Streets | Fang x buster [Fangster]

III

-Ehh...- Fang no sabía que decir, se sentía extraño al hacer algo así tan repentinamente. -Podemos ir al ritmo que quieras, me voy a acabar acomodando

Buster no escucho del todo las palabras de Fang, simplemente fue directamente a hundir su cara en el cuello de este, mientras le acariciaba la espalda a lo largo, hasta llegar a su trasero.

A pesar de su estado de ebriedad, Buster trataba con delicadeza cada uno de sus toques. Quería complacer a Fang, quería que ambos lo disfruten.

-Recuestate en la cama

Ahora mismo no sabía que hacer, sí, se iba a recostar, ¿pero como? ¿Boca arriba, boca abajo, de lado....? Sus nervios no ayudaban, pero Buster sí.

El pelinaranja se postró encima de él al momento de acostarse, dejando sus caras a pocos centímetros. Quiso besarlo, pero algo se lo impedía en ese momento, y tampoco tuvo el valor de pedirle permiso.

Aunque sea mínimo, Buster estaba consciente de lo que estaba haciendo, y él tampoco sabía exactamente como hacer esto con alguien a quien le pagas para hacerlo.

Y Fang no se quedaba atrás.

Se podría decir que eran totalmente nuevos en esto.

Fang se sobresalto al sentir algo húmedo y caliente pasearse por su cuello, estiró la cabeza para darle espacio y cerró los ojos.

Sus ojos quedaron entreabiertos en cuanto la sensación que sentía ahora no eran simples lamidas en el cuello, ahora eran besos.

Buster se tentó en dejarle marcas, pero nuevamente sintió que no era lo adecuado.

Quería explorar más y más de Fang, así que simplemente le dió la vuelta. Era sorprendente la habilidad que tenía para darle órdenes simplemente con pequeños movimientos.

Bajó el cierre del traje, y ahora tenía su espalda totalmente descubierta frente a él. No podía simplemente quedarse viendo, tenía que abalanzarse encima de él.

En cuanto empezó a acariciarlo pudo sentir que Fang temblaba muy ligeramente por los toques, y sin pensarlo simplemente abrió la boca.

—¿E-Estás nervioso?

—No...¿Tu lo estás?— No podía engañarse, estaba muerto de los nervios y bastante tenso.

—No quiero mentirte... Lo estoy.

—Al diablo con esto, yo igual lo estoy... Demasiado.

Fang se volteó por reflejo, quedando nuevamente frente a frente. Está vez, dirigió la mirada al rostro de su acompañante, en los pocos minutos que habían estado juntos, no sé había tomado la molestia de mirar el rostro de la persona con la que iba a pasar la noche.

En cuanto sus ojos se encontraron con los de Buster, pudo ver su rostro sonrojado pero con decisión encima de él. Y sobretodo, se fijó en el atractivo que tenía.

—¿Ya habías hecho esto antes?— preguntó Fang, intentando averiguar cómo seguir con el destino que él mismo había elegido.

—Pagarle horas a alguien no... Pero tener sexo con alguien, solo una vez.

—Ouh... Entonces, tu también eres la primera persona que me paga horas... y compraste todas

Se sintió engañado por un momento, pero que más daba, solo lo vería una noche.

—Entonces voy a suponer que no es la primera vez que tienes sexo con alguien

—No... No es la primera vez

—Entonces, quédate tranquilo, ¿Si? Yo me voy a asegurar de que lo disfrutes.

—Y yo me voy a asegurar de que te vuelvas mi cliente más frecuente.