You Are Intolerable | Honghwa☆

Capítulo 15

(Seonghwa)

Yo no tengo “vive con tu jefe” en el
cartón de Bingo de este año. Por otra parte, no tuve “un bebé” ni “me arruiné”, pero boom, aquí estaba.

Mi vida estuvo llena de sorpresas, incluso para mí. Hace siete semanas, nunca hubiera imaginado estar aquí. Me habría reído de la orden de
Hongjoong de ir con él. Pero esas siete semanas habían sido toda una vida de preocupaciones, falta de sueño, pensamientos acelerados y mordiéndome las uñas hasta lo más vivo. Estaba cansado. Cansado de pelear una batalla que no pude ganar. Cansado de ser el único en mi pueblo. Tan jodidamente cansado. Nunca había sabido lo que era sentirse
exhausto hasta los huesos hasta ahora. Y no fue sólo por falta de sueño. Este era un cansancio que había comenzado a filtrarse cuando JuYeon se fue y me inundó cuando entendí que nunca volvería. Ni siquiera para Hye. La cuestión era que sabía que no debería haber vivido en esa casa en esas condiciones, pero estaba tan abrumado por el miedo que no había sido capaz de decidirme a actuar. Todo lo que hizo falta fue que Hongjoong dijera "no más" para que yo empacara mis cosas y me fuera. No tenía idea de cuánto tiempo estaríamos aquí. Su oferta podría haber sido sólo por esa noche. Pero incluso una noche en esta lujosa casa sería como unas vacaciones. Tal vez
después de un poco de descanso, mi cabeza estaría lo suficientemente clara como para planificar mi próximo paso.

Me dolía el pie cuando me desperté de una siesta muy necesaria y mis pezones estaban a punto de explotar, estuve agradecido de que no me crecieron mucho como pensé que lo harian. Por suerte, Hye estaba hambrienta y se hizo cargo de uno de los problemas. Una vez que la alimentaron y cambiaron, exploramos un poco nuestra habitación, pero mi pie no estaba contento con que caminara demasiado, así que nos quedamos en mi gran cama.

"No te acostumbres a esto, Hye-Girl". Le di un golpe en la nariz y ella se sobresaltó, agitando sus extremidades con locura. “Es bonito y todo eso, pero esto es demasiado sofisticado para nosotros. Nos quedaremos aquí un rato hasta que papi se recupere."

Ella hipó y yo me derretí. Todo podría ser una mierda, entonces esta niña haría algo mundano y cambiaría mi estado de ánimo. Era obvio para cualquiera que no estaba en condiciones de ser padre, pero no podía arrepentirme de haberla tenido. En menos de dos meses, ella se había convertido en mi mundo.

Mejoraría nuestras vidas.

Tuve que hacerlo.

Ella se lo merecia.

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Aquella noche el hambre me sacó de mi dormitorio. Hye me absorbió todos los nutrientes. Hubo momentos en que sentí tanta hambre que pensé que mi estómago se iba a comer solo. Nos aventuramos escaleras abajo y deambulamos hasta que encontré la cocina. La casa estaba inquietantemente silenciosa. Sólo los ruidos de bebé de Hye y el zumbido de los aparatos electrónicos me hacen compañía. Ni siquiera los ruidos de la ciudad traspasaban los gruesos muros. Estaba rebuscando en el refrigerador cuando la puerta del garaje se abrió y Hongjoong entró.
Culpable de haber sido atrapado en el acto, cerré el refrigerador de golpe y me enderecé para saludarlo.

Al menos esta vez llevaba más ropa. Me había echado una chaqueta de punto sobre mi camiseta de enfermería y llevaba un par de pantalones deportivos sueltos que había enrollado tres veces hasta la cintura para que no se me bajaran por el suelo. Todavía no me sentía cómodo con que Hongjoong me viera sin ropa de trabajo, pero al menos esto era mejor que mi apenas ropa de esta tarde.

"Hola. Perdón por entrometerme, pero me moría de hambre..."

Sacudió la cabeza mientras entraba a la habitación. "Eres bienvenido a cualquier cosa que encuentres".