𝟎𝟐 𝐋𝐨𝐲𝐚𝐭𝐥𝐲

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En el sofá estaban Amanda y Daniel, acompañando a Shannon Keene, la madre de Robby. Los LaRusso les dieron espacio para que pudieran conversar.

—Lo siento, Robby —dijo Shannon, apenada, aunque su hijo no la miraba a los ojos-. Lo del cabo fue un error.

—te lo dije -respondió Robby, manteniendo su postura.

-Lo sé -replicó Shannon-. Sé que no estuve para ti, y... Cielos, es difícil para mí. Quiero arreglar las cosas, pero debo irme de nuevo.

-Por supuesto -dijo Robby, acostumbrado a la situación-. ¿Adónde esta vez? ¿Baja Las Vegas?

-Rehabilitación -confesó Shannon-. Necesito ayuda, hijo. Tardé demasiado en darme cuenta, pero el alcohol... las pastillas...

Robby la escuchaba atentamente, volteando a verla.

-Tengo que cambiar. Quiero hacerlo por ti.

-Es genial, mamá -respondió Robby.

-La familia LaRusso dijo que puedes quedarte con ellos hasta que termine mi rehabilitación. También puedes irte con tu padre...

-No -respondió Robby, tajante.

-Mira, sé que ustedes dos no tienen la mejor relación -admitió Shannon-. Pero es mi culpa.

- No quiero que mis problemas te vuelvan en su contra. Él se preocupa mucho por ti y te quiere en su vida.-aclaró la mujer

Con lágrimas en los ojos, Shannon abrazó a su hijo. Robby también se emocionó, triste porque justo cuando su madre decidió cambiar, debía alejarse.

Aunque estaba acostumbrado a la soledad, no podía negar cuánto la quería. Shannon mostraba arrepentimiento por el daño causado, dándole besos a su hijo.

-Prometo que estaremos bien, y seremos una familia mucho mejor. Por favor, cuídate. Si necesitas algo, puedes acudir a tu padre. Él te quiere y no dudará en ayudarte.

Después de la despedida, Robby necesitaba un momento para procesar todo. No era una situación fácil, pero tenía a Daniel para apoyarlo, como la figura paterna que nunca tuvo.

Mientras tanto, en la casa de los LaRusso, Sam estaba en su cuarto hablando con Moon por videollamada, contándole lo sucedido la noche anterior.

-Nos sacaron de la pista de patinaje -comentó Sam.

-No puedo creer que te hiciera eso. Lo siento -dijo Moon, sorprendida.

-No entiendo qué es lo que ve Miguel -se quejó Sam.

-Bueno, al menos ambos lo superaron -dijo Moon, aunque Sam la miró con duda en sus ojos.

-Sí, supongo -respondió Sam, sin mucha convicción.

-Oye, ¿por qué no vienes más tarde? Mi mamá está fuera de la ciudad. Trae a tus amigos del karate.

𝐄𝐗𝐈𝐋𝐄 || 𝐑𝐎𝐁𝐁𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora