𝐈 𝐤𝐧𝐨𝐰 𝐈 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐇𝐞𝐞𝐉𝐚𝐤𝐞

¿Amor a primera vista? ~Especial HoonKi 1/2~

Este capítulo se dedicará a cómo se conoció el SungKi/HoonKi
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La música retumbó fuertemente los oídos de Sunghoon tan pronto entró en esa casa que por un momento lo dejó inmóvil. Trató de acostumbrarse al volumen de la música y se dedicó a mirar el interior de la casa. Ya habían personas casi ebrias, bailando y conversando. Lo que no le pareció sorprendente -debido a estar acostumbrado- es que antes de entrar, pudo visualizar a un grupo de personas en un estado que no era de ebriedad. Algo muy obvio con tan solo verlo, bueno, solo si sabes diferenciar esos estados.

Bueno, volviendo a lo importante. Sunghoon caminaba torpemente entre esa gran multitud de personas mientras trataba de visualizar a su primo, Jay. Mientras más avanzaba, más rara se ponía la cosa. Llegó a sentir con lo jalaban para bailar con él, o lo agarraban de la cintura. Lo más extraño fue la nalgada que le dieron cuando pudo salir de esa multitud.

-¿Qué carajos? -volteó y vió a un hombre guiñarle un ojo.

Ignoró lo sucedido y volteó, encontrándose con Jay.

-¡Sunghoon! -lo abrazó- Pensé que nunca llegarías.

-¡Jay! -correspondió el abrazo- Te estaba buscando -sonrió.

-Yo también, pero aquí estás. ¿Quieres algo de tomar?

-Por favor.

-¿Me podría preparar esta misma bebida? -señaló la bebida en su mano, el bartender asintió- Gracias. Te pedí la misma para que la pruebes, es buena.

-Se ve que sabe bien.

Luego de unos minutos, el bartender apareció con una bebida de un color rosado, un pedazo piña decorando el borde del vaso, pequeñas fresas dentro de la bebida y coco rallado.

Sunghoon bebió un poco, degustando el sabor.

-Sabe bien, no es muy "wow", pero tampoco sabe mal -bebió- Me gusta.

-Pienso lo mismo.

Así estuvieron, hablando, riendo y bailando un poco. Ninguno de los dos estaba ebrio. Jay, porque tiene que estar al pendiente de todo lo que pasa en su casa; y Sunghoon, porque no le gusta sentirse así. Todavía recuerda la primera y última vez que lo vivió. Eso pasó en su fiesta de sus 18 años, que terminó con un horrible dolor de cabeza, pero agradecido de no haber vomitado.

Bueno, eso es otra historia.

En fin, Sunghoon se imaginó a Jay ebrio, encima de la mesa de billar y cantando como si hubiera vivido 24 divorcios, mientras las demás personas cantaban con él y lloraban. Pero imaginó mal, ya que la persona que estaba haciendo eso era el novio de Jay, Jungwon. Rió y de un momento a otro vió a Jay bajando a su novio y llevándoselo. Luego, regresó y suspiró.

-Tuve que sacarlo de ahí porque si no me hubiera dado cuenta, cosa que era imposible, hubiera sido capaz de tirarse al público. -negó riendo- Lo bueno es que se quedó dormido tan pronto su cabeza tocó la almohada.

-Jajaja, que hubiera sido de ti si no se llegaba a dormir. -dijo, aún riendo.

-Si, probablemente me hubiera violado o me hubiera amenazado a muerte si no me quedaba con él. -suspiró- Pero lo amo... aunque es así de loquito, demente y un dolor de cabeza.

-Como te trae Jungwon. -negó sonriendo.

-Me trae a sus pies. -ambos rieron.

Luego de esa pequeña conversación, Sunghoon notó como entre esa multitud de personas, habían dos en especial que le llamó la atención. Pero no en atracción, lo dejó un poco desconcertado. No pudo ver bien sus rasgos faciales, pero eran dos chicos. Uno de ellos estaba jalando la mano del otro de manera brusca, mientras que el otro intentaba zafarse del agarre, fallando. Vió como abrió la puerta y empujó el cuerpo contrario hacia el exterior de la casa, para después cerrar la puerta.