estaba limpiando su glock tras el trabajo de esa noche cuando vio su rostro en las noticias.
pasó un minuto entero antes de que jungkook recordara cómo respirar.
sin ser consciente de sus propios movimientos, ya estaba de rodillas, a centímetros de la pantalla del televisor en la habitación del motel.
¿quién... era él?
su rostro era exquisito, pero dios, estaba agotado. su fuerza parecía frágil, aunque sus grandes ojos dorados seguían llenos de vida. debajo de su hermosa imagen, aparecían las palabras "víctima de secuestro habla en la sentencia", y la sangre de jungkook comenzó a hervir mientras subía el volumen.
─señor kim, ¿cómo fue enfrentarse hoy cara a cara con el hombre que lo secuestró?
la pregunta incomodó al joven, pero lo ocultó bien.
─no fue... agradable. pero espero que, algún día, verlo tras las rejas sea parte de mi cierre.
la voz de kim hizo que la sangre de jungkook corriera hacia el sur, endureciendo su erección dolorosamente detrás de la cremallera de sus pantalones.
suave, ronca, resistente, pura, honesta. nunca en su vida se había sentido tan atraído por un sonido. y ahí estaba, presionando su frente contra la pantalla, empañando el cristal con su aliento. sus manos recorrieron los bordes del televisor, casi sacándolo de la cómoda barata, con la necesidad de estar lo más cerca posible de él. ¿quién era ese chico? ¿quién había intentado hacerle daño?
terminaría con su vida. al fin y al cabo, era un profesional. eso era lo que hacía.
y lo haría por él. con una sola mirada, haría cualquier cosa por él.
el señor kim trataba de abrirse paso entre la multitud de periodistas, pero estos se enredaban en un coro chirriante, atreviéndose a bloquearle el camino.
─¡señor kim! ¡taehyung!
taehyung.
ese era su nombre.
kim taehyung.
no se molestó en escribirlo, porque ya estaba grabado en lo profundo de su mente.
sentía garras en el pecho, reorganizándole los órganos, haciéndolo nuevo. convirtiéndolo en lo que taehyung necesitaba que fuera. lo adoraría. encontraría a ese dulce chico y lo protegería de cualquier daño. era suyo para cuidarlo, para conservarlo, para casarse con él. para follarlo.
ese era su ángel. había sido enviado para él. su sangre se lo decía.
en la pantalla, taehyung mordía su labio inferior entre sus dientes, y jungkook estuvo a punto de venirse en sus pantalones. la presión detrás de la bragueta era demasiado intensa, y tuvo que bajarse la cremallera, acariciarse, pararse sobre sus piernas temblorosas y mostrárselo a él. dejar que viera la última polla que tendría entre sus piernas.
─taehyung. ─gimió, arrastrando la cabeza de su erección sobre la imagen del rostro de él.
─¿qué harás ahora? ─le gritaba un periodista a su chico. ─¿cómo seguirás adelante después de un trauma tan terrible?
la pregunta detuvo a taehyung, sus ojos dorados llenos de preocupación, pensativo. y, dios, era un hijo de puta. masturbándose mientras él respondía preguntas tan intrusivas. mientras hablaba de aquella cosa terrible que le había sucedido. pero lo compensaría tan pronto como saliera el sol. tal vez la anticipación de darle un cierre real, de hacerlo feliz, era parte de la razón por la que estaba tan caliente. tan enfermo de necesidad.
finalmente, taehyung respondió.
─lo que espero es... una vida tranquila y normal. benditamente normal. y si tengo suerte, algo de risa. ─bajó la cabeza y se abrió paso entre la multitud. ─gracias. discúlpenme.
tranquila. normal.
¿podría un asesino a sueldo darle esas cosas?
no.
no, pero alguien más podría.
simplemente tendría que convertirse en otra persona.
la estación de noticias cambió de historia, y jungkook se dio la vuelta, tropezando con la cama y cayendo de bruces. se aferró a su erección como un animal, imaginando los grandes y hermosos ojos de taehyung brillando hacia él. imaginando que estaba mojado y apretando su polla, y que esa dulce voz decía su nombre.
había despertado algo dentro de él. un instinto de apareamiento. de reclamar. y ahora gruñía en el edredón áspero, sus caderas empujaban hacia adelante y hacia atrás violentamente, jurando que lo encontraría.
jurando acosarlo, hasta que supiera exactamente todo de él.
jurando que lo haría su esposo.
cuando llegó, un estruendo de truenos lo cambió irrevocablemente. en su hombre. en su esposo perfecto. su semen empapó las sábanas y burbujeó en su puño, exprimiéndose, rugiendo, hasta que se desplomó, con visiones de taehyung girando en su cabeza.
─voy a por ti, ángel. estaré allí pronto.
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taehyung's husband.
Fanfic (✿◞ ◟) koo es el stalker de su atormentado y bonito esposo tete. © jessa kane