Chapter VI: The Life of the Isle of the Lost

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| Este no será un "What If", sino más bien un vistazo de de lo que fue la vida en la Isla de los Perdidos y la continuación del capítulo "Chapter XVI: Outset Vol

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| Este no será un "What If", sino más bien un vistazo de de lo que fue la vida en la Isla de los Perdidos y la continuación del capítulo "Chapter XVI: Outset Vol.3" de "My Evil Queen", ya que muchos quisieron saber qué pasó luego de que Evie encontrara a Mal e Ian.

(Este cap contiene información verídica de los libros originales de Descendientes, personajes, lugares, escenarios y acontecimientos). |.

A pesar de que la Isla de los Perdidos era nada más que una mancha en el paisaje, evidentemente más marrón que verde, con un conjunto de chozas con tejado de chapas montadas descuidadamente, casas construidas unas sobre otras con el constante peligro de derrumbarse en cualquier momento, y cientos de habitantes malhumorados y resentidos...para Ian resultó ser el hogar soñado.

Despertar en una cama real, que aunque fuera un colchón avejentado era más de lo que siempre ha tenido, ya que dormir en el suelo era la posición perfecta que un ser humano debe poseer.

Además tenía sábanas y mantas que lo cubrían, de pequeño sólo le permitían una y era cuestión de privilegio, debía ganársela.

Sin duda algo que le fascinó fue poder moverse en aquella cama, era espaciosa y fácilmente cabían cuatro personas en ella, pero sin dudas lo que más disfrutó fue tener una hermosa y resplandeciente villana que se acurrucó a su lado toda la noche.

Jamás imaginó poder sentir un tercio de todas las emociones que tuvo la noche anterior, probar unos dulces labios, tocar una suave piel, oír su nombre en forma de placer en lugar de súplicas y temor al verlo.

Mal abrió una puerta completamente nueva en su vida, una en la que únicamente había aventura y villanía, él tenía sus dudas, pero de algo estaba completamente seguro, aquella chica de cabello morado lo cautivó y mostró experiencias completamente nuevas.

Ella era vil, despiadada, Ian nunca tuvo sueños más allá del Templo, su vida era el Clan y nunca se permitió o le permitieron tener otros pensamientos, pero si los hubiera tenido sin dudas Mal sería la chica de sus sueños.

Ian: -Mal...-. Musitó somnoliento al no sentir a su lado a la villana.

Mal: -Debo irme, te veo luego-.

Aquellas fueron sus últimas palabras antes de cerrar la puerta de su cuarto frente al rostro de su mejor amiga, la cual casi rompió en llanto al ver que el chico que tenía su corazón logró caer en las garras de la hija de Maléfica.

Por supuesto Mal no era ciega, notó desde un instante las intenciones de Evie Grimhilde.

Aquella chica jamás supo disimular su enamoramiento hacia alguien, mucho menos coquetear para lograr el objetivo que tuviera en su mente.

Pero Ian era diferente, Mal al ver su gran entrada en la Isla supo que no era como el resto de villanos, él estaba en otra categoría, en la primera si se tratara de olimpiadas, en definitiva la maldad la había cautivado y no dejaría por nada del mundo que alguien se lo quitara, eso incluía a su mejor amiga.

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