sweet smell ➵ SunWon.

Dos.

–Nana, deja de hablar un momento, realmente siento que hasta tu voz resuena en mi cabeza más fuerte de lo normal. —Pidió amablemente Sunoo, el Alfa mayor le había acompañado a hacer las compras del día al supermercado y además el rubio pasaría a buscar algunas prendas que había visto por internet y deseaba comprar.—

–Es que me aburro si solo camino a tu lado en silencio y no comento nada. —Refutó Jaemin, mientras agarraba diferentes cosas y las echaba al carro, siendo estas sacadas de inmediato por Sunoo, ya que eran solo dulces que usualmente el peliblanco solía echar sin que "Sunoo se diera cuenta".—

–Nana, tu solito te invitaste, yo podía venir solo, tengo la fuerza suficiente para cargar esto de vuelta a mi departamento. —Ante lo dicho el peliblanco sólo suspiró, dándole un leve empujoncito al rubio para que este se quitara y dejara llevar el carro al Alfa, en cual lo hizo con la intención de poder entretenerse con algo.—

–Es que Ren hoy tiene ensayo de danza en su universidad, saldrá más tarde de lo usual, y si me quedo en tu departamento simplemente jugando después me duele la cabeza.

–Claro, ¿entonces yo debo soportarte mientras que tu Omega llega a casa? —El peliblanco asintió con una sonrisa inocente, haciéndole rodar los ojos al rubio con un claro signo de fastidio.—

–Es increíble, ni siquiera estoy emparejado con un estúpido alfa y debo soportar uno igual. —Mencionó Sunoo entre dientes, retomando su caminar con la lista del supermercado en una de sus manos.— Camina, vamos al pasillo de jabones, necesito comprar varios de esos.

Y simplemente el Alfa asintió obediente, siguiendo el paso del Omega a una distancia prudente evitando molestarle demasiado, sabía que el rubio tenía una paciencia limitada cuando se trataba de él, literalmente llevaban años conociéndose y nadie más que Jaemin sabía lo corto de genio que era el más bajo, además de que claramente el peliblanco amaba molestarlo con la intención de sacar de quicio a Sunoo, aunque siempre terminaba golpeado con lo que sea que el Omega tuviera cerca de sus manos.

Aunque una cosa en particular se le hizo curioso a Jaemin, de repente el rubio se había quedado parado estático a mitad del pasillo mientras parecía olfatear desorientado en todas las direcciones, por un momento tuvo el miedo de que el más bajo haya estado entrando en celo en ese preciso instante, aunque descartó esa idea totalmente, no había sentido el aroma del rubio endulzarse absolutamente ni un poco en estas últimas semanas, cuando esto sucedía Jaemin solía desaparecerse de su departamento hasta por dos semanas, pero este no era precisamente el caso. El Alfa se acercó curioso empujando el carrito de compras hasta estar a la par del rubio, levantando uno de sus brazos hasta tocar el hombro del rubio, quien se sobresaltó dando un pequeño brinco, asustando de paso también a Jaemin por aquella acción sorpresiva.

–¿Estás bien, Sun? —Preguntó un poco preocupado el más alto, evitando tocar de nuevo al rubio, quien se encontraba un poco ansioso, supuso que por el susto que le había dado.—

–Si, solo... Nana, ¿no sientes ese aroma a naranja? —Ante lo dicho Jaemin simplemente ladeó un poco su cabeza, en un claro signo de confusión.—

El Alfa olfateó el área a su alrededor con lentitud, intentando captar el dichoso aroma a naranja que había mencionado su amigo, pero no lo encontró para nada, el único aroma que sentía a su alrededor era el propio aroma a piñas de Sunoo, el suyo propio a chocolate mezclado con el aroma a frutos rojos de su Omega, no había ni siquiera rastros de naranja en su radar.

–No, Sun, solamente siento tu aroma, el mío y el de Ren, no hay aroma a naranjas cerca, tal vez sientes el olor de las frutas, estamos cerca de ese pasillo.

–Claro, debe ser eso... —Medio asintió el rubio, no muy convencido por las palabras del peliblanco, pero intentó convencerse de que era así.—

Retomaron el camino hacia el pasillo de jabones, definitivamente el pasillo favorito de Sunoo, amaba tanto como olía allí, diferentes aromas suaves que estimulaban su olfato de manera positiva, calmando su ansiedad.