Una verdad

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Jennie


-De que Armas están hablando Lisa?.-  Lisa estaba con los pies clavados al suelo no movía ni un musculo, podía ver como su corazón se acelero por la palpitación de las venas de su cuello.

-Jennie….- silencio, las palabras no salían de su boca y yo estaba asustada por lo que diría.


-De que armas hablas? Qué es eso de un embarque, de que demonios están hablando Lisa?.-

-Lo lamento seniorina las dejo solas, creo esto es algo que deben hablar en privado.- el amigo de Lisa “Lucio” creo se llama, se retiró mientras mi mirada seguía en ella.

-Sabes que, es mejor que me valla.- Me di la media vuelva pero ella jalo de mi mano, gira hacia ella de nuevo topándome con sus hermosos ojos, pero con su boca cerrada sin saber que decir.

-Lisa por favor, no me importa lo que digas, solo dime la verdad, por favor.- Pase mi mano por su mejilla limpiando una lagrima que salió de unos de sus lindos ojos.

-Jennie yo… no te quiero perder, eres lo mejor que me ha pasado es esta vida y…. yo…. tengo miedo…

-Lisa solo dime de que se trata, no pienso a juzgarte solo dime ¿Estás en peligro?.- Lisa tomó mi mano y caminamos a la terraza del restaurante desde ahí se podía ver el bar en el que estábamos y veíamos a la gente salir de ahí, una corriente de aire se sentía y trate de cubrir mis brazos con mis manos para darles calor, Lisa puso su saco sobre mis hombros.

-Gracias.- ella asintió aun sin decir una palabra.

-Jennie…. lo que te voy a contar, es algo que hace tanto quisiera haber tenido el valor de hacerlo, es solo que…. el miedo de perderte, mis estúpidos demonios inseguridades, todo lo bueno de mi vida me deja, y no te quiero perder a ti… eres lo importante para mí.-, Estaba recargada en la baranda de la terraza mientras miraba al suelo, tardo unos segundos en continuar, jugaba con los anillos en sus dedos, podía notar que estaba nerviosa, yo yo? Yo no sabía que pensar.- Cuando mis padres me adoptaron y me incluyeron a sus vidas, no solo entre en sus corazones, también a sus rutinas, en sus empresas, negocios, ellos me enseñaron todo lo que hoy sé, no le pedí Jennie, la vida o el destino me puso aquí, y aunque mi madre siempre se esforzó para que yo siguiera un buen camino, cuando ella murió me dejo a cargo de sus empresas y sus centros benéficos que tú ya conoces, pero mi padre…. No me malintrerpretes era un buen hombre nunca me lastimo lo único que recibi de ellos en el tiempo que los tuve fue amor, pero la vida de el era diferente, el pertenecía a un grupo de mafia Italiana que comercian drogas y armas de Italia a Corea.- Silencio es lo único que había, podia escuchar la música del Club a lo lejos, Lisa seguía con su mirada perdida.- Cuando mi madre murió mi padre me enseño todo acerca de su negocio y yo aprendí rápido, mi padre siempre me dijo que tenía carácter y presencia para esto, después de que mi padre murió en ese accidente, La Familia italiana me puso a cargo y yo no tenía nada que perder, no había nadie que me impidiera hacer lo que ya sabía hacer, no es algo de lo que me enorgullezca es solo que…. No había nada más en mi vida, era huérfana por segunda vez, la vida me había quitado a mis padres dos veces, prácticamente le regale mi alma al diablo sin pensarlo, después llegaste tú, con luz, con paz, con vida, le diste un propósito diferente a mi vida, le regresaste su esencia a mi alma, te lo juro que desde que estamos juntas pienso cada día en cómo salir de ahí, de ese hoyo, de esa oscuridad y la penumbra en la que estaba mi vida, una vida que se llenó de nada desde que la única luz en mi vida se fue, esa luz fue mi madre, ella era luz, era paz en medio de drogas y armas de mi padre, solo fue un hombre que hizo lo que tenía que hacer para sobrevir y no los juzgo, ahora yo quiero romper ese siclo.-

Lisa se acercó mí y tomo mis manos.

