DxD:Regreso al pasado.

Acto 9:¿Soy tu-qué?

¿Tu qué?-. La voz extrañada del chico resonó en el ambiente frente a la mujer que lo miraba sin ninguna pizca de hincapié de haberse equivocado.

Nuevamente ella respondió que era "su vaina" algo que Issei seguía estando equivocado por el término usado para referirse a él. Sin embargo, empezó a rascarse la nuca un poco curioso mientras la mujer permanecía en silencio.

-Eto...supongo que sí...-. Estaba incómodo, debía admitirlo y la mujer asintió al verlo mejor...el silencio se hizo presente en el lugar, Issei no sabía qué decir y la mujer solo lo miraba de forma sería, sin ninguna pizca de atención propia. Viendo esto decidió ver detrás de la mujer a la pareja Pendragon que sonrieron un poco de lado por el trato, disculpándose internamente mientras empezaban a caminar en dirección de ambos.

-Lamentamos la interrupción. Podemos entender tu curiosidad, joven-. Habló la mujer de cabellera rubia mientras se acercaba a su hija.- Artoria...creo que deberías ayudar al joven con el conocimiento de lo que significa ser "eso"-. Su madre tocó el hombro de su hija mientras se podía escuchar un suspiro frustrado por la conocida "Artoria".

Issei entrecerró los ojos, había varios puntos que no entendía de la situación que se estaba desarrollando.

¿¡Por qué está mujer le decía que era "Su vaina"!? ¿¡Desde cuándo los Pendragon tuvieron una hija más!? ¿¡Esas tetas podrían dejar de tentarlo y mirarlo!?

Agradecía que el traje de la conocida Artoria le dejará una buena vista del escote de sus pechos, pero esto no era un momento para estar viendo eso, debía prestar total atención si quería saber todo lo que significaba ser su vaina.

-Entiendo-. Ella volvió a tomar una expresión algo...disconforme y bastante inquietante, Issei no podía concentrarse por el frío que se sentía en el clima por cada palabra que soltaba.- Será mejor que vayamos adentro de una vez-. Sin vergüenza alguna tomó la mano de Issei para indicarle por dónde tenía que ir, el chico se quedó un poco desconcertado mientras eran seguidos por la pareja Pendragon de cerca.

Las grandes puertas del gran castillo se empezaron a cerrar dónde se veían múltiples melenas caminando en dirección a una sala, dejando solo palabras en el viento y una brisa bastante suave.

Issei caminaba viendo alrededor, sentía el fuerte agarre de Artoria sobre su mano con un poco de agresividad y confusión, pero decidió guardar silencio frente a este suceso y solamente seguía maravillado por el castillo Pendragon...pese a que lo conocía gracias a Le Fay en su dimensión anterior.

¡Mi pequeña Le Fay! ¡Mi hermosa maga! ¡Cuánto deseo verte!

Una sonrisa tierna adorno el rostro del chico al pensar en la atractiva maga de estatura pequeña, recordó cuando ella le pidió con un poco de vergüenza si podía estrechar sus manos con ella...se veía tan tierna. Aparte, su pensamiento le decía que era imposible que una hermosa chica le pidiera estrechar sus manos por voluntad propia.

-¿Joven?-. Preguntó Lord Pendragon un poco curioso por la cara de Issei que mostraba una diminuta sonrisa feliz, el chico sacudió un poco su mente al ser llamado mientras miraba al hombre que llamó su atención.

-Lo siento, Lord Pendragon. Solamente estaba divulgando en mi mente al ver un lugar tan agradable y majestuoso-. El hombre sonrió al escuchar las palabras del joven chico, al parecer se encontraba sorprendido por la elegancia del castillo Pendragon al igual que su majestuosidad.

-No te preocupes, joven. Desde ahora, este podría ser tu hogar-. ¡Qué confianza, Lord Pendragon! Issei se sintió un poco extrañado por esas palabras, no sabiendo el contexto ni lo que realmente quiso dar a entender el hombre de esta familia...poco sabía que estás palabras venían con un peso bastante grande para él.