El frio quemaba su cara, el viento mecia su cabello, la luna iluminaba su alrededor y unos cuantos tragos de aquella bebida amarillenta la hacian la noche perfecta.
—Me ganaste el lugar — Escucho a sus espaldas una voz conocida, giro su cabeza con lentitud logrando observar una cabellera azulada.
—Libia — Saludo con una sonrisa — ¿Y ese milagro que no estas con Annabella?
Libia se encongio de hombros tomando asiento a su lado.
—Tú hermano la tiene secuestrada — Confeso sin pena, dandole una calada al cigarro entre sus manos — Y no me siento con los animos de aguantar su miel. ¿Me das? — Pregunto señalando la bebida del chico.
El asintio y le ofrecio de su bebida, sin esperar más Libia dio un gran trago a la cerveza, soltando un sonido de satisfacción cuando aquel liquido toco sus labios.
—No sabía que tenías estas mañas — Inquirio divertido — Tan responsable que te ves, ¿Thom sabe de esto?.
Libia lo miro extrañada.
—¿Y por que el homosapiens ese debería saber de esto? — Pregunto en cambio, devolviendole su cerveza — Hasta donde yo se, no le debo ninguna explicación.
—Auch, y el que se preocupa tanto por ti — Respondio dolido, sintiendo verdadera pena por su amigo — No me veas así, tú eres su talón de Aquiles.
Libia se encogio de hombros una vez más — El es libre de hacer lo quiera — Respondio indiferente dandole otra calada a su cigarro — Yo no pinto nada ahí niño.
Tomo un sorbo de su cerveza antes de responder y volvio a ofrecercela a la dama a su lado.
—¿Sabes algo? — Pregunto con escepticismo logrando capturar la atención de Libia — Eres la persona más inteligente que conozco, pero eres demasiado densa para todo aquello que no tenga que ver con tus libros.
—Puede ser — Acepto después de otro trago — Pero sinceramente no me interesa, no entiendo esos sentimientos y sinceramente no quiero entenderlos, para mi son una perdida de tiempo. Y no tengo tiempo para tonterias.
—¿Como diablos tú y Annabella se hicieron amigas? — Pregunto asombrado después de escuchar sus palabras, aceptando de nueva cuenta el trago en sus manos.
—Esa es la misma pregunta que yo me hago todos los días — Confeso mirando alfrente — Simplemente hay cosas que no tienen explicación.
—Me compadezco de Thom, tiene un gran camino por recorrer.
—¿Camino de que?
—No, nada. No me hagas caso.
Ninguno de los dos menciono palabra alguna después de esa pequeña charla, solamente se dedicaban a tomar por turnos de la lata de cerveza que ya estaba por acabarse. Observando la luna en un silencio comodo.
—Leonardo — Llamo Libia después de un rato. El chico al escucharla giro su cabeza para observarla — No apuestes con tú abuelo sobre cuando comenzara el noviazgo de esos dos. Tú abuelo ganara y tu, tus padres y tu abuela perderan cien dolares. Creeme no es necesario hacer más rico a tú abuelo de lo que ya es. Si quieres comenzar tú proyecto necesitaras cada sentavo que te dan en tú mesada.
Sonrío con calma sin dejar de observar el horizonte frente a ellos. Leonardo en cambio no dejaba de mirarla con los ojos abertos como platos. Nadie más allá de su propia familia sabian acerca de esa apuesta a base de su hermano y su cuñada y sobre todo no le había comentado a nadie sobre su sueño inalcanzable.
—¿Como sabes eso?
Una vez más Libia se encongio de hombros, quitandole peso al asunto.
—Eso es algo que no necesitas saber — Confeso con tranquilidad, tomando el último trago — Pere creeme cuando digo, llegaras muy lejos con tu proyecto, nunca dudes de tus habilidades, después de todo eres el digno hermano de Zane Blake el prodigio de los negocios y lo más apropiado sería que comiences con una pequeña inversión de diez mil dolares, después registra tú marca en derecho de autor y comienza su distribución en los supermecados. Te ira muy bien.
Sin más se levanto de aquel pequeño lugar y dio una última calada a su cigarro, pisandolo en el acto para evitar incendios, se dio la vuelta y se despidio de el.
—No es un sueño inalcanzable, solo no te rindas mocoso — Admitio con una pequeña sonrisa, quitando un poco de cabello de sus ojos — Ahora si me disculpas debo irme — Anuncio con simpleza — Ah casi lo olvido, en dos minutos cuando pase Thomas, dile que no se olvide de entregar su proyecto y que deje de buscarme, no pienso ayudarlo, si quiere reprobar que lo haga el solo.
Después de aquellas últimas palabras Libia se fue con pasos silenciosos, dejando aun ruborizado chico a sus espaldas.
—Qué ojos tan hermosos — Murmuro para si mismo después de unos segundos, tapando con una mano parte de su cara avergonzado — Thom cayo rendido ante esa mirada.
Y como si la sola mención de su nombre fuese suficiente para invocarlo, su amigo aparecio a sus espaldas bastante emocionado.
—¡Leo! — Grito féliz tocando su hombro — ¿Has visto a Libi? — Pregunto con ilusión — Necesito hablar con ella. Por cierto ¿Tienes fiebre o por que tan rojo?.
Leonardo asustado por su tono tan emocionado, espabilo saliendo de su imaginación alterada mirando su reloj y después a su amigo.
—Exactamente dos minutos — Murmuro una vez más asombrado.
—¿Dijiste algo?.
—Nada, ¿Qué haces aquí?
—Oh, busco a Libi. ¿La has visto?
Leonardo enmudecido por sus palabras, observo a su amigo conmocionado.
—Libia estaba aquí, si — Confeso llevando una de sus manos a su cuello nervioso — Estaba bebiendo conmigo y se acaba de ir. Dijo algo acerca de un proyecto que debes entregar y que no la busques porque no te piensa ayudar, si piensas reprobar hazlo tú solo.
Thom miro a su amigo con miedo: había olvidado completamente la entrega de un proyecto del cual no tenía ni el inicio y la única que podria ayudarlo, había dejado en claro que no se prestaria para ayudar en su causa. Suspiro frustado, tendría que posponer, otra vez, su confesión; si ignoraba las palabras de Libia reprobaria la materia, y Libia siempre tenía la razón cuando le advertia algo.
—Ugh — Se quejo con fastidio — ¿Por qué siempre que quiero confesar mis sentimientos, algo así pasa? — Murmuro para si mismo — Bueno, si me disculpas me espera una larga y exahusta noche de insomnio preparando la terea de un mes en seis horas.
—Suerte
Le deseo Leonardo al verlo retirarse con los hombros caídos en dirección de la biblioteca, notando con tristeza el ramo de flores que el chico escondia tras su espalda. Su momento aún no había llegado.
—Pero, ¿Como supo ella de eso, si no comparten clases? — Se pregunto con curiosidad recordando su breve charla con la de cabellos azulados. Sonrío sin saberlo al llegar a la misma conclusión de siemple.
Ella realmente era un misterio.

ESTÁS LEYENDO
Multiverso De Historias
De TodoPequeñas historias, de diferentes universos, todo se relaciona al mismo tiempo que nada coincide, con humor, drama, romance y acción, encontrar las soluciones a tus problemas no siempre es fácil y divertido aún así veremos cómo estos personajes encu...