Quédate conmigo [[STEREK]]

Capítulo 8

Cuando estoy a solo unos kilómetros de las ruinas me bajo del jeep, tomo la bolsa con cosas que creí podrían serme útil y comienzo a caminar entre los arbustos, poniendo mi máxima concentración en cada paso que doy, pues la idea es rescatar a Derek no terminar en una trampa y ser quien necesite ser salvado. 

Cuando llegue a su loft y vi todo el lugar revuelo casi me dio un infarto, no podía entender lo que sucedía, las ventanas estaban rotas, los muebles destrozados y en cada rincón podía olerse residuos de veneno que parecía ser de hace varias horas. Comencé a entrar en pánico, me desesperé e incluso me sentí culpable de que tuviese algo que ver con nuestra visita al edificio abandonado, pero después de volver a poner los pies sobre la tierra y obligarme a tragar el miedo que tenía en el pecho supe lo que debía de hacer, venir a salvarlo. Y eso fue lo que hice.

Recorrí todo el loft buscando señales de lo que podía haber pasado y en cuanto vi restos de bombas de humo silenciosas recordé todas las herramientas que había en la guarida de los cazadores. Pensé que si alguien nos hubiese visto esa tarde tendrían que haberme llevado a mí también, así que creí y creo que esto tiene que ver con algo más, porque una cosa es cazar en los bosques y algo totalmente diferente es hacerlo en la ciudad.

No es como si fueses por la vida, como si nada y de repente se te ocurre “oh vamos a raptar a un hombre lobo a plena luz del día en la maldita ciudad” no, no haces eso. 

Bueno, a mí sí se me ocurrió ir a su loft a mitad de la madrugada, pero era por una razón muy distinta.

 Después de llegar a casa me di cuenta de que si tuviese que hacer una lista de las cosas que nunca pensé que me ocurríeran, empezaría por el hecho de que Derek y yo tuviésemos un momento tan intenso en un edificio abandonado, que aunque nunca lo hubiese esperado que sucedería resulto lo mejor que me pudo pasar. Pero que si tuviese que hacer una lista de las cosas que querría que me sucediera, esa habría sido la primera. Entonces empecé a pensar, que tal vez me había concentrado demasiado en la investigación y había sido algo distante después de lo que hicimos. Me sentía como un idiota, por mandar todo por un caño, pero es que cuando me di cuenta de que los cazadores se habían ido, entre en pánico y me moleste por no poder disfrutar de estar con Derek, solo que no supe demostrarlo de la forma correcta y no quería que Derek pensara que mi enojo era con él.

Al final, después de casi una hora de no poder dormir, bueno, no precisamente, no poder dormir porque nunca puedo dormir, a lo que me refiero es no poder dormir por sentir que debía arreglar mi error, decidí ir a verlo y fui, a mitad de la madrugada decidido a hablar con Derek. 

Al llegar fue cuando no lo encontré.

Pero ahora… ahora solo estoy a pocos metros del edificio y lo único que espero es encontrarlo.

Antes de venir tuve que aceptar que la situación se me estaba llenado de las manos y que necesitaba ayuda, así que tuve que decirle todo a papá. Él se enojó muchísimo, pero también me entiendo, pasamos gran parte de la noche ideando un plan de rescate del cual estoy encargado y un plan de emboscar, el cual será su trabajo.

Normalmente, nunca habría aceptado que él intentará atrapar a los cazadores por miedo a que lo lastimaran; esta vez cedi, aunque puse una condición a nuestro trato. Él y sus oficiales esperarían en las carreteras cercanas cerrando el paso de los cazadores y solo cuando yo les dijera podrían avanzar, me costó mucho convencerlo, pero cuando le asegure que si no lo hacíamos a mi manera no le daría la dirección del lugar término aceptando.

Lo único que me preocupa ahora es que tarde demasiado tiempo, incluso el sol ya salió y todo el tiempo que tarde en llegar, Derek está solo con los cazadores. 

— ¿hijo, ya llegaste? — me pregunta papá desde el radio, doy un brinco al escucharlo, el sonido es más fuerte de lo que esperaba 

— ya estoy por llegar, papá — digo comenzando a ver el edificio — por favor no hables que esta cosa se escucha muy alto 

— está bien, pero ten cuidado — dice y me detengo hasta estar seguro de que no dirá nada más, lo que menos necesito es atraer a hombres con armas hacia mí 

Cuando estoy frente a las ruinas doy inicio a la operación “salvemos a Sourwolf”. La bolsa con herramientas es voluminosa y pesada, así que tomo solo lo indispensable y dejo él restó escondido en un arbusto, hago el mismo recorrido que hice la vez anterior, solo que esta vez estoy solo.

Rodeo el lugar hasta llegar a la parte de atrás, para entrar por la misma ventanilla de ayer, al entrar la oscuridad nubla mi visión, si antes era difícil ver algo, ahora es imposible y el olor a químicos es el doble de fuerte. Me cubro la boca ante el impulso toser mientras saco una pequeña linterna de mi bolsillo para buscar la salida del sótano y la encuentro, pero también encuentro marcas de garras y… las iniciales de Derek.

Tengo ganas de golpear la pared al pensar que estaba aquí y tarde demasiado en llegar, me tomo unos segundos para intentar respirar bien y no perder la cordura, asegurándome a mí mismo de que sigue en el edificio y que está bien.

— vamos Stiles, no pierdas tiempo — me recuerdo en voz alta antes de adentrarme en los inmensos y escalofriantes pasillos 

Paso por todas los salones de la planta baja buscando algún indicio de Derek, pero no logro hallar nada, incluso espió el gran salón donde vimos a todos los cazadores reunidos, pero tampoco lo encuentro. 

La preocupación comienza a invadirme de nuevo y el miedo de que algo malo le haya sucedido se hace más fuerte aún. Tomo valor y saco los planos del lugar en busca de alguna habitación en donde lo puedan tener oculto, las únicas opciones son las salas de arriba, el problema es que caminar por los pasillos bajos es un riego, pero no uno tan alto como el hacerlo por las escaleras. Aquí abajo puedo entrar en cualquier habitación y ocultarme, en las escaleras, estaría acorralado y sin salida. 

Vuelvo a medir mis opciones y recuerdo la cuerda que guarde y que por suerte la tengo conmigo, comenzando a caminar hacia las tuberías en las esquinas, saco la cuerda y hago un gran nudo en la punta, para usarlo de ancla. Cuando estoy seguro de que no se desarmara lo lanzó tratando de dejarlo atrapado entre las tuberías y caños del techo, luego me aseguró de que sea lo suficientemente resistente para no caerme y como último paso comienzo a trepar. 

Al llegar arriba me encuentro en un cuarto oscuro y bastante grande, sin duda alguna, un lugar horrible, con cadenas y gancho en las paredes, clavos regados por todos lados y puntas que incluso parecen estar manchadas de… sangre.  Y ahí está, de nuevo, esa sensación de miedo latente, pero mucho más abrumadoras que antes. 

Despacio y con mi corazón latiendo a mil por segundo me muevo observando todo hasta que llego al lado izquierdo del cuarto, solo me basta levantar la mirada para verlo a unos cuantos pasos de mí, su rostro agachado, sus hombros bajos y su piel cubierta de golpes y heridas.