Capítulo 5: El Reino de los Duendes

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Mientras Anya se alejaba del lugar donde había creado la ilusión, se percató de un sonido extraño a lo lejos: risas y música. Siguiendo el sonido, llegó a un claro en el bosque donde un grupo de pequeños seres con orejas puntiagudas y ropa de hojas jugaban y bailaban alrededor de un árbol gigante. Eran duendes.

Los duendes, al ver a Anya, la miraron con curiosidad. Uno de ellos, más viejo y sabio que los demás, se acercó a ella. "Bienvenida a nuestro hogar," dijo con una voz suave. "Hemos sentido tu presencia y tu necesidad de ayuda".

Anya explicó a los duendes su situación y les mostró el mapa. Los duendes examinaron el mapa con gran interés. "Este mapa es muy antiguo," dijo el duende anciano, "y contiene muchos secretos. Pero para poder avanzar en tu búsqueda, deberás superar una prueba".

El duende la llevó a un pequeño claro donde había una serie de piedras luminosas dispuestas en un círculo. "Estas piedras son guardianas de un antiguo conocimiento," explicó el duende. "Debes tocar cada piedra en el orden correcto para abrir un portal que te llevará más cerca del tesoro".

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