Minutos antes.
Un sentimiento de aprensión invadió a Utena cuando aquella voz, que había escuchado pocas veces pero recordaba bien, llenó la habitación.
No quería mirar atrás.
Era una de esas situaciones en las que el instinto le gritaba que se mantuviera inmóvil, que no hiciera el mas mínimo movimiento que pudiera llamar la atención.
Deseaba convencerse de que todo no era más que un juego cruel de su mente, una ilusión pasajera nacida del agotamiento. Sin embargo, esa voz, familiar y afilada, perforó el silencio, imposible de ignorar.
"Me alegra verte de nuevo".
Sus ojos se abrieron de golpe. Apenas se atrevió a respirar cuando lo vio moverse en su visión periférica, acercándose lentamente, como si estuviera disfrutando cada segundo de su vulnerabilidad.
De pronto, estaba a su lado, con aquella sonrisa que le había mostrado el día en que se conocieron, una sonrisa que parecía haberse congelado en su rostro, como si se tratara de una máscara imposible de romper.
"Di algo, empiezo a sentir que me estás ignorando...".
Lentamente, casi como en un trance, Utena giró la cabeza, sus ojos finalmente encontrándose con la criatura que había desatado todo el caos en su vida.
"H-Hola...".
Hizo lo imposible por sonar casual, como si su cuerpo no estuviera temblando por dentro, como si su corazón no latiera tan fuerte.
No podía permitir que él viera la grieta en su fachada.
Sabía que no solo era su seguridad lo que estaba en riesgo. Sus pensamientos revolotearon hacia la puerta de su cuarto, la única vía de escape visible. A unos pocos metros, al otro lado de esa frágil barrera, estaba su madre.
Si algo salía mal...
Ella también estaría en peligro.
"Hola, ha pasado tiempo...".
La voz de Venalita la arrancó de sus pensamientos. Su tono, despreocupado, casi divertido, contrastaba violentamente con la tensión que Utena sentía, mientras la figura de Venalita giraba alrededor de ella, como un depredador acechando a su presa.
"Vine hoy porque pensé que era un buen momento".
Finalmente, Venalita se detuvo frente a ella.
"Felicidades por tu recuperación".
Utena sintió el impulso de maldecirlo, de gritar, de huir de aquella situación sofocante.
"Ahora que estás mejor, me gustaría hablar del papel que espero que asumas dentro de Enormita".
Trató de no reaccionar.
"P-Pero yo...".
"Espero que no hayas olvidado que eres parte de la organización".
Utena sintió como si una jaula invisible comenzara a cerrarse a su alrededor.
"Entiendo que no estás del todo convencida, pero sé que solo necesitas un poco de acción para motivarte".
Realmente quería decirle tantas cosas en ese momento.
Pero no podía.
Ella no tenía...
"Me hubiera gustado que intentaras usar tus poderes, seguramente estarías mucho más dispuesta después de experimentar lo suficiente con ellos".
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Mahou Shoujo Ni Akogarete - Un Desenlace Diferente
Hayran KurguUtena se niega a ser una villana y es herida por Tres magia en su primer encuentro. Haruka, kaoruko y Sayo, arrepentidas, buscan enmendar su error.