Luz en la Oscuridad (Izuku x Nejire)

Capitulo 12: Decisiones Difíciles

Al día siguiente, Izuku caminaba por los pasillos de la U.A., cada paso pesado y lleno de nerviosismo. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar a Nejire. El peso de la culpa lo había acompañado desde que despertó en la enfermería y descubrió que había dejado plantada a la persona que más le importaba. Su mente era un caos, intentaba desesperadamente pensar en una manera de disculparse, de hacer que todo volviera a la normalidad, pero cada escenario que imaginaba terminaba en el mismo lugar, decepcionándola aún más.

A lo lejos, la vio. Nejire estaba de pie al final del pasillo, conversando con algunos compañeros de la clase 3-A. Pero algo era diferente en ella. Su actitud relajada y burbujeante, esa energía que siempre irradiaba, parecía apagada. Izuku sintió cómo su estómago se encogía. Cada vez que la había visto antes, su sonrisa era suficiente para iluminar su día, pero ahora, esa chispa parecía haberse extinguido.

Se acercó con pasos lentos, su mente llena de dudas. ¿Y si ya no quería hablarle? ¿Y si lo había dado por perdido? No podía soportar la idea de perderla, no de esta manera. Cuando estaba a pocos metros, la llamó suavemente.

"Nejire..." Su voz era apenas un susurro, y su nerviosismo lo hizo titubear por un momento. Pero ella no lo escuchó o lo ignoró, así que Izuku alzó la voz. "¡Nejire!"

Esta vez, ella levantó la cabeza lentamente, girándose para mirarlo. El brillo que usualmente iluminaba sus ojos había sido reemplazado por una mirada fría y distante, y su rostro estaba tenso, como si estuviera conteniendo algo. El simple hecho de que lo mirara de esa manera lo hizo sentir como si un bloque de hielo se le hubiera instalado en el pecho.

El grupo de estudiantes que la rodeaba empezó a disolverse. Algunos intercambiaron miradas incómodas, como si supieran que algo serio estaba a punto de suceder. Izuku dio un paso más hacia Nejire, pero con cada metro que se acercaba, sentía como si la distancia emocional entre ellos solo creciera.

"Nejire," dijo, intentando controlar el temblor en su voz. "Necesito hablar contigo. Sobre lo de ayer... No fue mi intención desaparecer ayer."

Nejire lo miró por un momento, su rostro serio. Parecía estar evaluando cada palabra que él decía, buscando algún rastro de sinceridad o de una excusa más. Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, ella habló. Su voz era suave, pero fría.

"Midoriya," dijo, y el hecho de que usara su apellido y no su nombre lo hirió más de lo que esperaba. "Te esperé durante horas." Hizo una pausa, dejando que sus palabras calaran profundamente. "Horas, Izuku. Ni un mensaje. Ni una llamada. Nada."

Izuku sintió como si lo hubieran golpeado en el estómago. Trató de hablar, pero las palabras parecían atorarse en su garganta. Finalmente, logró balbucear una disculpa.

"Nejire... lo siento muchísimo. No fue a propósito, te lo juro. Ayer tuve un entrenamiento con Kacchan... fue mucho más intenso de lo que esperaba. Hubo un accidente y... quedé inconsciente." Su voz temblaba mientras hablaba. "Cuando desperté, ya era muy tarde. No tenía forma de avisarte."

Nejire lo miró sin cambiar su expresión. No parecía sorprendida ni siquiera enfadada, solo... cansada. "¿Inconsciente?" repitió lentamente, como si probara la palabra, evaluando su peso. "Esa es tu excusa. Que te desmayaste y por eso no pudiste venir."

Izuku levantó las manos en señal de defensa. "¡Es la verdad!" exclamó, desesperado por que ella le creyera. "Kacchan me golpeó con una explosión más fuerte de lo que esperaba, y cuando me di cuenta, estaba en la enfermería. ¡No quería lastimarte, te lo prometo!"

Nejire dejó escapar un suspiro pesado, sus hombros hundiéndose ligeramente. "Siempre es algo contigo, ¿no?" murmuró, más para sí misma que para él. "Siempre hay algo que no puedes controlar, algo más importante que yo."