-Jennie yo…  yo….. lamento tanto haberte escondido esto, pero lo hice para protegerte, y protegerme porque tenía miedo, Sí, fue egoísta de mi parte, pero de lo que debes estar segura es que yo te amo con todo mi corazón, con cada fibra de mi cuerpo, cada una de mis celulas responden a ti, a tu aroma, a tus ojos, eres todo para mi Jennie, estoy haciendo todo lo posible por salir de esta vida y hacer una a tu lado.

-Porque no me dijiste?.-

-Tenía miedo, de cómo reaccionarias tenía miedo de que te alejaras de mi quería mantenerte lejos de esto, lejos de mis enemigos, lejos del peligro, si algo te llegara a pasar yo….

-Lisa…..- Tomé aire y permanecí en silencio unos segundos.

-Yo no soy nadie para juzgarte, no te mentiré, esto no me agrada y me has tomado por sorpresa jamás pensé que tu eras…. Bueno…. Lo que sea y la verdad no quiero detalles de lo haces o no haces, todos tenemos un pasado y secretos. Al igual que tu estoy aquí tratando de mejorar mi vida, y un día llegaste tú a ella, para completarla, pero…. Creo que lo mejor para las dos será que nos demos un tiempo.-

-Jennie no…. por favor no me hagas esto.- Lisa tomo mis manos con delicadeza mientras sus ojos me veían con ternura, después perdí su mirada cuando ella pego mis manos a su frente mientras respiraba de forma agitada.

-Escúchame Lisa, por favor mírame.- Solté mis manos de las suyas y tome su barbilla, levante su mirada ya que esta estaba mirado un punto fijo en el suelo, sus ojos estaban rojos y húmedos, a punto de soltar una lagrima.

- Mírame Lisa…. Te amo, y…. yo también quiero un vida contigo, pero esto es más grande que nosotras, yo….. no quiero verte……- trage duro y desvie mi mirada de la suya, solo pensarlo me dolia.-  Morir….. no lo soportaría, esto que haces es peligroso y yo….. Yo no sé qué haría si no estás en mi vida.- Solté el aire de mis pulmones, tome sus mejillas y deje un beso corto en sus labios.

-Nada malo me pasara te lo juro, pero no te alejes de mi Jennie, necesito tu calor, tu aroma, te esencia. - Me envolvió con sus brazos y yo escondí mi cara en su cuello, respirando su perfume perdiéndome en sus brazos en mi lugar seguro, ¿Estaba haciendo lo correcto?  Alejarme?... No lo se... Nos quedamos en silencio un rato, Lisa me balanceaba lentamente, se sentía como un arrullo a nuestras almas, el teléfono de Lisa sonó sacándonos de nuestro mundo color de rosa, para traernos a ese mundo que aún se pinta de gris.

-Es Mark, debo contestar.-

-Contesta, te espero abajo. - Dejo un beso en mi frente y solté su mano, bajé las escaleras y me topé con Lucio el amigo de Lisa y dueño del Restaurante.

-¡Seniorina Buonasera!- asentí a su saludo en silencio con una leve inclinación.

-Sabe, Lisa es una buena chica, no la aleje de usted.- Lo mire con sospecha entrecerrando mis ojos, Nos había escuchado?.

-Me fue imposible no escuchar su conversación. - Lo mire con una ceja levantada.

- De acuerdo me atrapo soy un fisgón no me juzgue.- Solté una risa y negué alejándome de aquel hombre alto y fornido con acento Italiano.

-Ella es buena y la ama, no la aleje de usted!.- El hombre siguió mis pasos a la salida.

-Y yo a ella pero… no podría ver que alguien la lastime, no puedo.- Me quede en silencio con mi mirada perdida.

-Tengo miedo, miedo de despertar un día y que la primer noticia que tenga es que su cuerpo fue….. no no quiero ni imaginarlo……- Sujete mis manos con fuerza y evite mis ganas de llorar.

-Y su solución es huir? ¿Alejarla? Dejarla sola?, ¿así como siempre estuvo?.- ¿Huir? Sí, eso estaba haciendo, la estaba abandonando asi como mis padres hicieron conmigo, cuando me dejaron en el orfanato, estaba comportándome como mi madre, No, no hare lo mismo, asi sea difícil o peligroso o la mierda no me importa estare con ella hasta el final, hasta donde el destino quiera.-

-Conozco a Lisa desde que sus padres la trajeron aquí, era una pequeña sabandija con una mirada dulce y llena de alegría y esperanza, tenía un brillo en sus ojos, un brillo que se perdió cuando su madre murió, después de eso su mirada siempre estaba perdida, triste y apagada, era como un cuerpo sin alma, sin un motivo para vivir, hoy que la volví a ver, pude ver ese brillo en ella, usted se convirtió en su esperanza y luz.- Me quede en silencio escuchando a Lucio hablar, me decisión ya estaba tomada, me quedare con ella, juntas.

-Lucio, fue un placer verte de nuevo.- Apareció Lisa detrás de Lucio

-No te pierdas muchacha, Seniorina Jennie, ha sido un gusto.- Dijo mientras tomó mi mano con suavidad, salimos del Restaurante en silencio tomadas de la mano.

-Debo irme, entremos para despedirnos de las chicas, Bruno ya viene en camino y te llevara a casa, ¿Estarás ahí cuando regrese?.-

-Claro que si Manoban.- Me miro con sus lindo ojos y una sonrisa se dibujó en sus labios, ahí estaba ese brillo, esa luz y esperanza que tanto amo ver en su mirada.

Tome su mano y entramos para despedirnos de las chicas, Minnie ya se habían ido para cuando regresamos.

-Rosé debemos hablar.- Rosé miro a Lisa y ella asintió.

-Claro Jennie, paso por ti en la mañana?.-

-Si, Chu te quiero ahí también.-

-Claro Jendukie, ¿Está todo bien con ustedes?.- Tome la mano de Lisa y asentí.

-Nos vemos mañana.-

-Avísame en cuanto llegues a casa por favor.- Jisoo tomó mi mano y dejó un beso en mi mejilla.

-Lo hare no te preocupes, despideme de las chicas.-  Jisoo y Rosé se despidieron de nosotros mientras las demás estaban en la pista de baile, tomé mi bolso y salimos de ahí, caminamos en silencio tomadas de la mano por la acera cuando Bruno llego en el auto.

Lisa beso mi mano y después me abrazo por unos segundos.

-Te amo mi amor, no lo olvides.- Acaricio suave mi mejilla con su mano y yo me perdí bajo su tacto.

-No hagas eso Lisa.-

-Hacer que bonita?.-

-Me estás viendo como si no volvere a verte nunca, debes regresar Manoban, o te juro que ire por ti.-

-Claro que regresaré, ¿Si no quien te besara todas las mañanas? ¿Quién te hará el amor? ¿Quién se perderá entre tus piernas? Quien…….- Lisa recorría mi cuello con su nariz provocando un escalofrió en todo mi cuerpo.

-Quien…… besara cada parte de tu cuerpo?, ¿Quien te admirara por las mañanas, tardes y noches, las horas y los minutos? y no solo a tu cuerpo, ¿Quien admirara tu inteligencia, tu pasión por el baile, tu aroma, tu esencia y tu aura?

-Solo tu Lisa!.-

-Solo yo mi amor!.- Nos besamos pero era un beso lleno a añoranza, amor, ternura, pasión pero también, miedo de perderla, no quería dejarla ir.

-Anda…. ve!.- Lisa rompió nuestro beso para abrir la puerta del auto.

-Que llegue bien a casa ¿De acuerdo?.-

-Claro Señorita!.- Bruno asintió y subió su ventanilla polarizada. Entre al auto y Lisa cerró mi puerta, bajé la ventanilla y la mire ahí de pie.

-Te estaré esperando.-

-No tardaré.- Lisa me regalo una sonrisa y dio unos golpes en el techo del auto indicándole a Bruno que avanzara, el auto arranco dejándola ahí de pie en la acera.

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Café con Aroma de MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora