(Música opcional)
Oye, tú, ¿puedes decirme si es real lo que acaba de pasarme alrededor de las 3 de la mañana, estando solo, en mi casa?
Ahora me siento más tranquilo, después de haberlo reflexionado un poco.
Yo personalmente no creo en los fantasmas, pero mentiría si dijera que no siento un gran respeto, por no decir temor, hacia las cosas que no pueden explicarse lógica y científicamente.
Todo comenzó y, prometo que ni siquiera es lo peor de todo, desde que me desperté la mañana del día de ayer.
¿Te es familiar esa frase que dice: "Era un día normal, como cualquier otro"?
Bueno, agarra esa cosa y tírala cual pelota por la ventana, pues el sueño que tuve previo a mi despertar, fue más o menos algo como esto:
Si eso te parece poco, aquí viene otra cosa:
El ruido y especialmente la imagen de ver algo explotar, peor aún, conmigo estando adentro, ya es lo suficientemente horrible como para levantarte a ti y a cualquiera de un salto de la cama, llevar tu mano al pecho y tratar de contener tu corazón bombeando audiblemente en tu interior, latiendo a mil por hora.
Lo peor de una pesadilla para mí no es siempre el contenido de la misma, sino la oscura y hasta diría cruel experiencia de no poder despertarte y escapar de tan terriblemente explícita experiencia sensorial.
Entonces y, sin ánimos de entrar en lujo de detalles, lo siguiente que sentí durante mi período durmiendo, fue un gran dolor en distintas partes del cuerpo, además de una sensación bizarramente ajena e invasiva de preocupación creciente y pronto convertida a la más desoladora de las angustias, más aún al percatarme del estado de mi cuerpo y no solo eso...
De los restos botando humo, llameantes de lo que parecía ser un auto cualquiera, pude ver otros cuerpos en un estado digno de "Literatura Gore", suficiente, a ese punto, como para darme todas las ganas del mundo de llorar, impotente frente a una situación en la que no podía explicarme cómo carajo había llegado hasta allí y menos el qué había hecho para merecer semejante castigo divino, por favor, ¡solo déjenme abrir los ojos y salir de esta maldita tortura de una vez!
Y así, ¿de repente?, pude volver a mi triste, pero preciada realidad.
Sudoroso, además de todo lo que he mencionado, casi totalmente seguro que todo lo sentido había sido poco más que un sueño vívido, una pesadilla, solo pensaba en intentar apaciguar mi agitación, pero para mi mala suerte, los ejercicios de respiración no funcionaron.
Tratar de poner mi mente en blanco, meditar, no tienes idea de la cantidad absurda de cosas que probé con la esperanza de volver a mi yo en estado natural, un plano de conciencia que no se suele valorar tanto, hasta que te ocurre alguna cosa fea y molesta como esta.
Como nada de lo que había hecho me ayudó a calmar la ansiedad, no me quedó de otra que tomar la única pastilla recetada para ayudarme con esa clase de episodios.
Con dificultad e, incluso algo de desesperación, busqué tomarla, aunque el susto que había pasado había sido tan grande que pude notar mi cuerpo, pálido, temblar del miedo y la baja sensación térmica que tenía, obligándome a abrigarme de la forma que sea y con lo que tuviera al alcance de mis manos.
Hagamos un puente directo al momento después de haber hecho efecto el ansiolítico, pues sí, logré junto a la gracia del Señor recomponerme poco a poco, pero lo hice.
Una vez conseguí volver a la paz, traté de darle explicaciones coherentes, aunque algo exageradamente perfectas, a todo lo que me había pasado hasta entonces, lo cual y hasta con gran ironía, me llevó a buscar información acerca de cualquier accidente de tránsito que involucrara el choque de un auto, con características similares a lo borroso que recordaba mi sueño, además de múltiples pasajeros, de entre los cuales, desgraciadamente ninguno pudo mantener el privilegio de la vida tras la tragedia.
Hace un par de días, de hecho, se reportó el deceso casi simultáneo de un grupo conformado por 5 personas, todas relativas entre sí, las cuales hicieron noticia en un país lejos de mi ubicación, hablamos de varios kilómetros de tierra y mar oceánico.
¿Cómo entonces, terminé teniendo una pesadilla acerca de algo que, hasta hace poco, recién me enteraba que tuvo lugar en un espacio a prácticamente el otro lado del globo?
Palabras van, palabras vienen, palabras más, palabras menos...
Toda la información relevante con respecto a lo sucedido en el fatídico día, en ese instante estaba impreso en mis manos y reinaba presente en mi cabeza, por encima una maraña casi infinita de otros pensamientos y emociones que sentía todavía.
Finalmente, me harté y decidí a ponerle un alto a todo, a decirle basta a la caricatura que era mi vida en ese justo y preciso momento, cuando entonces... la vi:
Continuará.
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Secretos de Tercera (Amor sin Materia)
Ficção GeralHistoria inspirada en el fanfic de Miku Nakano, la tercera hermana de Las Quintillizas y Neo Protos, personaje protagónico de mi saga de historias originales: Protogenoi. Un fanfic de un fanfic, un crossover de dos mundos diferentes, al mismo tiempo...