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Capítulo 14

-¿Lucy tienes novio?, preguntó el hermano de Niel, consciente de las miradas que se estaban lanzando.

-N-no, no tengo novio

-Pero creo que hay alguien que la trae loca, inrrumpió su madre, hace ya un tiempo que lo único que hace es estar el movil y en cuanto suena, salta a por él y se le dibuja una sonrisa en su cara, añadió la madre de Lucy en plan cómplice.

Lucy se puso roja, hasta niveles inimaginables, pues la persona que tenía enfrente, la miraba con una sonrisa en los labios.

Niel solo pensaba en que ese chico podia ser él, porque, ¿Lucy no hablaba con nadie más no? Pero tan rápido como esa idea vino se fue, porque seguro que Lucy habla con más personas asi que de modo que tan rápido como vino esa sonrisa, se esfumó.

Niel en línea

Niel: Hey!

Niel: Contesta pequeña mariposa

Lucy en línea

Lucy: Deja de darme patadas debajo de la mesa

Niel: Ok ok

Niel: Una pregunta...

Lucy: Dime

Niel: Te gusta alguien?

Lucy abrió los ojos con sorpresa y miró a Niel, que se veía tranquilo y disimulaba que no estaba con el móvil

Lucy: Si me gusta alguien

Niel: Quien?

Lucy: No te lo voy a decir

Niel: Una pista porfiii

Lucy: Su nombre empieza por D

Niel: Dave? David? Domingo?

Lucy: No, no y no n.n

Niel: Porfii dime

Lucy: Nop

Niel levanto la mirada del movil y se encontró con la de Lucy. Se aguantaron la mirada hasta que a Niel se le ocurrió un plan.

-Mamá, ¿Qué te parece si le enseño el jardín a Lucy?

-No hace falta Niel, estoy bien aquí sentada

Niel iba a añadir algo cuando sus madres interrumpieron

-¿Como es que sabéis los apodos del otro? dijeron las madres a la vez, de una forma algo terrorífica

-No importa mamá pero me llevo a Lucy.

Sin esperar respuesta cogió la mano de Lucy , la llevo al jardín donde, para tras cruzar la puerta, empujó a Lucy contra la pared y la arrinconó, y aunque ella intentó alejarlo, sus intentos fueron en vano, pues él era más fuerte.

Cuando Niel vió que ella ya no ofreció resistencia alguna, levantó, con un dedo la barbilla de Lucy y la miró fijamente mientras que con los pulgares, trazaba pequeños círculos en las mejillas.

Poco a poco, Niel fue acortando la distancia que los separaba hasta que sus alientos se mezclaron.

Instintivamente Lucy cerró los ojos esperando el beso que no tardó mucho en llegar.

Cuando, finalmente, sus labios se rozaron, ambos se sintieron desfallecer pero cuando intentaron profundizarlo un grito se escuchó dentro de la casa.

-¡Lucy cariño vámonos!

A regañadientes, Niel libró a Lucy de su agarre dejando que se fuera aunque su sorpresa fue mayor cuando a medio camino, Lucy se dió la vuelta y  le dió un pequeño beso en los labios y le susurró al oído:

-Me gustas Niel