V. "Cicatrices Invisibles."

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Los días pasaron lentamente después del estallido de Antonio, y la casa que compartían HyunJin, YongBok, Antonio y Yungyu parecía cubierta por una capa de tensión silenciosa. El aire estaba cargado de emociones no expresadas y miradas que decían mucho más de lo que las palabras podían.

Antonio había estado más distante que nunca. Pasaba gran parte del día fuera de la casa, alejándose cada vez que las sombras se descontrolaban, cada vez que sentía la oscuridad dentro de él creciendo. Era como si esas sombras estuvieran siempre al acecho, recordándole su vínculo ineludible con HyunJin, el Diablo, y el peso que ese legado representaba.

Yungyu, por otro lado, observaba todo en silencio. Su don de prever el futuro lo había hecho más introspectivo, pero también más solitario. Podía ver cómo las piezas del futuro se movían, cómo el distanciamiento de Antonio estaba creando grietas invisibles en la familia. Y aunque no siempre podía precisar los detalles, sabía que algo grande se avecinaba, algo que pondría a prueba los lazos que los mantenían unidos.

Una noche, cuando el cielo fuera de la casa estaba cubierto por una luna pálida y fría, Yungyu encontró a su padre, YongBok, sentado en la sala de estar, solo, mirando hacia el vacío. Sus cabellos oscuros caían suavemente sobre sus hombros, y aunque su rostro parecía tan sereno como siempre, Yungyu podía percibir el peso en sus pensamientos.

—"Papá, ¿estás bien?" —preguntó con su habitual tono suave, acercándose a él con cautela.

YongBok giró la cabeza lentamente, esbozando una pequeña sonrisa que no alcanzaba a borrar la tristeza en sus ojos.

—"Solo pensando," —respondió en voz baja—. Pensando en muchas cosas.

Yungyu se sentó a su lado, sintiendo la fría energía que siempre emanaba de su padre, pero también algo más. Había una calidez oculta en YongBok, algo que muchos no percibían. Tal vez porque ser la Muerte lo hacía parecer distante, pero para Yungyu, él siempre había sido su refugio. Incluso en sus momentos más oscuros, siempre había encontrado en él un espacio seguro.

—"Antonio está pasando por algo difícil, ¿verdad?" —preguntó Yungyu, sabiendo que no necesitaba decir más.

YongBok suspiró y asintió.

—"Sí, lo está," —dijo, apretando ligeramente las manos en su regazo—. Y lo entiendo, aunque me duele. Sé que está luchando con quién es y lo que representa. A veces me pregunto si debimos haber hecho las cosas de otra manera."

Yungyu lo miró, frunciendo ligeramente el ceño.

—"No creo que hayan hecho nada mal, papá. Tú y HyunJin siempre han hecho lo mejor para nosotros."

YongBok lo miró con ternura, tocando suavemente su rostro con una mano.

—"Gracias por decir eso, cariño," —murmuró—. Pero la verdad es que todos cometemos errores, incluso nosotros. HyunJin y yo hemos tratado de protegerlos, pero quizás les hemos puesto más peso del que debían cargar."

Yungyu se quedó en silencio, sintiendo la pesadez de esas palabras. Él también se había sentido abrumado por su don, por la responsabilidad de ver el futuro y no poder cambiarlo siempre. Sabía que Antonio lo experimentaba de manera más visceral, luchando contra su habilidad de manipular las sombras y lo que eso implicaba sobre su propia identidad.

—"No es fácil ser los hijos de la Muerte y el Diablo," —admitió Yungyu, mirando hacia el suelo.

YongBok rió suavemente, una risa cargada de comprensión.

—"No, no lo es," —dijo, y luego añadió en voz baja—. Pero tampoco es fácil ser la Muerte o el Diablo cuando se tiene un corazón que ama tanto como el nuestro."

[𖤐] born to evil; hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora