𝐈 𝐤𝐧𝐨𝐰 𝐈 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐇𝐞𝐞𝐉𝐚𝐤𝐞

IV

El sol brillaba radiante en el cielo azul, vistiéndose de gala para el gran día de Jake y Heeseung. El aire estaba impregnado de flores frescas y el suave murmullo de los invitados llenaba el jardín donde la ceremonia se llevaría a cabo. Sin embargo, en el camerino, la atmósfera era un torbellino de emociones.

Jake se miraba en el espejo, su vestido blanco de encaje realzaba su figura y sus ojos brillaban con nerviosismo. Ni-Ki, lo observaba con una mezcla de orgullo y preocupación.

-Respira, Jake. Todo va a salir bien. -le decía mientras le acomodaba el velo.- Recuerda por qué estás aquí. Este es el comienzo de una hermosa aventura.

-Lo sé, pero... ¿y si algo sale mal? ¿Y si me olvido de los votos? ¡Ni-Ki, estoy tan nervioso! -Jake apretó el ramo de flores entre sus manos, sintiendo cómo el sudor frío comenzaba a formarse en su frente.

Ni-Ki se acercó, tomando las manos de su nervioso amigo entre las suyas.

-Escúchame; este es tu momento. Todos están aquí porque te aman a ti y a Heeseung. No pienses en lo que podría salir mal, piensa en lo que está a punto de suceder. Vas a casarte con el amor de tu vida. -levantó un poco su velo para acomodarle el cabello.

Jake suspiró- Gracias, Ni-Ki. Gracias por apoyarme en todo. -sonrió con amor- No sé que haría sin ti... -lo abrazó.

-No me lo agradezcas, siempre estaré aquí para cuando lo necesites. -correspondió el gesto con una sonrisa.

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En el camerino de los otros chicos, Heeseung compartía los mismos nervios. Sunghoon, con una sonrisa tranquilizadora, le dio una palmadita en el hombro.

-Vamos, amigo. Eres un tipo afortunado. Jake es increíble y tú también lo eres. ¿Qué podría salir mal? -lo miró desde el espejo, Heeseung se acomodaba la corbata.

-Todo. Lo olvidé todo. -lo miró preocupado desde el espejo- ¿Y si me quedo en blanco durante los votos? ¿Y si tropiezo al caminar hacia el?

Heeseung hizo una mueca, intentando ocultar su ansiedad.

Sunghoon rió suavemente- Escucha, lo único que tienes que hacer es mirarlo a los ojos. Eso es lo que importa. El resto vendrá solo. Y si tropiezas, será un gran momento para recordar y reírse juntos más tarde.

-Intentaré tranquilizarme, pero gracias por tus palabras, hermano. -sonrió torpemente.

-No te pongas así porque lloro.

Ambos rieron por el comentario del menor.

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Ambas parejas sentían la presión del momento, pero también la alegría que llenaba los corazones de sus amigos. El tiempo parecía desvanecerse mientras los minutos se convertían en segundos, y finalmente, el sonido de la música en vivo comenzó a sonar, marcando la señal de que era hora de empezar.

Los dos grupos se dirigieron hacia el altar, el corazón latiendo con fuerza. Jake y Heeseung se encontraron en la parte delantera, sus miradas se entrelazaron instantáneamente, y todos los nervios y dudas se desvanecieron en el aire. Allí estaban el uno para el otro, rodeados de amor y felicidad.

El sacerdote comenzó el ritual, compartiendo palabras sobre el amor y la unión. Jake se sentía en un sueño, cada palabra resonaba en su corazón. Cuando llegó el momento de los votos, ambos se miraron a los ojos, y la emoción llenó el aire. Las promesas que se hicieron fueron sinceras, llenas de amor y esperanzas para el futuro junto a sus dos pequeños.