love of my no-life - Rosalie Hale

11

Peter se sentó junto a Alice en el sofá, con su pequeño cuerpo presionado contra el de él; sus ojos dorados se posaron en la televisión frente a ellos.

Bella dormía en el dormitorio de atrás. Había estado demasiado cansada para mantener los ojos abiertos durante el viaje en coche a Phoenix. Desde que llegaron al hotel, Alice y Jasper no habían dicho ni una palabra, pero de vez en cuando, él veía a Alice mirando el móvil que le había dado Carlisle con expectación.

— ¿Se supone que van a llamar pronto? — susurró el pelinegro, aunque sabía que Jasper podía oírlos desde su lugar en el escritorio, a unos pocos metros de distancia. Aunque escuchó la pregunta de Peter, Jasper no hizo ningún movimiento para responderle, y Alice tampoco.

Suspirando en voz alta, agarró suavemente el hombro de Alice.

— ¿Qué pasa, Alice?

— No pasa nada — respondió Alice, sin apartar la vista del televisor.

Peter reprimió el impulso de poner los ojos en blanco y probó una táctica diferente.

— ¿Qué estamos haciendo?

— Esperando que Carlisle llame.

— ¿Y ya debería haber llamado? — preguntó Peter, y observó cómo Alice finalmente se daba cuenta de lo que estaba tratando de hacer.

— Sí — dijo Alicia, con su voz apenas un susurro.

— ¿Qué significa eso? — preguntó Peter, obteniendo finalmente algo de información — ¿Que aún no ha llamado?

— Significa que no tienen nada que decirnos —respondió Alice, mirándolo brevemente. Peter miró a Alice a los ojos, tratando de encontrar algo en las pupilas ambarinas, pero no encontró nada más que estática.

Peter se sintió irritado. No por Alice, sino por él mismo por haber puesto a todos en esa situación. Si no hubiera dado esos dos pasos hacia adelante, James no habría captado a Bella ni su olor. Todo habría estado bien si Peter no hubiera sido tan estúpido como para compadecerse de una chica que podía partirlo en dos.

—¿En qué estás pensando? — La voz de Alice era suave y extendió la mano para tocar su muslo.

—No estoy pensando en nada — respondió Peter, recostándose en el sofá—. Bueno, no estoy pensando en nada realmente importante.

— Estás enojado — la voz de Jasper sonó sorprendentemente fuerte en contraste con los suaves susurros de Peter y Alice.

— No estoy molesto.

El rostro de Alice se iluminó con una sonrisa mientras miraba a Jasper. Apartó la mirada de Jasper después de un par de segundos y le apretó el muslo con suavidad.

— Jasper puede sentir las emociones, Peter.

El frunció el ceño y miró al vampiro rubio.

— ¿Puedes?

— ¿Rose no te lo dijo? — preguntó Alice, frunciendo el ceño. La expresión de su rostro la hacía parecer una niña pequeña, y tuvo que contener una sonrisa por eso.

— Rosalie no me dijo nada más que todos ustedes eran vampiros — dijo Peter, y cortó a Alice, que había abierto la boca — Descubrí el talento de Edward porque no me dejaba en paz con mi deformidad. Ya que puede leer mi mente y ver todo lo que hago.

— No es una deformidad — respondió Alicia con severidad.

— Nos trajo hasta aquí, ¿no? — replicó, señalando con las manos la habitación del hotel que los rodeaba.