Flufftober 2024

Día 7: Apodos

Pareja: Nigel/Adam Raki

Fandom: La necesaria muerte de Charlie Countryman. Adam.

                             🐶

Nigel se sacó el cigarro de la boca, tras apagarlo en la suela de su zapato lo lanzó a la calle sin ninguna contemplación.

Se movió de su lugar contra la pared, decidiendo que era tiempo de terminar con su descanso y regresar al bar. Esperaba que algún imbécil ebrio hubiera comenzado alguna pelea en su ausencia, necesitaba desahogarse, se sentía jodidamente aburrido.

Apunto de adentrarse en el callejón para entrar por la puerta de allí, fue detenido por un chico delgado, de rizos oscuros peinados hacia un lado, el chico era hermoso, pero vestía como un abuelo de ochenta años.

–Ahí no pertenece la basura –dijo el chico, sus ojos azules puestos sobre el hombro de Nigel.

–¿Qué? –gruñó confundido.

Cuando vio al chico estirar su mano, Nigel abrió su palma sin pensar, allí cayó la colilla de cigarro que había dejado caer antes.

Nigel apretó sus dientes, enojado y admirado por el valor del otro, lo agarró de su feo suéter para estamparlo contra la pared. El chico frunció el ceño debido al dolor, confuso de una forma distante, lo vio parpadear, mirando del puño de Nigel a su barbilla, su mirada no llegando a sus ojos.

–¿Es una jodida broma? –dijo entre dientes, lanzando la colilla al piso.

El chico siguió la acción con su apagada mirada.

–No, es tu basura.

–Si, es mi jodida basura, si quiero la tiro en la calle o dentro de tu jodida boca, ¿lo entendiste, genio? –masculló, con su mano libre le dio unos golpecitos a la sien del chico.

El chico movió sus largas pestañas, comenzando a verse nervioso.

–Lo lamento, no intentaba criticarte –dijo en un tono plano.

Nigel enredó sus dedos en los rizos del chico, despeinándolo con un agarre duro.

–¿Es jodidamente en serio? –rió sin humor.

El chico se encogió sobre si mismo, Nigel lo observó con intensidad, algo era diferente en ese chico, cualquier otra persona ya estaría orinándose sobre sus pantalones, Nigel sabía era un hombre aterrador cuando quería serlo, se sintió intrigado.

Soltó el agarre en su suéter y relajó el agarre en su cabello, dando un paso más cerca de él.

–Fuiste tan grosero –murmuró Nigel, mirando el hermoso rostro con mayor atención.

–Yo… yo…

Nigel sonrió ávido, mirando sus inestabilidad surgir embelesado.

–¿Tu qué, cosita linda?

El chico frunció el ceño otra vez.

–No soy cosita linda.

Ah, era un luchador, la respiración de Nigel se volvió pesada. El calor creciendo en oleadas desde su interior.

–Si, tu eres precioso, lo siento.

El chico negó con la cabeza, mirando ahora al pómulo de Nigel, ni un poco sorprendido por su brusco cambio de ánimo. Aceptando la situación con su propia extrañeza, Nigel sentía como si hubiera recibido un regalo atrasado de Navidad.

–Ese tampoco es mi nombre.

–Es un apodo, precioso –explicó Nigel en voz baja, colocando su mano libre contra la pared, cortando esa vía de escape para el chico–. ¿Cuál es tu nombre?

–Oh –separó sus bonitos labios, provocando que la polla de Nigel comenzará a llenarse–, soy Adam.

–Adam… –saboreó el nombre, sintió como si una corriente caliente atravesará sus venas, lo reconoció como el veneno de la obsesión.

El chico por fin pareció percibir algo extraño ocurría, porque levantó la mirada, por primera vez encontrándose con sus ojos, en ese momento, Nigel se perdió en el mar azul frente a él, en la bondad y dulzura allí contenidos, sintió su corazón detenerse, sintió su aliento estancarse.

Nigel perdió la vida y la recuperó un segundo después ante la mirada de ese chico.

Cuando su corazón pareció volver a latir otra vez, el veneno obsesivo recién inyectado dio paso a otra cosa, a una cosa aterradora y posesiva que Nigel llamaba amor.

Un sonrojo se apoderó de las mejillas del chico, sus pestañas posándose sobre sus mejillas cada vez más rápido, como alas de mariposa sobre una bella flor, y en sus hermosos ojos azules, Nigel la vio, la llama de la atracción, una cosita que se aseguraría de convertir en amor.
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Solo tengo 7 días del flufftober, pero gracias a los que leyeron hasta aquí.