El Jefe De Mi Hermanastro

Epilogo.

Alejandra.

Es sábado en la noche y yo estoy dudando en si ir a la fiesta que me invito Alex, un amigo que conocí en la facultad de medicina y ahora ambos trabajamos en el mismo hospital.

Decido que si iré y llamo a Alex para que me recoja. Pasamos por Roger y después por Samanta y ahora si nos vamos a la fiesta, esta está ubicada en la zona 10 de la ciudad de Guatemala, es uno de lo lugares más caros y famosos del momento, pero Samanta es la amante del dueño de este lugar por lo cual tenemos acepso gratis.

Entremos alrededor de las 9 pm.

Al entrar se ve que el ambiente es de clase, todos visten finos y agradezco a mi buen gusto por elegir un vestido elegante de tela de satin con escote de corazón pero con tirantes qué se cruzan en la espalda. Con una pequeña abertura en la parte ínteferior del vestido en la pierna derecha. El vestido es color negro pero es tornasol por lo cual cambia un poco de color al azul.
Mi cabello en ondas, mi maquillaje ligero pero mis labios en un rojo cereza. Si, vine perfecta.

Mis amigos igual, todos son hermosos y visten bien.

Empezamos a entrar en ambiente bebiendo y bailando a lo loco.

Justo cuando me siento mareada, miró a un hombre guapo en el barandal del segundo piso, tiene una blusa blanca que se le ajusta perfectamente a su trabajo cuerpo, sus mechones de cabello le caen sobre la ceja y un reflejo de luz me hace notar un pircing ahí.

Mi mente traslada y cruza imágenes pero. No, no creó que sea él ya ha pasado más de 3 meses desde que lo vi por última vez en su empresa.

Aparte este hombre tiene una barba en forma de candado que se le ve tan jodimante bien. Y Liam la última vez que lo vi, no tenía barba.

-Bonita vista eh - me dice Alex

-Si-

El hombre misteriosamente guapo levanta su trago en mi dirección.

-Hoy es sábado y mañana tenemos libre, así que hoy nos emborrachamos hasta el culto y follamos como unos putos animales. Andando vamos a bailar -

Es cierto, mi cuerpo necesita un descanso y se lo daré.

Voy a la pista de baile otra vez, pero cuando volteo a ver arriba, él ya no está.

Seguimos bailando hasta que siento que ya no puedo más.

Voy al baño para orinar todo el alcohol que hay en mi cuerpo y justo cuando me estoy lavando las manos, lo miró.

Verlo enfrente de mi es aun mejor.

-¿Estás ebria? - me dice con una voz ronca que me recuerda a... No, no, él no es.

-No, bueno si pero estoy consciente de lo que hago -

-Lo suficiente como para permitirme follarte-

La saliva se me atora en la garganta.

-Eh -

-Te llevo observando hace un buen de tiempo y me gustaste lo suficiente como para ocacionarme este bulto.-

Miro su pantalón azul  y vaya que es un gran, pero un gran bulto.

Un calor me abraza todo mi cuerpo.

- Estoy lo suficientemente consciente como para saber que decirle si a la follada con un extraño es lo peor que podría hacer una mujer, pero tengo ganas. Te tengo ganas desde que te vi así que lo único que te pediré es que me folles como nunca y que no aparezca mi cuerpo mañana en un basurero.-