𝑃𝑟𝑜́𝑙𝑜𝑔𝑜 - ★

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¡Catch me! - Gritaba aquel pelinegro. Con toda la emoción del mundo, corría por el lugar, evitando al más alto. Esos eran los momentos que más disfrutaban pasar juntos. Jugar, saltar, bailar, cantar, correr, nadar, todo lo hacían juntos. Se tenían un amor inmenso, más del que un niño podía soportar, al parecer de muchos.

Aquino atrapó a Duxo y con fuerza lo empujó, haciéndolo caer. Este accidente llevó al llanto de un enano y a la preocupación de un ojimiel. Tratando de consolarlo, Aquino lo abrazó. Casi de inmediato, Duxo dejó de llorar. Sentía que el mismo cielo había bajado a apretarlo en un cálido abrazo, en ese momento, se dieron cuenta de lo mucho que se amaban. Aquino quiso hablar, pero no podía formular ningún tipo de sonido. Duxo prefirió quedarse callado y solo disfrutar del momento. A sus 12 años, habían encontrado al amor de su vida, pero obviamente, aún no estaban seguros de ello.

Años después, Aquino y Duxo seguían su vida como "amigos", pues a pesar de que ya habían pasado 5 años y tuvieron el tiempo suficiente para pensar en sus sentimientos, ninguno se atrevía a dar el primer paso.

Un 19 de octubre como cualquier otro, Aquino se preparaba para darle una sorpresa a Duxo por su cumpleaños, que era el día siguiente. Planeaba ir con sus amigos a confesar el amor que había sentido por el desde hace años, sí, por fin iba a dar el paso decisivo para iniciar la hermosa relación que siempre quiso tener. Ese mismo 19, Duxo fue a la casa del ojimiel para charlar un rato, pero se le veía muy inquieto. Duxo estaba pálido, como si hubiera visto un fantasma o algo por el estilo. Aquino obviamente lo notó, pero decidió ignorarlo, quizá solo había pasado algo en su casa, pues Aquino sabía que Duxo no tenía una muy buena conexión con su familia.

Cuando era la hora de irse, Duxo se notaba mucho más nervioso e inquieto que cuando entró por primera vez en el día.

| Te pasa algo, Duxin? - Dijo el más alto, preocupándose por su amigo, y muy probablemente, su futuro novio.

| N-No, Aquino. No pasa nada, solo estoy nervioso por lo de mi cumpleaños y eso...

A Aquino se le hizo rara la reacción de su opuesto, pero decidió no estresarlo más y dejarlo ir. Se despidieron con un cálido abrazo y Duxo se acercó a la puerta. La abrió y salió, pero no la cerró. En vez de irse, se quedó parado un rato y volteó a mirar dentro de la casa, donde se encontraba Aquino parado.

| Aquino...

| Hm? Dime, Duxo.

| ... Catch me.

Con eso, Duxo cerró la puerta. Aquino, quien ya se había olvidado de aquel antiguo juego, no sabía a qué se refería el pelinegro. Nuevamente, ignoró esto y subió las escaleras de su casa. Seguido a esto, tomó una ducha y se puso una pijama para luego acostarse a dormir, nunca sospechó que su amigo desaparecería sin dejar rastro.

Al día siguiente, Aquino se levantó y cumplió con su rutina diaria de higiene antes de ponerse su uniforme escolar y salir. Llegó a los portones, entró y vió a sus amigos, esperándolo por el plan del día. Era la hora del almuerzo, todos estaban listos y en posiciones, pero Duxo no se presentó. A todos se les hizo raro, pues el nunca faltaba a clases. Aquino no se iba a rendir, fue a su casa y tocó la puerta, pero nadie contestó. Tocó una segunda vez, está vez se escucharon pasos desesperados acercándose a la puerta. La puerta se abrió de golpe y salió una señora, era la mamá de Duxo.

| H-Hijo?! Eres tú? - Dijo la señora, para luego darse cuenta de que era Aquino.

| No, señora, soy amigo de su hijo. De hecho, estoy aquí por el, sabe dónde está?

| Lastimosamente no... Verás... - La señora tenía la cara llena de lágrimas y estaba super roja, los ojos los tenía como dos grandes tomates y lo único que cargaba en la mano eran pañitos y una foto de Duxo.

| Duxo... Desapareció hoy, lo buscamos por todas partes, pusimos papeles en todos lados, pero aún no ha aparecido... ¡No sabemos que hacer! - Continúo la señora. Aquino quedó paralizado, ¿Cómo es posible que hubiera desaparecido de un día para otro? A el le parecía imposible, pensaba que era una broma de mal gusto, pero efectivamente, Duxo estaba desaparecido.

Durante las siguientes semanas, todos se encargaron de buscarlo, pero no había pista ni rastro alguno que pudieran seguir para dar con su paradero. Incluso la policía se rindió con el caso y decidieron enfocarse en casos mayores, más fáciles y/o más importantes. Aquino estaba devastado, pues nunca pensó que perdería a su mejor amigo de esa manera. Eso no era lo único que le dolía, también le lastimaba el hecho de que nunca pudo decirle como se sentía de verdad, y nunca obtuvo la relación que siempre quiso tener con aquel ser tan importante para él.

Pasaron semanas, meses, incluso años, y Aquino aún no se recuperaba de su pérdida. Duxo aún no regresaba, y no importa por dónde buscara, nunca encontró nada.

Una noche, recibió una llamada de un número desconocido. Decidió contestar y ver de quién se trataba.

| Hola, con quién hablo?

| ...

| ¿Hola?

| Sé cómo hallar a tu amigo.

Al castaño se le heló la sangre, ¿Quién era ese tipo y como sabía que su amigo había desaparecido?

| Q-Quién eres?!

| Eso no te importa. Si quieres saber dónde está tu amigo, será mejor que cierres la boca y no te atrevas a mencionarme en ninguna conversación, esto tiene que ser nuestro secreto. ¿Quedó claro?

| ... Sí. - Respondió Aquino, decidido a encontrar a su amigo.

Luego de una larga conversación, Aquino cortó la llamada. Por fin sabía cómo empezar a buscar, por fin habían esperanzas de volver a ver a su amigo, al amor que, por su lentidud, perdió.

| Juro por mi vida, Duxo Rethey... Que te voy a encontrar, cueste lo que cueste. - Dijo, asomándose por la ventana y cerrandola con cuidado. Luego, se acostó en la cama y cerró los ojos para dormir, pues el día siguiente, y la mayoría de días de su vida por varios meses, iban a ser muy largos. Justo antes de dormirse, pensó en lo que le dijo en peligro la última vez que se vieron. "Catch me". Ahí recordó su juego de la infancia, Duxo quería que lo encontrara.

✩ - 𝐶𝑜𝑛𝑓𝑖𝑜 𝑒𝑛 𝑡𝑖, 𝐴𝑞𝑢𝑖𝑛𝑜.
















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~ ESTOY MUY EMOCIONADO POR ESTA HISTORIA AHHHH, no sé si se entendió el prólogo, escribí esto en la madrugada y no estoy pensando bien JAJAJA. Trataré de continuar esta historia, publicaré de 2 a 3 o 4 caps a la semana, dependiendo de mi creatividad y de qué tan ocupado esté.

- ¡GRACIAS POR LEER!

¡ 𝐶𝐴𝑇𝐶𝐻 𝑀𝐸 ! - (Duxino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora