CAPÍTULO 5

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"La tristeza durará para siempre, pero el arte puede ser un refugio".
– Vincent Van Gogh.

—Quiero desearte en esta fecha tan especial para ti, que en cada momento de tu vida puedas recordar que la verdadera fuerza no viene de lo que tienes, sino de lo que eres. Que sigas siendo un faro de luz y amor para aquellos que te rodean.

MARTHA: Qué deseo tan hermoso de tu parte, muchas gracias, cielo.

Ella fue la primera en hablar, sin duda era una persona que reaccionaba y dejaba ver sus emociones sin ningún problema en ese mismo instante en que los sentía, sin guardarse nada para ella. Luego de ella, todas las demás personas que se encontraban allí no dudaron en aplaudir y empezar con chillidos.

🌊🌊🌊

SE NECESITA AYUDANTE PARA CAFETERÍA.

Qué lugar tan agradable; mis ojos estaban fascinados por lo que veían. Era un local pequeño pero muy acogedor, estaba dividido en dos partes: en una había estantes y vitrinas con muchos libros, y en la otra parte lo que parecía ser una pequeña cafetería donde seguramente podían sentarse a deleitar con una buena lectura de alguno de esos libros que vendía el local. Y es que, sin duda, era una muy linda tienda, aunque parecía más una biblioteca. Vaya, que el dueño sí supo darle buen uso a su imaginación y creatividad.

No estaría nada mal si consiguiera trabajar aquí, y, a decir verdad, no lo tomaría como un trabajo, sería una manera de distraerme, igual ya estoy aburrida en casa.

Ya habían sonado tres pitidos y nada que contestaban, así que ya me iba a dar por vencida cuando escuché la voz del otro lado de la línea. Por un momento quedé en shock por la felicidad, no podía creer que estuviera a punto de hacer esto.

—Sí, hola.

—Eh, hola. Vi el anuncio en su negocio y me gustaría que me diera la oportunidad.

—¿Podría venir mañana temprano para conocerla y explicarle un poco de qué trata el trabajo?

—Sí, ahí estaré.

—Disculpe por no haberle preguntado antes, ¿cuál es su nombre?

—Nenúfar, mi nombre es Nenúfar.

Un largo silencio del otro lado de la línea después de haber escuchado aquello.

LEONARDO

Su nombre es tan único que se me hace imposible que pueda ser otra persona diferente a ella. Estaba anonadado. Y si en realidad era ella, no dudaría en darle el trabajo, aunque no entiendo por qué querría trabajar aquí, es un lugar pequeño y la paga no sería muy buena a diferencia de los trabajos que ella ha podido tener antes.

🌊🌊

Estaba estupefacta. Yo miraba a todos lados, al estar adentro del lugar, pero no había nadie más, sólo él estaba ahí parado detrás de la gran vitrina.

—Hola, buenos días.

Y no sé, pero su rostro se veía inquieto; me daba la impresión de que estaba intentando no reír por la cara de tonta que tenía yo en ese momento. Mi cara de "no lo puedo creer" era más que obvia, así que eso explicaba su reacción, creería yo.

—Qué pena, me iré. Bye.

—Oye no, discúlpame, sí. Qué falta de cortesía. Bienvenida a mi tienda. ¿En qué te puedo ayudar?

—No sabía que era tu tienda; es muy linda.

—Sí, hace aproximadamente un año que funciona. Por cierto, quería darte las gracias por estar presente en mi cumpleaños y por tu lindo deseo, pero te fuiste sin avisar y luego no te veía en tu casa.

—Te debo una disculpa; se me presentó un problema y tuve que irme así de repente, y he pasado muy ocupada en casa.

—Entiendo. Lo que necesites puedes decirme a mí o a mi mamá; con gusto te ayudaremos.

—Gracias, muy amable.

—Me imagino que vienes por el trabajo, ¿verdad?

—Sí, me encantaría trabajar aquí.

LEONARDO

Ella es tan frágil y tan tierna a la vez; solo un ciego no se daría cuenta de eso. Con solo su presencia puedo ver que es una mujer tan fuerte y sé que ha podido sacar muchas cosas adelante sola.

—No es mucho lo que harás, y como ves, este lugar no siempre estará lleno. Así que bienvenida a tu nuevo trabajo, Nenú.

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