Era el inicio de clases del sexto años en Hogwarts y el ambiente se sentía muy tenso, todo había cambiado, todos tenían miedo.
Harry tenía el vago sentimiento de que este año iba a ser diferente, que iba a cambiar todo e iba a dar vuelta a su vida. Pensando en todo esto se quedó dormido en el tren hacia Hogwarts, cuando despertó no había nadie en el tren más que Malfoy, Draco Malfoy, un chico de Slytherin que le había hecho la existencia un infierno desde que entró a Hogwarts, pero algo había cambiado en el, aquel chico que se burlaba de todo ahora se veía apagado, casi sin vida. Cuando Draco noto que Harry lo estaba mirando subsemblante cambió y se tensó.
-¿Qué miras, Potter? - dijo en un tono amenazante.
-N-nada, perdón.
Draco se levantó e incómodamente se acercó demasiado a Harry con un rostro de disgusto para luego salir del vagón de tren.
Harry bajó del vagón y se dirigió hacia el castillo, tenía que desempachar demasiadas cosas y estaba cansado, decidió dejarlo para más tarde e ir a cenar pero cuando caminaba por los pasillos del castillo escuchó unos sollozos provenientes del baño de niños, entró a ver que sucedía y se encontró con Draco, recostado sobre el lavamanos.
-¿D-Draco? ¿Qué sucede?
Esto tomó por sorpresa a Draco de tal manera que dio un pequeño salto, Harry pudo ver claramente como su cara cambió, como si una máscara se posara sobre la cara del chico rubio.
-No es de tu incumbencia, Potter. Métete en lo que quieras, menos en mis asuntos.
-S-solo pensé que...pensé que podía ayudar
-Pues te equivocas, no quiero tu ayuda.
Draco se apresuró a salir de los baños, dejando atrás a Harry que se preguntaba que le había sucedido a Draco para que estuviera llorando en los baños de aquel castillo.
Decidió no darle mucha importancia, tenía que reunirse con sus amigos en el gran salón para la cena y estaba emocionado por escuchar sobre sus vacaciones.
Después de pasar bastante tiempo con sus amigos Harry decidió irse a dormir, después de todo, tenían clases a primera hora del siguiente día. Se dirigió a los cuartos de Gryffindor y se recostó en su cama, por su mente pasó el pensamiento de lo sucedido con Draco, Draco parecía diferente este año, era extraño, como si toda su chispa se hubiera esfumado y, aunque no eran amigos había algo en el corazón de Harry que le decía que se preocupara, tal vez era el hecho de que le había gustado un poco en tercer año, claramente ya no le gustaba para nada...¿o si?
Sus ojos se volvieron pesados y finalmente cayó en un sueño profundo.
