Yeonjun y Beomgyu crecieron pensando que eran hermanos, ambos eran buenos cantando, Beomgyu tocaba la guitarra y Yeonjun tocaba la armónica.
Un hombre se los lleva a diferentes lugares con el permiso de sus padres y se los lleva por más meses.
Beomgyu caminaba al lado de su mamá, agarrando su mano y con su otra mano llevaba su guitarra de madera, que no pesaba tanto, cuando su madre llega hasta la entrada de la casa de los vecinos se voltea a ver a Beomgyu y le dedica una suave sonrisa, como siempre hacia, la sonrisa que Beomgyu tanto amaba.
- Espérame aquí, ¿sí? Voy a ir a buscar algo en la casa del vecino, no te vayas muy lejos.-
La mamá de Beomgyu le arregla el cabello poniéndolo detrás de la oreja de Beomgyu antes de entrar dentro de la casa de los vecinos, una casa pequeña y con paredes viejas pero en buen estado, haciendo que Beomgyu se sentará en un banco en la esquina de aquella casa vieja y grande de sus vecinos, esperando la llegada de su madre.
Beomgyu estaba sentado en un banco, afinando su guitarra como cualquier otro día, estaba en medio de unos callejones y ya se estaba poniendo la noche.
Beomgyu afinaba cada una de las acordes de la guitarra, mientras esperaba que su mamá llegara, porque claro, Beomgyu estaba esperando a su mamá la cuál había ido a buscar algo en la casa de sus vecinos, aunque Beomgyu se fue alejando un poco de la casa de los vecinos.
-Hola chico.-
Beomgyu mira hacia arriba y nota a un señor, de edad... media? Se veía de unos 30 años, Beomgyu lo miraba con confusión y le sonríe.
- ¡Hola! ¿Qué necesita, señor?.- deja su guitarra encima del banco con cuidado, la guitarra era su mayor tesoro, era un regalo de su padre, y mira al señor con confusión, sin saber exactamente que era lo que quería.
El señor se acerca a Beomgyu con cautela - Nada, solo me preguntaba que hacia un niño tan bonito por aquí.- sentándose al lado de Beomgyu, acariciándole la pierna, lo cual hizo que Beomgyu se sintiera muy incomodo.
El hombre miraba de una forma rara a Beomgyu, se notaba sus malas intenciones a través de su mirada pero Beomgyu no se dio cuenta de eso.
Beomgyu miraba su guitarra y jugaba un poco con los acordes pero luego el señor le tapa la nariz de una forma rápida a Beomgyu, con un pañuelo, el cuál contenía sedonat, haciendo que la vista de Beomgyu cayera de inmediato haciendo que se sienta con mucho. . . sueño y su vista se vuelve completamente borrosa muy rápido...
Beomgyu ya no podía mantenerse más consciente, sus ojos se cierran y su cuerpo se siente ligero, como si estuviera siendo llevado por alguien.
Beomgyu al abrir los ojos, siente algo doloroso en sus muñecas y tobillos y con una cinta adhesiva en la boca, Beomgyu nota las gruesas cuerdas en sus muñecas y tobillos, le causaban muchísimo daño esas gruesas cuerdas.
Beomgyu se intentaba mover mientras veía alrededor, ve que todo estaba negro, lo cuál le cuasaba mucha angustia y desesperación al notar eso, odiaba no saber donde estaba pero también quería saber sobre... su familia.
- Veo que despertaste...-
Dice una voz gruesa y áspera detrás de Beomgyu.
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La mamá de Beomgyu salía de la casa del vecino, con un pote de azúcar y sal en su mano, mira al rededor pero sin encontrar a Beomgyu, lo cuál le confundía y preocupa bastante a la madre, sabía que Beomgyu nunca desobedecía sus ordenes, Beomgyu siempre le hacia caso a todo lo que decían sus padres, nota que la guitarra de Beomgyu estaba encima de un banco pero no ve a Beomgyu por ningún lado.
-¿Beomgyu? cariño? -
La madre agarra la guitarra y miraba al rededor, comenzando a sentir varias emociones acumularse en su interior, empezando a sentirse muy preocupada, le daba mucha tristeza saber que su bebé debería estar perdido.
- ¡¡Beomgyu hijo!! ¿Dónde estás?... -
La mamá de Beomgyu empieza a buscarlo casa por casa, pero todos los vecinos daban la misma respuesta - No lo vimos por ningún lado. -
Buscándolo por todos lados, luego va corriendo hacia su casa, pensando que quizás podría haber ido a casa.
- ¡¿Cariño, viste a Beomgyu?! ¿vino por acá? - decía con cierto desespero en su voz, comenzando a alterarse un poco por la adrenalina de no encontrar a su lindo hijo, Beomgyu.
La Sr. Choi, mamá de Beomgyu y el Sr. Choi buscaron a Beomgyu por todos lados, pero este no aparecía, la Sr. Choi llama a la policía pero ninguno pudo encontrarlo... Los padres estaban muy desesperados, querían ver a su lindo niño otra vez.
El Sr. Choi agarró la guitarra de Beomgyu que le había regalado mientras las lágrimas cubrían sus ojos, viendo la linda letra de Beomgyu detrás de la guitarra, como una firma, ninguno de los padres de Beomgyu creyeron que esto podía pasarle a su lindo niño.
La mamá de Beomgyu fue hacia la comisaria, estaba tan enojada por todo lo sucedido, muchas emociones la estaban cubriendo.
- E-encuentren a mi hijo!! q-quiero a mi bebé... -
La voz temblorosa de la madre mientras lloraba en los brazos del papá de Beomgyu, ambos estaban devastados, su hijo es tan pequeño y pensaron que le podría suceder cualquier cosa mientras se mantenga allí, en la calle o quien sabe donde.
- M-mi bebé! de seguro esta muy desesperado y perdido! - dice entre sollozos en los brazos del Sr. Choi.
- Tranquila señora... lo encontraremos. - dice unos de los policía, tratando de darles confianza hacia los dos padres, sabía muy bien lo triste que estaba sobre todo lo sucedido, él conocía a Beomgyu, algunas veces lo había visto en la calle y creyó que era un niño muy alegre.
