Algo más.
Ryan.
Me teletransporto con tranquilidad por la cocina mientras me apresuro a preparar el desayuno para los gemelos y así llevarlos a la escuela. Muevo la cabeza al tararear el verso de la canción que pasan por la radio, la cual desconozco pero el ritmo y el verso son pegajosos; doy vuelta en mi lugar dispuesto a teletransportarme en dirección a la repisa para tomar las tazas pero no lo hago, solo observo la repisa y la mesada que se encuentra debajo, el recuerdo del resbalón de Nicky vuelve a mi mente junto a ese extraño suceso con mis poderes y la confesión de Deimon sobre la mutación de mis células o algo así. Aprieto un poco los labios y suelto aire con lentitud, relajo mis hombros y observo las tazas con determinación, aprieto una de mis manos y la otra la dejo abierta, la cerrada empieza a ser rodeada por mi características luz azul que parece al teletransportarme, aprieto los labios y me esfuerzo un poco más con los ojos fijos en las tazas, dos de ellas comienzan a temblar un poco y un pequeño destello de mi luz las rodea pero todavía no se teletransportan. Aprieto más fuerte mi mano cerrada y la luz se vuelve un poco más intensa pero todavía no sucede lo que quiero.
—¿Qué haces?—
La voz dulce me desconcentra, la luz desaparece y las tazas dejan de temblar, suelto un suspiro y bajo la cabeza para observar a Vicky quien me observa con curiosidad. Va vestida con un pantalón de pijama y una remera de tirantes, luciendo las marcas que han cubierto hasta sus hombros y empiezan a avanzar a su cuello. Intercambio mi mirada entre ella y las tazas, aprieto los labios y niego con la cabeza.
—Nada importante—
Ella ladea la cabeza y hojea la repisa con las tazas antes de volver a mirarme.
—¿Intentabas hacer el mismo truco que hiciste cuando Nicky se resbaló?—
Asiento un poco.
—Algo así, pero es imposible—
La pequeña suelta un bufido.
—Nada lo es Ryan, solo necesitas concentrarte como mamá me enseñó— se acerca a mí y me obliga a arrodillarme a su lado, señala las tazas con una mano— Imagina que lo haces, visualiza que la taza se teletransporta a tu mano y cuando lo tengas hazlo realidad. Así logré que mis marcas brillen como las de mamá—
—Es diferente Vicky, lo de ustedes ya es natural y casi no necesitan controlarlo, a diferencia de mí, yo necesité práctica para conseguir teletransportarme y no quedar atrapado en la nada— explico, su ceño se frunce un poco— Son saltos espaciales lo que hago, por eso puedo aparecer y desaparecer en cualquier lado que me plazca—
Ella asiente como si lo comprendiera, me incorporo y nos dirijo a la mesa en donde su hermano ya se encuentra devorando el desayuno como si su vida dependiera de ello. Con miradas de burla hacia Nicky nos sentamos y desayunamos con tranquilidad, al terminar ellos me ayudan a recoger todo y a limpiarlo, para luego desaparecer por el pasillo hacia la habitación para ponerse el uniforme de la escuela, Vicky es la primera en salir con el pantalón verde oscuro, camisa blanca y un saco de la misma tonalidad del pantalón, zapatos negros y el cabello echo un lío. Con tranquilidad desenredo su cabello y se lo dejo suelto tras la espalda, el cual cae como cascada, tomo una vincha roja con flores amarillas y se lo coloco sobre la cabeza con delicadeza, llevando los mechones de cabello salvaje hacia atrás y resaltando sus angelicales facciones.
Su hermano sale de la habitación cargando con las mochilas de cada uno, la camisa mal abotonada, los cordones desatados y el cabello también echo un lío, deja ambas mochilas sobre el sofá y con una gran sonrisa lo veo dirigirse a la cocina para devorar algo. Lo detengo por el cuello del saco y arrastro de vuelta a la sala para arreglar su uniforme, sus ojos me miran con molestia cuando comienzo a arreglar el desastre que siempre le hace al uniforme, finalizo acomodando un poco los mechones rebeldes de su cabello, pero estos vuelven a su estado salvaje por lo que opto por dejarlo como está. Él rueda los ojos cuando me ve rendirme y por su mirada sé que está deseando comer algo.
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Ryan.
FantasyLa mayoría de las veces, cuando nos enteramos de cosas que nunca hubiéramos imaginado con personas que creíamos confiar y algunas veces... enamorarnos. Decidimos quedarnos con la versión que nos cuentan y nos negamos a escuchar la historia completa...