dando un paso hacia el frente, pero su mano se posa en mi pecho deteniéndome
— alto ahí, lobito — el solo hecho de que alguien me llame de esa forma es merecedor de un golpe, pero viniendo de él, de su voz, tiene una reacción en mi completamente diferente — primero veremos las grabaciones y los planos del lugar y después de eso iremos
— está bien — es lo único que digo sentándome a su lado como si sus palabras fuesen una orden y es de nuevo que me doy cuenta de lo que la presencia de Stiles provoca en mí
Las siguientes dos horas, nos la pasamos viendo videos, que no se distinguen muy bien porque la cámara se encuentra en una cabaña que desde hace años está en medio del bosque y planos con números y formas que no entiendo por qué no soy arquitecto o tal vez por mi falta de concentración. Pero al final, cuando supuestamente ambos tenemos muy en claro todos los detalles del lugar, preparamos todo lo que necesitaremos y fijamos una hora para irnos.
Cuando el reloj marca las cuatro treinta ya nos encontramos a varios kilómetros del pueblo por obvias razones no dejaremos el auto tan cerca de lugar así que aparco lentamente mi cámaro frente a la antigua casa de mi familia, este sitio siempre trae a mi mente una tormenta de recuerdos buenos y otros que quisiera no conservar. Al bajar tomo el bolso con las herramientas para continuar el resto del camino a pie.
— deberíamos de darnos prisa o se nos hará tarde — dice Stiles
La realidad es que tenemos tiempo de sobra y tal vez haya notado que estar en este lugar no es muy agradable para mí así que solo asiento y sigo caminando
— ¿estás seguro de que conoces esta parte de los bosques? — pregunto por qué ni siquiera yo los conozco bien
— Derek, es la tercera vez que te lo digo sí, sí y sí, créeme, pueden que ustedes sean lobos, tengan instintos y todo lo que quieras, pero no hay nadie que conozca mejor este pueblo que yo — me asegura antes de casi caer al tropezar con una piedra
— vaya, se nota que conoces hasta el más mínimo detalle — bromeo alcanzando a sostener su brazo
— sigue bromeando y te disparé una bala de acónito
— ¿cuánto falta? — pregunto notando que el aire se vuelve mucho más tenso
— se supone debe haber un lago unos pasos más adelante y luego al doblar a la derecha veremos las ruinas de lugar
Tal como Stiles lo dijo solo caminamos un poco más cuando un lago aparece en nuestra vista, está algo descuidado, con plantas y arbustos cubriendo sus orillas, pero aun así es lindo.
— es allí — me señala Stiles hacia un lado y al girar logro ver el edificio
— tenemos que entrar
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Quédate conmigo [[STEREK]]
FanfictionDespués de casi un año de su partida de Beacon Hills, Stiles decide volver a investigar un posible peligro para sus amigos, pero al regresar ya nada será igual que antes, los cambios en su vida lo harán tomar decisiones difíciles y poner en duda su...