El día paso muy rápido y llegó la cena, no me gusta nada de esto. Medialuna llegó y se sentó, no prestó atención a lo que decían hasta que su padre la menciono:
-¿Que? - dijo levantando la cabeza.
-Estábamos diciendo- dijo otro señor, Carlos, el padre de Max-, que necesitas... Dice lo tu, Alfred. O Bastián- (el padre de Camila)-, o Manuel -(el padre de Alex)-. Pero que alguien se lo diga.
-¿Que esta pasando? - dijo con el rostro serio.
-Pensamos que tu...- comenzó su madre-. Que sería bueno que tengas un novio.
-Es broma, ¿no? - dijo con una mini-risita.
-Tenemos un acuerdo con el padre de Alex... - le dijo su padre.
-¿Que les hice para que me hagan eso? ¿Eh? -se levantó y se asomo a la puerta para irse-. Están locos. Debo irme.
-Luna... - le dijo Camila.
-No, estoy muy cansada.
Así nomas se fue.
-Alex, te debo una disculpa... - comenzó Alfred. Pero él lo interrumpió.
-No me debe nada- tenía la cabeza abajo cuando Camila dijo:
-Haré que entre en razón.
-Todos tenemos que hacer cosas que no queremos- dijo un poco molesto Max.
-Se está adaptando- dijo ella con calma-, no es fácil cambiar tan rápido de una vida a la otra.
-Si me disculpan- dijo Alex levantandose-. Mañana tengo que entrenar.
-La vas a ver, ¿cierto? - le dijo Max sonriendo y negando con la cabeza.
-Tu mejor callate- le dio un golpecito en la cabeza y se fue.
Si, la iba a ver pero... No sabía que decirle. Si era de admitir, iba a admitir que le parecía linda... No, no linda. Más que eso.
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Desde hoy hasta el infinito
Teen FictionMedialuna, una princesa pérdida de Zinambra, es buscada y encontrada por los dos príncipes, Max y Alex, y una princesa, Camila, que deciden el reto de sus padres de traer de vuelta a la princesa, ahora hija del presidente de Estados Unidos, a cambio...