Descubrimiento

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Luego de unos meses en la base entrando cada persona había reportado efectos distintos causando que todos fueran separados en grupo para investigarlos y entrenarlos mejor, sin embargo S no mostraba más avance más allá de una condición física mejor y de una resistencia superior a la media, pero nada fuera de los estándares como sus compañeros asignados a armamento pesado: Aquellos 8 que Gloria se llevó el primer día de S.

Un día, después de perder el tiempo de cuanto llevaba entrenando llevaron a S y a un cuarto con más "milagros" en una mesa. –¿Qué es esto? ¿Debo tomar otro?- pregunto S mientras miraba a un científico. –si- respondió el científico secamente. Al escucharlo S saco su "milagro y lo dejo sobre la mesa a un lado para luego tomar el otro "milagro" con la mano derecha, todo mientras el científico estaba anotando algo en la libreta.

–Toma las dos a la vez- Ordeno el científico, pues la piedra nueva no reaccionaba para nada al toque de S, S sin otra opción tomo su "milagro" original con su mano libre haciendo que este empiece a brillar muy intensamente de azul y de un momento a otro sin aviso, el "milagro" en su mano derecha exploto llenando todo el cuarto de humo y de lo que parecía ser nieve.

-Argh- exclamo S mientras soltaba su "milagro", extrañamente su mano con la que tenía su milagro resulto dañada, aparentemente después de brillar mucho y hacer explotar la piedra, el científico lo noto rápidamente y empezó a notar todo. –increíble, nunca había pasado esto- dijo el científico sorprendido. –puedes ir a la enfermería, y llévate tu milagro, si sientes que podría pasar lo mismo, aléjate de todos o lanza el "milagro" lo mas lejos que puedas- dijo el científico. Luego de escucharlo, S tomo su "milagro" y se lo llevo con el a la enfermería, durante el trayecto S no le quitaba la vista de encima al milagro. –(¿Cómo fue eso posible?...sentí como si energía me recorriera todo el cuerpo)- mientras pensaba llego a la enfermería y al abrir se encontró con equipo especial para medir radiación. -¿Qué es eso y porque están esas máquinas aquí?- pregunto temeroso por su destino, un científico lo incito a entrar y una vez lo hizo, comenzaron a explicarle –La reacción de tu milagro fue muy extraña, parece que era "celosa" mientras sujetabas el segundo milagro, además, cuando el otro milagro exploto no dejo marca, pero tu mano izquierda parece quemada, haremos estudios de todo lo que acaba de pasar- explico el científico mientras un equipo con trajes protectores empezaron a hacer pruebas en el. Luego de las pruebas lo dejaron en la enfermería por cuarentena, mientras esperaba S se aburrió bastante, por lo que empezó a jugar con su milagro como en el primer día, recordando lo del pedazo de hielo y llenándose de curiosidad, decidió concentrarse en el hielo para luego soltar un puñetazo al aire, logrando por segunda vez lanzar un pequeño pero alargado pedazo de hielo que por un momento se quedó incrustado en la pared. –¿Tu hiciste eso Satoshi?- pregunto Gloria que justo llegaba con los resultados de los estudios.

-Supongo...- contesta S inseguro de lo que acaba de pasar. –Pues... estos son los resultados de los estudios que te hicieron, todo está normal, aunque lo raro fue eso que estaba en la pared- contesto Gloria mientras tomaba foto de lo que quedaba del pedazo de hielo incrustado en la pared.

–Mandare esto a las demás bases alrededor de los dos continentes, a ver si alguno tiene respuesta- dijo Gloria mientras miraba S, el cual también estaba confundido.

-Pues, vale, supongo...- contesto S el cual aliviado por no tener nada raro en los estudios decidió concentrarse en crear una bola de hielo a sus pies. –¿Que haces?- pregunto Gloria al ver la cara de S pero no recibió respuesta verbal, en cambio empezó a ver como poco a poco se formaba una esfera imperfecta de hielo enfrente de los pies de ambos.

Los dos se quedaron sorprendidos y mientras Gloria tomaba fotos de la esfera, S de la nada se desmayo.

Unas horas después S despertó, y mirando alrededor noto que las ventanas del cuarto estaban llenas de escarcha, una vez que se reincorporo, se sentó en la orilla de la cama para levantarse a ver la ventana. –Eres un elemental, hay muchos como tu en el mundo sin embargo son muy escasos, además de que son peligrosos, si quieres seguir teniendo contacto debes aprender a controlarte, causas mucho frio- dijo Gloria con un abrigo grueso que la cubría del frio intenso que envolvía a S. – ¿y como lo controlo? – pregunto S algo alarmado pues el no sentía el cambio de temperatura, pero el aliento visible de Gloria confirmaba que era verdad. Luego de que no recibiera respuesta S lo entendió, no había una respuesta a su pregunta por lo que el debía encontrarla solo. –Dijiste que no soy el único ¿verdad?- pregunto S –Hay mas, pero hasta el momento eres el único que puede usar hielo. Además, no solo son elementos, hay un teniente en el continente vecino que puede crear algún tipo de barrera de energía muy resistente a todo, parece magia, pero todo es por los milagros.- respondió Gloria para darle al menos un poco de tranquilidad al muchacho. Dicho esto ella lo saludo y mirándolo a los ojos le dijo: -Eres un peligro para los demás en este momento. Una vez que aprendas a medir y controlar tu poder podrás reunirte con los demás pero por lo mientras estarás recluido por el bien de todos, instalamos un botón en tu cuarto, cuando logres regular la temperatura a tu alrededor, tócalo y te iremos a buscar- Dicho esto Gloria se dio media vuelta y se fue por la puerta donde llego. S después de mirar la ventana unos segundos tomo rumbo a su cuarto. No sabía cómo lograrlo, pero algo inventaría.

Los milagros del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora