Capítulo 1 - Da Capo

11 4 7
                                    



Nuevamente los pájaros junto con el sonido de los vehículos despertaron a la joven que yacía en la cama, lo que significa que despertaba más menos una hora antes de lo esperado.

-Otra vez... no dormir bien me está poniendo de muy mal humor por las mañanas, supongo que me quedare hasta que Violet venga a atenderme.

Chisako se quedó sentada sobre su cama, pensando en las cosas que tenía que hacer hoy, entre más pensaba en ello más se deprimía, llego al punto de tararear una canción de jazz para calmarse, luego de una hora y media, Violet su criada vino a despertarla.

-Muy buen día mi señorita Chisako, como siempre luce radiante como todos los mañanas.

Violet saludaba amablemente como siempre lo hacía, mientras hacia una pequeña reverencia. Chisako saludaba fríamente a Violet sin siquiera mirarla.

Entre las dos hacían su rutina de siempre, Violet ayudaba a levantarse a la joven, con su guía la llevaba al baño, prendía la ducha dejando el agua caliente exactamente a 40 grados Celsius, luego ayudaba a desnudar a Chisako con una sonrisa en la boca.

-Veo que su linda cinturita se sigue acentuando, y ese trasero va creciendo divinamente señorita.

-Siempre tan atrevida Violet, por desgracia mi pecho sigue sin crecer.

Chisako se llevaba sus manos a sus pechos que a pesar de no ser plana no era un muy grandes.

-Tranquila señorita dele tiempo al tiempo, además ya llegara un caballero que le robe el aliento.

Eso sería una gran hazaña digna de ver mi atrevida amiga.

Una vez Chisako terminaba de bañarse, se sentaba desnuda en un pequeño taburete para que su criada le secara el pelo, mientras seguían con su rutina, en la mente de Chisako asaltaba la duda que la tenía todo este fin de semana nerviosa.

Realmente será buena idea asistir a esa audición, si Fumeko se llega a enterar...

La joven, a la que ahora peinaban, apretaba sus manos debido a la ansiedad que sentía.

Violet acercó su dedo a la espalda de Chisako, delicadamente la toco mientras lentamente bajaba su dedo por la espalda desnuda de su ama que no pudo evitar soltar un pequeño gemido, la criada incluso fue más atrevida, acercándose a su cuello, ella soplo entre la oreja y el cuello de la joven, lo que hizo que nuevamente gimiera.

-Detente Violet... sabes que no me gusta que me toquen. - dijo con voz agitada.

Violet se reía por la bella reacción de la quinceañera Chisako.

-Señorita lo hice porque estaba poniendo esa cara de estrés, solo quería sacarla de sus pensamientos que la llenan de negatividad.

Violet le pregunto como quería vestir para este día, a lo que ella había respondido como siempre, con su falda modelo escoces, su sweter negro de cuello y gafas negras.

-¿Por qué haces siempre esto Violet?, sabes que no me agrada ponerme sostén, me molesta. - Dijo malhumorada.

Lo lamento es que ya está a una edad que debería cuidar su cuerpo a la vista de los demás... entonces estamos lista señorita, desea esperar a su abuela para tomar desayuno.

Chisako rápidamente contesto con negativa, entonces procedieron a caminar hacia la cocina. En casa, siempre la criada personal de Chisako caminaba unos dos pasos hacia delante de su ama, algo no muy bien visto por la gente de alta sociedad, aun así, lo hacían y por lo menos a la joven ama no le molestaba, si no al contrario se sentía a gusta. Caminaron por largos pasillos hasta que llegaron finalmente a comer en la cocina.

La Nota CiegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora