𝑳𝑨 𝑷𝑹𝑰𝑵𝑪𝑬𝑺𝑨 𝑷𝑹𝑶𝑴𝑬𝑻𝑰𝑫𝑨|| "De mi sangre nacerá el príncipe o princesa que nos fue prometido y suya será la canción de Hielo y Fuego."
Azor Ahai, un dios Valyrio y Valar, un héroe legendario que salvó al mundo de la oscuridad la Larg...
Hace milenios, cuando la antigua Valyria gobernaba el mundo junto a la Tierra Media y oscuridad amenazaba con devorar al mundo, existió un dios Valyrio y Valar muy poderoso llamado Azor Ahai, quien, pese a su naturaleza divina, eligió vivir entre los mortales. Su belleza era única y su poder era inmenso, capaz de moldear la luz y el fuego, pero su corazón solo pertenecía a Nissa Nissa, una semidiosa de gran belleza y sabiduría.
Nissa Nissa era la única que podía templar el espíritu indomable de Azor Ahai. Nissa tan pura, valiente, noble y horrada, y Azor, tan bondadoso, valiente, inquieto y caótico, juntos formaban una pareja perfecta, tanto en la vida como en el combate. Vivían entre los humanos, protegiéndolos del mal que asechaba, y eran venerados por su bondad y su amor inquebrantable.
Sin embargo, llegó el momento en que la Larga Noche, traída por el temible Sauron descendió sobre el mundo. La oscuridad era implacable, y los Caminantes Blancos, criaturas nacidas del frío y las sombras, comenzaron su marcha hacia la destrucción. Los dioses permanecieron en silencio, y la esperanza de los hombres se desvanecía. Fue entonces cuando Azor Ahai se alzó y juró que protegería al mundo de la terrible y eterna oscuridad, fue cuando comprendió que solo un arma divina podría detener a la oscuridad.
Azor pasó años trabajando en la forja de una espada que pudiera canalizar el poder del fuego y luz celestial. La primera vez, intentó templar la espada en agua, pero se rompió. La segunda vez, trabajó en la forja durante cincuenta días y cincuenta noches y templó la espada en el corazón de un león, pero nuevamente falló...
Solo en su tercer intento, Azor Ahai entendió la amarga verdad: el sacrificio de algo amado era la clave para darle vida a la espada. Azor no quería hacerlo y el corazón destrozado, se acercó a Nissa Nissa y le confesó lo que debía hacer. Pero ella, sabiendo que el destino del mundo dependía de su sacrificio, ofreció su vida sin dudarlo a pesar del desacuerdo de su esposo.
Azor Ahai, quebrado por la decisión que debía tomar, levantó la espada con lágrimas en los ojos y la hundió el pecho de su amada, justo atravesando su corazón. El grito de Nissa Nissa resonó por todo el mundo, uniendo su alma con la espada, y así nació Dueña de Luz, un arma imbuida con el poder de ambos.
Con Dueña de Luz, Azor Ahai lideró la batalla final contra los Caminantes Blancos y el ejercito de Sauron, dispersando la oscuridad y salvando al mundo de la Larga Noche.
