**Capítulo 3: Recuerdos del Primer Encuentro**

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El sol se deslizaba suavemente por el cielo, bañando el Reino de los Champiñones en una luz dorada. Peach estaba en el jardín del castillo, disfrutando de un momento de paz entre las flores. Había estado pensando en las tareas del día cuando un suave murmullo interrumpió su tranquilidad."¡Hola! ¿Puedo pasar?" La voz era melodiosa y llena de curiosidad.

Peach se giró y vio a una joven que parecía provenir de un cuento de hadas. Su cabello brillaba como el oro bajo el sol, y sus ojos destellaban con una mezcla de determinación y alegría. Era imposible no sentirse atraída por su energía."¡Por supuesto! Soy la Princesa Peach," respondió, sonriendo ampliamente.La joven dio un paso adelante, su expresión llena de asombro. "¡Es un honor conocerte, Princesa! He escuchado tantas historias sobre ti.

 Vine a explorar el reino y conocer su belleza.""Me alegra que estés aquí. Hay mucho que ver," dijo Peach, sintiendo una conexión instantánea. Había algo en la forma en que la joven hablaba, en su mirada decidida, que la hizo sentir viva.A medida que conversaban, Peach se dio cuenta de que compartían sueños similares de aventura y justicia. 

La joven le habló sobre sus viajes, sus deseos de hacer el bien y su fascinación por la magia que impregnaba el reino. Peach escuchó atentamente, encantada por su pasión."Me llamo [ T/N]," dijo al final, sonriendo tímidamente. "Siempre he querido ayudar a los que lo necesitan, y he oído que tú lo haces constantemente.""Siempre estoy buscando maneras de ayudar," respondió Peach, su corazón latiendo con fuerza. "Quizás tú podrías quedarte un tiempo y unirte a mí. Hay mucho que podemos hacer juntas."El brillo en los ojos de la protagonista iluminó el jardín. "¿De verdad? Sería un sueño hecho realidad."Desde aquel día, la conexión entre ellas floreció. Pasaron horas explorando el reino, compartiendo risas y sueños, y fortaleciendo un lazo que se sentía destinado a ser. 

Cada conversación, cada momento juntas, fue una semilla que creció en algo más profundo.*No sabía entonces que este encuentro cambiaría mi vida,* pensó Peach, recordando la chispa de aquella primera conversación. Ahora, ante la amenaza que se cernía sobre su reino, ese vínculo se había convertido en su mayor fuente de fuerza y preocupación.La imagen de [ T/N] sonriendo en el jardín se grabó en su corazón. *Debo protegerla a toda costa,* juró en silencio, decidida a que su historia juntas no terminaría en sombras.


  La Prueba de la Verdad 

El bosque se había vuelto un laberinto de sombras y luces danzantes. A medida que avanzabas, el aire se tornaba más denso y las susurrantes hojas parecían murmurar secretos ocultos. 

El corazón te latía con fuerza, recordándote la misión que llevabas a cabo, pero la ansiedad también comenzaba a hacer mella en tu determinación. *¿Qué tipo de prueba será esta?* te preguntaste, mientras te adentrabas más en el Bosque Susurrante. Una niebla espesa rodeaba los árboles, y, aunque era hermosa, te hacía sentir como si algo te estuviera observando. De repente, el ambiente cambió.

 Las luces comenzaron a parpadear, y un escalofrío recorrió tu espalda. Ante ti, un destello apareció en el aire, tomando forma. De la niebla emergió una figura, una especie de espejo flotante que reflejaba no solo tu imagen, sino también tus miedos y dudas más profundas."Bienvenida a la Prueba de la Verdad," dijo la figura con una voz suave pero firme. "Aquí deberás enfrentar lo que realmente eres. Solo si eres capaz de reconocer tus verdades más profundas, podrás avanzar."*Esto no puede ser bueno,* pensaste, sintiendo que el pánico comenzaba a emerger. 

El espejo comenzó a distorsionarse, mostrando imágenes de ti misma en momentos de debilidad: veces en las que dudaste de tus habilidades, momentos en los que sentiste que no eras lo suficientemente buena."¿Vas a dejar que el miedo te paralice?" preguntó la figura, su mirada penetrante. "¿Vas a huir de lo que eres?"Te sentiste atrapada, observando esas escenas que a menudo intentabas ignorar.

 Pero, en el fondo, sabías que cada uno de esos momentos también te había hecho más fuerte. Con un profundo respiro, comenzaste a hablar."Soy [nombre de la protagonista], y he tenido dudas. He temido no ser lo suficiente. Pero también he enfrentado retos, he aprendido a seguir adelante y he luchado por aquellos a quienes amo."Las imágenes en el espejo comenzaron a cambiar, mostrando momentos de valor y determinación. 

Recuerdos de tu tiempo en el castillo, tu conexión con Peach, tus deseos de ayudar a otros."Ese es el espíritu," dijo la figura. "El reconocimiento de tus verdades, tanto las buenas como las malas, te fortalece. ¿Aceptas quién eres?"Con la voz firme, afirmaste: "Sí. Acepto todo lo que soy y todo lo que puedo llegar a ser. No permitiré que mis miedos me detengan."El espejo brilló intensamente, y la niebla que te rodeaba pareció disiparse, revelando un camino claro hacia adelante. La figura sonrió, su forma desvaneciéndose lentamente.

 "Has pasado la Prueba de la Verdad. Tu valentía te llevará lejos, pero recuerda, el viaje no ha terminado."Con el corazón aún latiendo con fuerza, avanzaste por el sendero despejado, sintiendo un renovado sentido de propósito. Habías enfrentado tu verdad y no solo sobreviviste, sino que emergiste más fuerte. La sombra en el bosque seguía acechando, pero estabas lista para lo que vendría. *Voy a encontrar la Fuente de Luz y proteger lo que más amo,* pensaste, sintiendo que tu conexión con Peach te guiaba. No había vuelta atrás; la aventura apenas comenzaba.

"Bajo el Reino de los Susurros"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora