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Hoy me levanté de bastante de buen humor, porque? porque Jaekyung se iría por unos días, así que solamente seríamos mi hijo y yo.
Esa mañana cociné el más delicioso desayuno que jamás he hecho para mi lindo (quedé lindo no tiene nada) esposito.

-Buenos días! -Saludé al padre de mi hijo que iba entrando a la habitación.

-Solo serán cinco días, no te alegres mucho

-No estoy feliz por eso... es una mañana muy linda no crees -Le dediqué una sonrisa a lo que él solo rodó los ojos.
Después de que se fue, por fin! hice mi rutina de cada día pero esta semana no iría al gimnasio, sino que me quedaría en casa con mi hijo, la tarde cayó y con ello mi hijo ya que después de todo un día jugando, por fin se durmió, lo llevé a su camita, pero antes de irme de su habitación acaricie su mejilla mientras su carita admiraba, aunque técnicamente era un pequeño Jaekyung, Won era más lindo en todos los sentidos.
Justo después, vi en una receta de cocina un rico y delicioso pastel que sin duda lo haría, pero había un pequeño problema, no tenía polvo para hornear, tenía que ir por él, así que me armé de valor y decidí retar al diablo.

*Qué quieres Dan* Lo llame esperando que me dejara salir.
-Necesito salir por polvo para hornear para hacerte un rico pastel...amor -Me gustaba hacerlo enojar, o más bien provocar que hiciera un coraje.
*No*
-Por favor
*no Dan* Yo hice un puchero *Espero que no hicieras tus malditos pucheros*
-Cómo sabes?
*Tú y mi hijo hacen lo mismo, tendrá mi rostro pero tiene tu carácter* WOW, fue capas de darse cuenta
-Por favor! -Antes de que pudiera seguir finalizó la llamada, pero no me daría por vencido tan fácilmente, una dos, tres veces, infinitas veces lo llamé para que aceptará.

*Vete al diablo Dan, irás con mi subordinado* no le contesté nada y ahora fui yo el que finalizó  la llamada, para por fin ir por mi polvo para hornear.
El subordinado era un poco distraído, lo suficiente como para escapar de su guardia y yo pasear por todo el supermercado sin tener a nadie que me dé órdenes, me gusta demasiado ir de compras y eso no fue la excepción, porque me gustó mucho ver todos los productos higiene personal, la sección de ropa, zapatos de todo tipo y recordé que mi hijo y a mí nos faltaba ropa, así que compre tres mudas para mí, cuatro pares de calzado para mí. Para cuando estuve en la sección de niños, había una mujer embarazada, acompañada de su marido, los dos se demostraban su amor a través de besos y abrazos, pero lo que más me gustaba era que los dos opinaban acerca de la ropita que sería muy pronto de su bebé.
El hombre abrazaba por la espalda a su mujer con sus manos sobre su vientre, ello era mi deseo más grande, estar así con el amor de mi vida mientras esperábamos el fruto de nuestro amor, muchas veces fui solo a los ultrasonidos, estuve solo todo mi embarazo, solo, como siempre, mientras Jaekgung viajaba por todas partes del mundo, yo y mi hijo lo necesitamos mucho, hasta en lo más mínimo, cómo me hubiera encantado que mientras mi pequeño pateaba aún en mi vientre, Jaekgung me calmara con abrazos y me consintiera con sus con mis múltiples antojos.
Bajé la mirada en busca de un consuelo pero como siempre estaba solo, sin nadie quien me diera una muestra de afecto, sin poder moverme, pestañé repetidas veces para obstaculizar la salida de mis lágrimas pero,  recordé que hace aproximadamente un mes había sucedido ese incidente, mire mi aun plano vientre antes de ir al área de farmacia para comprar lo que era obvio, una prueba de embarazo.
Salí del súper apresuradamente para encontrarme con el guardaespaldas e irnos, llegué a casa, lo primero que hice fue revisar que mi hijo siguiera dormido para poder hacer la prueba en paz.
Los minutos pasaron a hacer horas, las horas a días y los días a años, la tardanza pasó de ser unos instantes hacer una espera inimaginable, porque sí, la prueba se tardó mucho en dar el veredicto, demasiado a mi parecer, puede que solo haya sido mis nervios a nivel cielo pero la verdad se tardó mucho, miré todos los productos del baño mientras mi pierna se movía de arriba abajo esperando calmar los nervios, mi piel se erizaba, y cuando pasó el suficiente tiempo alce mi mirada y tomé como pude la prueba a pesar de que mi mano temblaba e un ritmo escalofriante, antes de mirar,  respire infinitas veces repitiéndome mentalmente que todo saldría bien.
*Negativo*
Sonreí muy alegre y di un gran suspiro de muy al fondo de mi ser para poder respirar tranquilamente, cuando estaba a punto de expresar mi tranquilidad a través de unas traicioneras las lágrimas, mi teléfono empezó a sonar.

LO QUE PERDI A TU LADO (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora