Prólogo

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Dicen, que si quieres contar una historia bien, hay que empezar desde el principio.

2017

"Jóvenes y prósperos " mencionaban las gentes que veían pasar a la joven pareja tomados de la mano: Nick y Julia, que con 17 años se querían con todo el corazón.

Estudiaban juntos la universidad, en su segundo año de preparación, pasaron de ser compañeros de clase a amantes entre los casilleros, no pasó mucho tiempo antes de que sus miradas se convirtieran en besos robados en los pasillos vacíos del gimnasio o en abrazos llenos de fuego y pasión en los estacionamientos.


Hasta que un día, la vida de Nick y Julia dió un giro de 360° grados.

—¿Te ocurre algo?—dijo Nick sosteniendo a Julia de la cintura y mirándola a los ojos.

—¿Podemos hablar de algo? ¿En el carro?— la mirada vacía de Julia no indicaba nada bueno.

—Ok.— asintió Nick con un nudo en el estómago, tomo las llaves del auto y se dirigen a conversar.

Cierran la puerta del auto en esa tarde lluviosa de febrero, la mirada de Julia preocupa muchísimo a Nick, además, pareciera que la chica de cabellos negros lo estaba evitando.

—¿Que es lo que tienes que decirme?— pregunta Nick con las muñecas recargadas en el volante. Hay nula respuesta de Julia. —Por favor Julia, soy tu novio, dime cómo te ayudo.—

—Estoy embarazada, Nick.—

Las palabras de Julia cayeron como una bomba sobre Nick, quien se sintió como si el suelo se hubiera desplazado bajo sus pies. Su mente giraba con pensamientos confusos.

—¿Estás segura?— repitió Nick sin creer lo que estaba escuchando. Julia asintió con un movimiento de cabeza, y lágrimas en los ojos.

—8 semanas, para ser claros.— acto seguido la chica saca un sobre y se lo muestra al pelirrojo.

La precisión del tiempo hizo eco en los oídos de Nick. Ocho semanas. Su mente repitió las palabras como una cinta rota, como si intentara asimilar y procesar la información. El tiempo pareció detenerse en ese momento, congelando cada latido de su corazón.

—¿Que es lo que vamos a hacer?— Julia solloza de coraje.

—¡No lo sé!— la voz entre cortada de Nick hace compás a las gotas de lluvia que golpean el parabrisas. —No era lo que planeamos.—

—¡Pues claro que no! Somos muy jóvenes para ésto.— Julia rompe en llanto y encoje sus rodillas en su frente.

—Julia, yo..— le toca el hombro.

—Me jodiste la vida.— dice entre dientes.

Nick siente como un golpe de realidad cae sobre su pecho y estómago, su mirada de arrepentimiento y tristeza solo contempla los iris de su novia.

—Vamos a salir de ésto, y haremos lo mejor que podamos.— la toma de las manos. —No sera nada fácil, pero no te voy a dejar sola, ni a ti ni al bebé.— acaricia la mejilla de Julia quien se veía disgustada.

—Si..ok.— Julia acaricia la mano de Nick para después bajarla.

El calendario corrió como pólvora, y un 27 de septiembre a las 8:00 AM, Julia dió a luz a una niña muy fuerte y sana, que dio color a la vida de Nick.

Nick observa los cuneros, y desde su punto de vista observa el tercer cunero de la segunda fila, donde yace una bebé pelirroja con mejillas de bombón.

—Es muy hermosa.— una lágrima escapa de sus ojos.

La bebé ahora está descansando en su cunero en el cuarto de recuperación, envuelta en una manta que la protege del frío del hospital. Su rostro redondo y angelical está serenamente relajado, un dulce sueño inocente. Su pelo rojo como la tarde otoñal de septiembre y sus mejillas llenas de color brillan con una felicidad indescriptible.

—Bienvenida al mundo, Alicia.— murmura Nick. Sus dedos rozan la piel de la bebé con delicadeza, recordando cada detalle de la pequeña que yace dormida frente a él, era como su copia pero femenina.

Su respiración se acompasa con el ritmo de la bebé, como si quisiera sentirse más cerca de ella, más conectado con la realidad que acaba de cambiar su vida para siempre.

Pero la relación con Julia cambió para siempre.

Cuando Alicia lloraba por las noches, la chica de cabellos negros solo ponía una almohada en sus orejas y se sienta irritable.

—¡Nicholas ya duermela!—

—¿Cómo lo hago si tiene hambre?— responde molesto y sostiene a Alicia en brazos. —Ya está papi aquí.— ahora su tono cambia a uno dulce para su bebé.

—No voy a alimentar a esa niña, alejala de mi.—

—¡Eres su mamá! Deberías ayudarme.—

—No, alejala de mi, mi cuerpo de porrista está perdido por culpa de ella.— se voltea tratando de dormir, Nick sostiene una mirada de decepción y corre a la cocina por fórmula.

Hasta que una noche, la vida de Nick cambió para siempre. Nick siente movimientos en su izquierdo de la cama, Alicia está dormida y observa con la vista borrosa que el clóset es un completo desastre, cuyo movimiento ignora y vuelve a dormír.
Un par de horas después, los llantos de Alicia despiertan a Nick, suponiendo que sigue otra toma nocturna de leche.

—¿Julia?— habla con la voz ronca. Se levanta de la cama para ir a la cocina por fórmula, cuando de repente encuentra una nota en la mesa que dice lo siguiente:

"Lo siento, ésta no es la vida que acordamos. No puedo con ésto."

—Julia.

Tuvo que leerlo un par de veces para confirmar que Julia había abandonado a Nick dos semanas después de que Alicia nació.
Miró a su pequeña bebé, miró la carta y decidió quemar la carta después, asimilando que Nick está solo en ésto y haria de todo por proteger a su pequeña bebé.

—Yo estoy aquí, papi te cuida.— susurra mientras alimenta a Alicia. —No dejaré que nada malo te pase, siempre te protegeré.—







"Para tí, en 7 años más."




















¡Hola! ¡Hola! Buenas noches.
¿Les gustó éste pedazo del prólogo? Sentí que era importante añadirlo antes de comenzar la historia. Leere sus comentarios.

¿Ya vieron Heartstopper s3?? Por qué de verdad es una obra maestra 100000/10.

Cuénteme, les gustó ésta nueva historia? .e gustaría saberlo en comentarios. Nos vemos estos dias con más actualizaciones.💓













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