sweet smell ➵ SunWon.

Cuatro.

–Hola Sunoo, buenos días, llamas temprano, ¿algo sucede?, ¿estás bien? —Preguntó Donghyuck sosteniendo el teléfono entre su hombro y oreja mientras terminaba de vestir a Chenle, quien estaba medio dormido dejando que su papá lo vistiera después de ducharlo.—

–Si.. Hyung, o sea, no tan bien, le quería avisar que hoy en la tarde yo no podré ir a trabajar. —Comentó avergonzado Sunoo.—

–¿Es así?, entiendo completamente Sunoo, no te preocupes por eso, reitero, ¿te encuentras bien? —Insistió el Omega pelimorado, comenzando a preocuparse un poco por su menor, el chico rara vez faltaba a su trabajo cuidando al pequeño Chenle, solo lo hacía cuando tenía que ir al hospital a atender los asuntos de su otro trabajo.—

Donghyuck escuchó al chico suspirar, después soltar una risa nerviosa que hizo a Haechan confundirse un poco más.

–Si, Donghyuck Hyung, estoy bien. Realmente es que uhm, mi celo llegará pronto y mi aroma está descontrolado, además de eso siento que no puedo concentrarme totalmente sin recibir esos estúpidos cólicos cada dos minutos. —Lloriqueó el chico a través de la línea telefónica, haciendo que Donghyuck entendiera totalmente la situación, compadeciéndose de inmediato del pequeño chico que sonaba más que afligido.—

–Oh, pequeño Sunoo, entiendo como debes de sentirte, no te preocupes por faltar hoy, es más, quédate acostado en casa y dile a tu amigo que prepare algo caliente para que te sientas mejor.

–Hyung, ¿como sabes que el estúpido de Nana está aquí? —Ante lo dicho por el rubio llamó la atención del Alfa para inmediatamente quien ya se encontraba poniendo el hervidor para hacerle un té caliente a su amigo, mientras que RenJun por su lado picaba unas verduras para hacer una sopa caliente para que comieran los tres, y también teniendo un guatero con agua caliente para calmar los cólicos fuertes de Sunoo.—

–Yo solo lo sé. —Dijo entre risas el Omega pelimorado.— Ese chico pasa más en tu casa que en la suya propia, es adorable.

–Hyung, él no es adorable, de hecho me saca de mis casillas todos los días de mi vida, ¡ay! —Al final de la oración el rubio soltó un quejido, haciéndose bollito en la cama mientras que con su mano libre sostenía su vientre bajo, el cual dolía como los mismos demonios por los cólicos que se le presentaban.—

–Te lo mereces por ser malo conmigo mientras que nosotros nos preocupamos por ti. —Se burló Nana, haciendo reír también a RenJun que se acercaba con el guaterito en mano para luego ponérsela en el vientre a Sunoo, quien lo recibió agradeciendo al instante.—

–En fin, Hyung, lamento las molestias por no poder cuidar al pequeño Chenle hoy, por favor dígale que lo quiero mucho y lo iré a ver dentro de unos días. Ahora me iré para poder llorar amenamente mientras sufro todos estos días, ¡bye! —Y dicho esto colgó, tirando el teléfono a un costado de su cama para luego con ambas manos presionar el guaterito que le había pasado RenJun y lloriquear.—

–Sunoo, nos iremos pronto porque realmente tu estúpido aroma ya me tiene mareado, y ni siquiera en celo totalmente has entrado, ¡¿realmente olor a piña?!, dios mío, siento que me duele la nariz por el dulzor y adem- —Jaemin fue cortado ante la almohada que le pegó directamente en el rostro, cortesía del rubio.—

—Cállate idiota, ya vete. —Jaemin con mala cara se acercó hasta dejar con cuidado una tasa de té en el velador del más bajo.— Y gracias.

RenJun rió ante la situación que presenció, se acercó con un plato con sopa que procedió a dejar al lado de la taza de té, en el mismo velador.

–Gracias, RenJunnie, te lo agradezco. —Sunoo forzó una sonrisa con todas sus fuerzas, fallando al instante que otro cólico le atravesó el vientre, haciendo lagrimear sus ojitos ante el dolor.—