Capitulo 5

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Un nuevo día había comenzado en París, en especial para dos jóvenes, que ahora ocultaban el secreto más grande de su vida

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Un nuevo día había comenzado en París, en especial para dos jóvenes, que ahora ocultaban el secreto más grande de su vida.

En la mansión Agreste, una señora que parecía estar algo impaciente observaba el reloj de la sala.

— ¿Qué estará haciendo?— se preguntó Nathalie, así que decidió averiguarlo yendo directo hacia su habitación, pero al abrir la puerta se llevó una gran sorpresa.— ¿Adrien?




— ¿No lo vieron irse?— preguntó el señor Agreste algo impactado.— Si le pasa algo a mi hijo ustedes serán los responsables.— reprendió a Nathalie y al guardaespaldas del joven Agreste mientras estos mantenían la cabeza gacha.

Por suerte ellos sabían en dónde estaba, o mejor dicho, a dónde se dirigía.




Un joven rubio corría por las calles de París mientras tenía puestas sus gafas de Sol. De repente, su kwami salió de su chaqueta.

— En serio fue mala idea usar tus poderes para salir por la ventana.— reprendió a su portador.— No puedes usarlos para beneficio personal.

— Lo siento Tikki, era la única manera de escaparme. No quiero quedarme encerrado toda la vida. Quiero ir a la escuela, conocer gente, hacer amigos, como todos los demás.

El siguió corriendo pero el kwami se detuvo con el ceño fruncido, haciendo que el rubio se acercara a ella.

— Vamos, no fue mi intención. Perdóname.

— Solo si no lo vuelves a hacer.— seguía cruzada de brazos sin dirigirle la mirada.

El chico solo rió por la reacción de su amiga.

— Vale, está bien. Y como compensación por lo que hice...— el chico saca una galleta con chispas de chocolate.

El kwami, al ver lo que tenía Adrien en la mano, abrió los ojos por la emoción. Trató de alejarse de la tentación pero de manera inconsciente y rápida tomó la galleta.

— Lo tomaré, pero me ofende muchísimo.— la comió en dos bocados.

— Vamos, Tikki. No quiero que me atrapen.— abrió su bolso, haciendo que el kwami entrara rápidamente en este, para luego seguir corriendo.




Una chica tomó su mochila mientras tomaba un pedazo de queso con algo de asco y lo guardaba en su bolso. En eso su kwami salió de su mochila.

— ¿Por qué tenemos que ir a la escuela? ¿No podemos faltar hoy?

— No Plagg, es mi segundo día en esa escuela. No pienso faltar por uno de tus caprichos.— le aclaró al kwami negro.— Aparte no sé por qué adoras...esto.— le costaba decir la monstruosidad que había guardado, ya que apestaba más que la misma basura.

Miraculous AU Alternative: Mister Bug & Lady NoireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora