Anthony sonrió al ver cómo este entro a aquel lugar.
| Bien... Por un momento pensé que te ibas a arrepentir, hm.
| Haré lo que sea por él, no es momento para rendirme.
| Ja, ha de ser una persona muy importante para tí. - Dijo Anthony mientras empezaba a caminar, guiando tanto a sus hombres como a Aquino por el edificio.
Este solamente observaba a sus alrededores, las blancas y enfermizas paredes que lo rodeaban. Brillaban por la luz blanca emitida por los bombillos en el techo, que por alguna razón, lo hacían sentir muy inquieto. El lugar no parecía ser tan normal como lo pintaban, el simple hecho de respirar el aire de ese terreno mandaba escalofríos por todo el cuerpo de Aquino, apoyando a su sentimiento de inquietud.
Llegaron a un pasillo largo, con las mismas luces brillantes que deslumbraban a cualquiera que se atreviera a mirarlas directamente. Por alguna razón, la escena le recordaba a una sala de hospital, donde la esperanza es nula, y todo lo que entra sale destrozado. Siguieron caminando por un buen rato a través del largo y estrecho pasillo, hasta que por fin llegaron a una puerta, que no era de un color diferente.
Anthony hizo una seña con sus manos y la cabeza, indicando a sus empleados que se fueran. Seguidamente, abrió la puerta, dejando mostrar una gran oficina, que era el único espacio de un color diferente en todo el edificio. Las paredes rojas con negro lo hacían sentirse en un ambiente familiar, pero Aquino no tenía ni idea de el por qué, ya que nunca había estado ahí. Un avez entraron, Anthony cerró la puerta que se encontraba detrás de ellos y procedió a ponerle seguro.
| Bueno... - Dijo mientras se sentaba en un pequeño sillón. - Antes de contarte lo que debes saber, quiero que me digas todo lo extraño que has visto estos últimos días.
| Todo ha sido tan raro que no se por dónde empezar... - Replicó Aquino, quien también se sentó. - La primera cosa extraña que noté, fue el comportamiento de los papás de Duxo, parece que no les importara en absoluto... Por lo menos a su padre. Una noche, escuché como su mamá gritaba por su hijo, y hasta dónde yo se, el es hijo único.
| Mhm... Continúa.
| Bueno, cuando fui a investigar un poco antes de tomar el viaje, decidí ir primero a casa de sus padres y ver qué decían. Adentro, habían unos hombres con la misma vestimenta que cargan los suyos, debieron haber sido tus hombres que-
| ¿Hm? ¿La misma vestimenta? - Interrumpió Anthony, ahora más interesado en el asunto.
| Sí, aunque ahora que me doy cuenta... Tenían un sello en uno de los hombros, no recuerdo bien el color ni lo que decía... Es más, ni me fijé.
| ... ¿Aquino? - Anthony puso una cara de seriedad y lo miró con los ojos vacíos.
| Dime.
| Yo no envié a nadie a revisar.
En ese momento, ambos se quedaron callados. Aquino se sentía un poco más en confianza pensando que eran sus hombres, pero si no... Entonces, ¿Quiénes eran los tipos que estaban allá aquella noche?
| Creo que sé lo que está ocurriendo, hice bien en traerte acá. - La expresión facial de Anthony pasó de seria a un poco alegre, mientras sonreía.
| ... ¿A qué te refieres?
| No puedo contarte ahorita, deberás verlo por tu propia cuenta. Si te cuento, muy probablemente regresarías a tu hogar. - Hizo una pequeña pausa. - Escucha, esto no es solo por tu amigo, ¿Okay? Sé que estás acá por el, pero quiero que sepas que si cumples con todo lo que te pida, no solo salvarás su vida, si no también las de toda la ciudad, y probablemente, muchas otras alrededor del mundo.
| No creo que la situación sea tan grave...
| Es mucho más grave de lo que te imaginas.
| ... De igual modo, no importa. Haré lo que tenga que hacer para regresar con Duxo. - Dijo Aquino con tono decidido.
| Hm, por eso te elegí.
Anthony sonrió, mientras que Aquino solo observó con cara de confusión y curiosidad. ¿De qué estaba hablando? Pronto se daría cuenta.
| Bueno, Aquino. Tengo todas mis esperanzas puestas en tí. Mis hombres te guiarán a lo que será tu habitación por estos días, ponte cómodo y disfruta lo que queda de la noche si quieres, a partir de mañana, se dará comienzo al plan.
Con eso, Aquino se levantó de el mueble y se dirigió a la puerta, la abrió, y justo antes de salir, escuchó la voz de Anthony.
| Una última cosa. Fuera de este edificio, soy tu señor, no Anthony. ¿Entendido?
| ... - Aquino no dijo mas nada y terminó de salir de la oficina, dejando a Anthony solo en la habitación.
| ... Ja, ese niño va a ser un dolor de cabeza, es perfecto para el trabajo. - Dijo para sentarse en su escritorio y voltear, para mirar por la ventana.
Aquino, que ya había salido de la sala y había pasado por aquel largo pasillo nuevamente, fue recibido por los guardias del otro lado, y fue guiado hasta los últimos pisos del lugar, en dónde se encontraban las habitaciones de todos los que accedieran a trabajar ahí. Los guardias dejaron al ojimiel dentro de su habitación, y minutos después, regresaron con su equipaje, que había dejado en el carro unas horas antes. Organizó todo para acostarse a dormir, y una vez estaba apunto de hacerlo, su teléfono vibró. Se recostó en la cama antes de sacarlo, prenderlo, poner la contraseña y entrar a sus mensajes. El mensaje venía de Mictia.
["Hey, estás? 🦦"] - Decía el mensaje.
Aquino se quedó viendo el mensaje antes de contestar.
["Sí, acá estoy"] - Envió.
["Ya llegaste? Q tal te fue?"]
["Todo es muy raro, esto parece un manicomio"]
["Ush, no creo q sea tan malo"]
["Veive, yo soy el que está acá, no tú"]
["Ah bn, no te digo nada ps"]
Aquino le sonrió al celular y lo apagó, antes de caer completamente rendido en la cama. Poco a poco cerró los ojos y fue cayendo dormido, ni siquiera se molestó en apagar las luces.
De la nada, se escuchó una voz desde una esquina de la habitación, una parte a la que Aquino, como el estupidito que era, no había mirado. Ahí había otra cama, no estaba completamente solo. Observó a la persona que estaba parada ahí, solo mirándolo.
| Aquino... - No se alcanzaba a ver la cara de aquella persona por la oscuridad del otro lado de la sala, sin embargo, esta se fue acercando.
| Sálvame, Aquino...
| ... DUXO? - Gritó el castaño al reconocer la voz de aquella sombra.
La sombra se acercó, y empezó a entrar en la luz de la habitación, pero de igual modo, su cara estaba borrada, no se veía nada. Aquella silueta extendió sus brazos y tocó la cara de Aquino, acercando a la cara hacia este.
| Te extrañé, Duxo. - Exclamó Aquino con lágrimas en los ojos.
La silueta siguió acercando sus labios a los de su contrario, y justo cuando parecía que iban a juntarse, Aquino despertó.
| ¿Hm? Mierda... Solo fue un sueño. - Dijo, con lágrimas formándose en sus ojos. La ilusión de haberse encontrado con su amigo y poder besar sus labios por primera vez lo habían roto. Lloró prácticamente toda la noche, y esos sentimientos encontrados de ilusión y coraje, alimentaron mucho más su odio por quien fuera que estuviera detrás de esto.
| Juro que cuándo lo encuentre, va a sufrir TODO lo que me ha hecho.
🦦

ESTÁS LEYENDO
¡ 𝐶𝐴𝑇𝐶𝐻 𝑀𝐸 ! - (Duxino)
FanfictionDurante su niñez, Aquino y Duxo solían jugar un juego un poco peculiar, que solo ellos sabían cómo funcionaba. Cada que uno gritara "Catch me", el otro debía perseguirlo hasta que lo atrapará o hasta que pasara 1 minuto. Ahora, Duxo está perdido, y...