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[29] La isla de Skane

Harry puede haber mostrado total confianza ante su tío, pero era más que consciente de que la confianza por sí sola no haría el truco. Estaba caminando o, en este caso, volando hacia una isla que ha estado aislada durante miles de años. Nadie sabe exactamente qué les estaba esperando. Lo único que sabían era que todos los que estaban antes que ellos en la memoria viva no habían regresado con vida.

La isla de Skane ha sido la perdición de los contrabandistas y piratas durante mucho tiempo. Había algunos piratas y contrabandistas que comerciaban con los salvajes más allá del Muro. Navegan por Skagos y venden armas a los Wildlings a cambio de esclavos u otros productos. Pero a veces, las tormentas mortales obligaban a los piratas y contrabandistas a las costas no deseadas de la isla de Skane. Nunca más se ha vuelto a saber de ellos. Los rumores afirman que muchos de estos barcos podrían verse en las costas de la isla sin nadie a bordo. Si este fuera el caso, entonces era más que probable que hubiera una fuerza malévola refugiándose en la isla.

Manteniendo su mente en los recientes hallazgos cerca de Castle Black, Harry tuvo especial cuidado al preparar ciertas herramientas para defenderse de cualquier criatura hostil. Las flechas inscritas con la runa de fuego fueron solo una de las herramientas que se le ocurrieron. El elemento del fuego siempre ha sido el más peligroso para la mayoría de las criaturas mágicas desde tiempos inmemoriales. Incluso los magos tardaron mucho tiempo en superar los peligros que planteaba el fuego. Por lo tanto, estaba casi seguro de que el elemento de fuego podría ser un arma útil contra lo que sea que estuviera protegiendo la isla.

En caso de que esto no fuera suficiente, Harry también había potenciado flechas usando la runa del rayo y la runa de la escarcha. Aunque Lord Stane describió al supuesto guardián de la isla Skane como el espíritu de invierno, Harry no estaba interesado en dar por sentado el nombre y asumir las habilidades de este supuesto espíritu. Si tuviera que leer más sobre el nombre, este espíritu debe tener poder sobre el frío o el hielo. Podría ser totalmente posible que los Skaggs estuvieran tirando de su pierna o que tuvieran información errónea.

En situaciones como estas, tener el elemento de rayo en el costado era la mejor apuesta. Después de todo, solo un puñado de criaturas podían soportar los ataques de rayos y solo podía pensar en dos en la parte superior de su cabeza.

Un Nundu o un Thunderbird.

Por lo que Harry sabe, no hay leyendas que mencionen tales criaturas en Poniente. Entonces, estaba bastante seguro de que sus pequeñas baratijas eran más que suficientes para lidiar con este espíritu invernal o lo que sea. Incluso si este no fuera el caso, todavía posee la varita más poderosa. Aunque su poder mágico no estaba ni cerca de su mejor momento, estaba seguro de que podía mantener su posición. Especialmente teniendo en cuenta su último invento, incluso si necesita algo de trabajo.

Harry había desarrollado una especie de batería mágica para que el disipo de aire funcionara independientemente de su magia. Diseñó las runas y usando Valyrian Steel forja la mejor batería mágica que puede autorepletarse absorbiendo la magia ambiental que existe en la naturaleza. Este pedazo de invención en realidad le hizo pensar en usar el mismo método para mantener una especie de reserva de energía mágica de la que pudiera depender en caso de que sus reservas naturales de alguna manera se agoten peligrosamente.

Así es como se le ocurrió la idea de almacenar energía mágica en pequeñas cuentas hechas de acero valiriano. Podía enhebrar las cuentas y usarlas como pulsera. Colocar esas cuentas cerca de sus muñecas debería, en teoría, facilitar la absorción de la magia en su cuerpo. El único problema era que su cuerpo no puede sacar naturalmente la magia de las cuentas. Requiere la ayuda de runas y, lamentablemente, tales runas no existen por lo que él sabía.

Entonces, él tendría que diseñar las runas desde cero, lo cual no era una tarea fácil. Requeriría semanas, ya que probar un nuevo bloque de runas para absorber la magia en su cuerpo de forma segura no fue una tarea fácil. El número de pergaminos rotos llenos de escrituras rúnicas esparcidas por su habitación atestiguaba la dificultad detrás de la empresa.