Noche de Invierno [Neptune x Uranus]

07

Chapter Seven

—¡No, Ya basta! ¡Papá porfavor! —Trataba de cubrirse, trataba que los golpes no llegaran a lastimarlo. Su madre estaba en la esquina, observando aterrorizada y sin poder moverse por las diversas heridas en su delicado cuerpo—, ¡Papá!

No recuerda mucho, pero sabia que en ese momento de ira del mayor, terminaria muerto.

Cayo inconsciente sin darse cuenta, derramando sangre de su cuerpo. Al momento en el que el hombre lo dejo solo, la mujer se acerco al desmayado joven de manera rapida, sosteniendolo entre sus brazos—, ¡Urano! ¡Urano! ¡mi niño despierta! —los sollozos de la mujer no se hicieron esperar.

El hombre por su parte, abandono el hogar sin preocupaciones.

¿Que mal habia hecho para merecer esto?

Sabia que su padre no lo queria, lo sabia demasiado bien ya que siempre se lo recordaba en cada golpiza que le daba "¡Me arruinastes la vida!" "¡Preferiria que hubieras muerto en vez de que hubieses nacido!"

Siempre que tenia la oportunidad, ocultaba a Titania; no queria que el llegara a hacerle daño a ella, nunca se lo perdonaria.

Lo que termino corrompiendo al de cabellos cyan, fue el momento en el que su madre murio... murio a manos de ese hijo de puta. Solo recuerda haber visto como ese hombre sacaba un arma para lastimarlo a el; no conto con que su madre intervendria y recibiria el daño.

La sangre de esta salpico en su rostro y ropa, dejandolo en un estado de shock. El hombre frente a el sonrio con sastifacción.

—oh vaya.. pequeña zorra, que adorable.. —murmuro con sonrisa de oreja a oreja—, ahora que ya no estaras, podre estar con quien realmente amo.. —Nuevamente un balazo impacto con el cuerpo, aun vivo, de la mujer de cabellos cyan. La sangre se regaba en el suelo a velocidad. Urano no creia lo que veia, no queria creer.

El hombre como siempre, abandono el hogar, quedando en total silencio. Cuando pudo reaccionar se acerco al cuerpo de la mujer, que estaba en sus ultimos momentos.

—Urano.. —Murmuro con suavidad, con una tranquilidad que calaba y perturbaba en los huesos del joven. Lagrimas comenzaron a ser derramada de los ojos azul cielo de la mujer como los del menor—, L-lo siento U-Urano.. mi niño..

Despues de un rato la policia habia llegado, gracias a la bulla ocurrida, los vecinos se sintieron perturbados y llamaron a la policia en esos momentos. Estos al ingresar al hogar, encontraron a un Urano aferrado al cuerpo inerte de la mujer, en algun estado de shock ya que no reaccionaba a las voces que lo llamaban.

El llanto de una infante se escuchaba a la lejania.

Urano.

Este se desmayo a los minutos de haberlo separado de su mamá.

Esa fue la ultima vez que Neptuno vio a Urano.

Lo ultimo que supo del de tez palida, es que se habia ido donde algun familiar, a otra ciudad.

El moreno creyo que fue por la pelea que habian tenido el mismo dia. No, no creyo que hubiera sido algo mucho mas grave; eso solamente aumento el miedo a la sangre del de cabellos cyan. Segun sabia el moreno, el padre del mayor seguia suelto, ya que despues de lo ocurrido, huyo junto a su amante.

Maldito hijo de perra cobarde.

•❄🧊•

—Neptuno —Hablo triton detras del moreno; este volteo a verlo, dejando algunos archivos sobre el escritorio.

Despues de lo ocurrido el dia anterior, Neptuno tuvo que ir a su "trabajo de niñero". Solto un suspiro cansado, haciendo que el menor se pusiera algo nervioso. Desde que X habia desaparecido el tomo el cargo de este.

El menor le entrego unas carpetas sin decir palabra alguna, y se fue de la oficina. Neptuno observo curioso la carpeta que se le fue entregada.

Bingo.

Siempre podia confiar en triton, sabia que este haria bien su trabajo. Una sonrisa de oreja a oreja por la emoción. Observo el nombre y la foto que permanecia en aquel archivo.

—vaya.. por fin te encontre, hijo de puta. —puso la carpeta sobre el escritorio, leyendo el contenido del papel. Toda la información de aquel hombre que desaparecio del ojo publico; despues se haria cargo.

Pagaras por todo lo que Urano sufrio. Fue su pensamiento antes de levantarse de aquella silla, agarrar un arma y largarse de la habitación.