Leyendas urbanas

DOS

"From the start" -Laufey

Mi forma de "agradar" siempre ha sido ser amigable y nada más, no me siento incomoda haciendo cosas por alguien. Es más, podría llamarme a mi misma "people pleaser." Ya que podría hacer de todo para que alguien no se aleje de mi, incluso si es darle el mundo entero, ¿entiendes? Los pocos amigos que tengo significan el núcleo de mi vida. La última vez que me quedé sola pude haber hecho una estupidez.. la peor, no estaría contando esto.

Mi propia alma se detiene al ver a Hazel sentado ahí, tengo que soportar... a un hombre... ¿por cuanto? ¿Una hora y media de clase?
"Mi nombre es el Maestro Spraggins." Yo sonrió al escuchar su nombre y miro a mi alrededor. Me siento alado de el mientras miro a otro lado, el me mira como si estuviera asombrado.

"¿¡Tu fuiste a la que la aventamos el balón?!" El dice, apuntándome y quitándome el fleco de la cara, no me gustan que hagan eso, aunque no le quito la mano, así piensa que lo ignoro. El trata de llamar mi atención hasta que retrocede y ya no toca el tema... me da lastima, no debería, pero se me hace tierno que me deje en paz, no muchos hombres lo hacen. El profesor empieza a hablar de una llamada teoría del color, no estuve las clases pasadas, no sabía que hacían. Después de una explicación larga Spraggins levanta la mirada y se queda en silencio.
"Voy al baño alumnos, como les dije antes, no quiero desastres."
El arregla sus pantalones y se va apresuradamente fuera del salón, sigo con la mirada la puerta cerrándose mientras sostengo un lápiz y lo golpeo contra la mesa.
"Perdóname por lo de antes, ¿cual era tu nombre?" Una voz me hace soltar el lápiz. Era Hazel otra vez. Lo miro y estoy extrañada.
"Soy... Abigail." Contesto, mientras recogía el grafito. Su sonrisa se vuelve más grande, lo que me asusta, y me agarra la mano agitándola.
"Perdón por mi introducción, me llamo Hazel, puedes llamarme haze."
"Puedes llamarme Abi..." Mis ojos miran con desorden nuestras manos juntas, después me alejo porque dos chicas me hablan por detrás.

"¡Que bueno que alguien más se une al camino del arte!" Una chica dice detrás de mi, ella es pequeña, su piel es morena y tiene unos rizos divinos, su maquillaje es precioso y podría decir que es de las chicas más lindas que he visto jamás. Tiene un strapless amarillo, y es un poquito fuerte para su edad, de todos modos se ve hermosa. Alado de ella está otra chica, tiene el cabello naranja, y tiene demasiadas pecas, y cuando digo demasiadas es... ¡DEMASIADAS! En las manos, brazos, cara.. ella está muy flaca, se le llegarán a ver las costillas. Yo siempre fui consciente de mi tipo de cuerpo, nunca he tenido la cintura que he querido, quisiera tener un cuerpo perfecto, me obligo a mi misma a dejar de comer si eso no pasa, me castigo dejando de comer y es lo peor que puedo hacer, pero no puedo parar de hacerlo. Ya estoy lo suficientemente enferma para seguir ayunando. Pero, jamás me tratarán de ayudar. Hasta que yo muestre, y vean que yo de verdad estoy podrida.

Atrás de las chicas estaba otra, ella tenía el pelo café, y no tenía pecas, si no lunares, sus labios eran un tono muy rosa para labios normales, si no tuviéramos quince, yo diría que se los tatuó. Su escritorio más que de arte estaba lleno de labiales, delineadores, maquillaje en tal. Ella fácilmente podría ser el tipo de persona de las que yo hablo, yendo a partidos y pensando en chicos. Las tres me miran y la chica de atrás me saluda.

"Soy Annie." Menciona la del strapless Amarillo. "Ella es Helen y ella atrás es Dalia."
Yo sacudo la mano aún confundida, mi mente está en otro lugar... en Hazel. Lo vuelvo a mirar, mi mirada se suaviza, no debo ser tan mala.
"Me he perdido algo estos días?..."
"Oh no... solo de explicaciones aburridas pero necesarias, no te preocupes, yo te enseño todo." El sonríe mientras sacude sus manos, al igual que un niño chiquito.
"Haze ha estado aquí por mas tiempo que todos nosotros." Annie aparece tocándome el hombro.
"... Ajá."

Me arreglo el pelo, al estar ya consiente de mi apariencia en el lugar. Miro al pizarron, hay demasiados colores en el, un marcador o dos en el suelo y uno colgado al techo, por alguna razón. Muevo mi mirada a los otros bancos, que están acomodados en fila, y son dos personas por cada uno; aunque no hay nadie, somos cinco conmigo aquí...

Spraggins abre la puerta y sus pisadas llenan el aula, agarra el marcador colgando con los dientes y empieza a escribir. Empiezo a creer que esta loco. Igual que yo. Quizá si es el hermano de Albert Einstein.

La hora pasa volando, es bueno explicando y me agrada la clase... quizá me quede, la gente es buena. Antes de empacar todo el maestro va a mi asiento.

"Y que te pareció, la clase.. tu nombre era..?"
"Abigail..." repito, Hazel mira al maestro mientras me da mis libros, yo le sonrió.

"Estuvo.. bien, la disfrute... quizá vuelva."

"¡Perfecto! Nos ayudaría tener alguien nuevo aquí. El pobre de haze es el único hombre aquí, ¿te lo puedes imaginar?" El ríe mientras Hazel pone los ojos en blanco, no le ofende pero tampoco le da tanta risa. Yo también me rio mientras tapo mi sonrisa con mi mano. Spraggins sale del aula, yo me quedo sola con Dalia y Hazel. Dalia se me acerca.

"No pensé tener otra mujer aquí, seremos amigas. Haze no me cae nada bien." Mis ojos se agrandan. Que poco moral decir eso enfrente de el, no muevo mi cabeza, solo mis pupilas a verlo, a el parece no importarle. Yo sonrió y asiento nerviosa. Hay algo raro con esta chica que... no me gusta. Ella quizá no es mala, pero hay algo que no me cae bien de ella.

Camino afuera de el aula después del... raro intento de amistad de Dalia, haze salió después de Dal y puso su mano en mi hombro, me dio un escalofrío y voltee.
"Entoncessssss.. te quedarás?" Ugh. No conocía este lado de el, parecía un golden retriever con falta de afecto. Yo asiento y su sonrisa se vuelve más grande, el se va alegre y yo me quedo en la entrada del aula.

-♡︎-

Entro al coche de mi padre, el viene a recogerme algunos días, mis padres están divorciados, de lunes a miércoles estoy con mi madre, de jueves a domingo con mi padre, hoy es jueves, mi padre está aquí. El me mira.

"¿Y como te fue? Me dijo tú madre que renunciaste al basquetbol."
Lo mire por un momento, después mi mirada se perdió.
"Sí.. me fue bien, estuve en la clase de arte."

"¡Que maravilla! Por fin tienes amigos."
"No... no creo que hice ningún amig-" mi mente divaga. Hazel. ¿Hazel no es me amigo? ¿O si? No... no nos hemos dicho algo más que "hola"... creo yo.
Miro a mi padre y le sonrió.
"Ninguno... solo ha sido un día."
"Que lamentable."

-♡︎-

Abrí la puerta de mi aula, Caroline y Alice hablan entre ellas hasta que yo llego. Me siento en medio de ellas. Alice pasa su mano por mi pelo al verme.
"Hasta que te atreves a aparecer."
Sonrió y las miro.
"Ayer tuve una clase de arte, ya no estoy en los deportes."
"Uff... ¡Se cumplieron nuestras súplicas!" Caroline me sacudió por detrás.
Puse mis manos en mis orejas aturdida por el movimiento.
"Había... muchas chicas.. un chico."
"¿¡UN CHICO?!" Las dos gritaron igualmente.
Mis ojos se agrandaron y mire abajo arrepentida de haber dicho tal estupidez a dos personas que ven a un hombre y creen que será su esposo.
"... Hazel. Hazel Harvey." Ya estaba lo suficientemente enterrada para no decir su nombre. Cave mi propia tumba, déjenme ir dentro, ¿no? El drama es bueno.
"¡HAZEL HARVEY!"
"¡ESTAMOS EN LA RUINA!" Parecían hombres que acaban de perder un partido de softball. Puse mis ojos en blanco y golpeé mi cabeza con el banco.
"Que tiene de importante."
Las dos sonrieron y me sacudieron mas fuerte.

No le encuentro la gracia ni importancia a una chica que gusta de un chico, se que es interesante, ver como se destruyen igualmente, ¿pero, para que? Debe haber alguien más leyendo esto que solo yo. Que no piensa lo mismo. Quizá tenga algo bueno, pero hemos vivido con la creencia de que somos estupidos a esta edad. ¿No somos estupidos en todas las edades? Hay adultos idiotas. Yo no soy idiota, creo yo, claro.

Quizá más que un sentido de rechazo hasta las relaciones es... ¿miedo?

-♡︎-