Espíritu de héroe

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"El sonido de una puerta abriéndose se escuchó por todo el apartamento, un Izuku de seis años, su camisa destruida como si hubiese sido quemada, traía rastros de arena en su ropa y cabello, su cabeza estaba mirando para abajo con unos sin brillo. Avanzo sigilosamente intentando llegar a su cuarto sin hacer ruido pero Inko que estaba en la cocina lo escucho."

"Hijo que bueno que llegas, ¿Cómo te...—Paro de hablar cuando vio el estado de su hijo—¡Izuku!, ¿¡que te paso!?—Dejo lo que estaba haciendo para acercarse, se agacho y comenzó a inspeccionar cada parte de Izuku que aun seguía con la mirada baja."

"Yo... Me caí—Inko miro a su hijo directamente."

"Izuku, ¿Quién te hizo esto?—Pregunto directamente y con seriedad la señora a su hijo que seguía sin decir nada. Solo fueron unos segundos para que notara como de las mejillas de Izuku bajaban pequeñas lagrimas; aunque tuviera la cabeza baja se notaba. Esa fue señal para Inko que abrazo a su hijo con fuerza, el calor y la protección que brindaba fue suficiente para destruir el débil muro de frialdad del peliverde que estaba llorando a todo pulmón."

"¡Mamá, Kachan me golpeo... mientras yo defendía a un niño... me dijo que ya no quiere ser mi amigo...!—Decía entre llanto el pequeño niño que se aferraba a su madre como a un muñeco. Inko acariciaba al pequeño niño por su cabello, un enojo creciente provenía de la señora lo que hizo el hijo de una antigua amiga suya."

"Tranquilo mi niño, cálmate...—El llanto de Izuku se convirtió en pequeños sollozos, el miro a su madre con sus ojos verdosos cristalinos."

"Que hago, el era mi único amigo... estoy solo—La mirada triste de Izuku seguía ahí, sentía si todo lo que alguna vez conoció se le puso en contra. La peliverde mayor miro a su pequeño niño con una mirada maternal."

"Izuku, no te preocupes, si te dijo eso pues el perdió a un gran amigo como lo eres tu, no dejes que te afecten sus palabras."

"Si tal vez despertara mi Quirk, podría...—Susurro el pequeño."

"Hijo, niños como el no valen la pena, si se supone que eras su mejor amigo ¿por qué te dejo solo por no tener poder?—Su pregunta hizo que Izuku se quedara en silencio—Izuku, el poder no se utiliza para pisotear a los demás y sentirte superior, ¿sabes para que se utiliza?."

"No... ¿Para que? —Los llantos del niño pararon y miraba con atención a su madre."

"Para proteger a los que amas, ese es el verdadero uso del poder. Bakugo no entiende eso y lo desperdicia en atacar a los débiles, pero cuando llegue alguien igual o superior lo entenderá."

"Pero mamá. ¿Qué puedo hacer?, yo no tengo poder, soy débil...—El niño bajo su mirada al piso de nuevo."

"Pues cultiva la fuerza en ti y así obtendrás poder—Izuku con sus ojos brillosos miro a su madre—Hace unos meses abrió un dojo de Karate en el centro de Musutafu, ¿quieres inscribirte?—Inko hablo suavemente, sonriéndole a su hijo que tenia una cara de sorpresa."

"¡Si! ¡Me quiero inscribir!, ¡quiero ser fuerte!—Ahora Izuku tenia una cara de felicidad pero también de determinación."

"Recuerda Izuku... El verdadero poder no se trata de pisotear a otros, se trata de proteger a los que amas con todo tu ser."

"Claro, mami"

No se porque ahora tuve ese recuerdo de mi niñez. Veía frente a mis ojos como a mi hermana le estaban arrebatando la vida, no sabia que hacer, no sabia como reaccionar. Si intentaba pelear con ese sujeto era seguro que me terminaría matando. Apreté mis dientes con impotencia. ¿Se suponía que seria un héroe? No puedo ni siquiera salvar a los que quiero...

One For All fragmentadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora