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[13] Un dragon solo en el mundo

Una suave brisa se desliza hacia su casa a través de la ventana abierta. La brisa fresca fluía sobre él llevando un tinte de limón. Mirando por la ventana, Viserys tomó nota del gran limonero con sus hojas bailando en el viento.

Este fue un día triste para Viserys. A decir verdad, no ha conocido días felices desde que falleció su madre Rhaella Targaryen, la verdadera Reina de los Siete Reinos. Él es el último hombre Targaryen y solo su hermana compartió su nombre y sangre. Una hermana a la que despreciaba por robarle la vida a su madre.

Ha sido difícil vivir en el exilio.

Cada día vivía con miedo a los perros del usurpador. No solo por su vida, sino que también tuvo que preocuparse por la vida de su hermana. A pesar de que culpó a Dany por la muerte de su madre, no pudo evitar preocuparse por ella. Dany era su hermana, su sangre. Podía odiarla y amarla, pero a nadie más se le permitía hacerle daño. No permitiría eso mientras estuviera vivo.

Él es un Targaryen, la sangre del dragón. Nadie daña a su familia. Los quemaría a todos como lo hizo Argon el Conquistador.

La risa de su hermana pequeña le da una sonrisa en la cara. Observó desde la ventana mientras su dulce hermana corría alrededor del limonero persiguiendo a un pequeño cachorro. El pequeño animal era un callejero que entró en su casa en una noche lluviosa. Su dulce hermana inmediatamente le dio un brillo a la criatura y desde entonces el cachorro permaneció bajo su cuidado.

No tuvo el corazón para negarle a su hermana el compañerismo de la criatura. Especialmente cuando le recordaba mucho a su sobrina Rhaenys, que tenía un gato mascota llamado Balerion. Recordaba bien al gato. Su sobrina pensó en su gato como el Miedo Negro y recreó las batallas de Aegon mientras corría por el Red Keep.

¡La Fortaleza Roja!

Viserys apenas podía recordar las complejidades de la sede del poder de los reyes Targaryen. Sabía que estaba hecho de ladrillos rojos y que tenía numerosas cámaras. Pero, vivir en el exilio durante más de seis años estaba socando los recuerdos de su hogar. Puede que haya olvidado algunas cámaras y el diseño de la Fortaleza Roja, pero nunca olvidaría ni perdonará el salvajismo desatado por el Usurper y sus perros sobre su familia. Se dice que su sobrina fue apuñalada cien veces por los perros locos de Tywin Lannister. A su sobrino Aegon le rompieron la cabeza y su hermana de casa fue violada hasta la muerte.

La única razón por la que él y su madre escaparon de las cuchillas de los perros del usurpador fue porque estaban a salvo en Dragonstone. Pero, incluso la antigua sede de su familia resultó ser insegura después de que su padre fuera derribado por el falso caballero, Jaime Lannister. El castillo de Dragonstone estaba lleno de espías y traidores con la esperanza de obtener buena voluntad con el Usurador. Si no fuera por Ser Willem Darry, también habría muerto a manos de los traidores. Pero, el ser Willem era un verdadero caballero y cumplía con su deber sirviendo a su rey de derecho debidamente toda su vida.

Como tal, fue doloroso para Viserys ver al buen caballero desaparecer en la cama. Miró la forma debilitada de Ser Willem y apenas contuvo las lágrimas que esperaban derramarse. El caballero no solo era su entrenador y maestro, sino también un confidente. El caballero era alguien con quien podía hablar abiertamente y alguien a quien admiraba. Era el último deseo de su madre que aprendiera del hombre y escuchara el consejo de Ser Willem. Un deseo que se tomó en serio y hasta ahora el caballero lo mantuvo a él y a su hermana pequeña a salvo. Por esto, seguiría inmensamente agradecido.

Viserys deseaba mucho poder recompensar al caballero con algo, pero ya no era rico. Las riquezas en oro y tierra ya no eran suyas para dar. El usurpador ha visto eso con su traición. Él es el príncipe de los Siete Reinos, pero poseía muy poca riqueza a su nombre. Su incapacidad para proporcionar algo de consuelo al caballero que lo salvó a él y a su hermana de una muerte espantosa pesaba mucho en su mente.