Capitulo 3: Empezando de cero

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Mi vida en la iglesia de Prontera acababa de iniciar, me afectó mucho despertar y no ver a mis padres junto a mi, constantemente tenía pesadillas con lo ocurrido con el pasar de los dias

Empecé a dar vueltas por la cama mientras lloraba hasta que entro a mi habitación el Padre Maerusis

- Buenos días Leif ¿Estás bien?

- No.. Extraño a mis padres..

- Entiendo tu sufrimiento jovencito

El se sentó en el borde de la cama

- El dolor es algo que nos acompaña eternamente, sufrimos las perdidas y por ende el dolor forma parte de nuestra vida, solo las personas verdaderamente sabias saben cómo lidiar con ese dolor y aprender de el

- Y-yo no tengo esa fuerza mental padre.. no soy un monje como para desarrollar eso..

- Lo se bien, se de lo que eres capaz y el cómo has aprendido en estos días, pero déjame decirte algo Leif

El padre se levantó y me miró con una expresión serena mientras se acercaba al umbral de la puerta

- Tus padres seguramente estarán felices de saber que estás con vida, así que vive y ser feliz por ellos

El salió de mi habitación, me costaba tener una actitud optimista tras lo que pasó, sin embargo trato de cambiar poco a poco

La rutina en la iglesia era simple, despertaba, iba a desayunar en un gran comedor junto con otros niños huérfanos como yo y básicamente iba a la biblioteca a aprender a leer y escribir, otra veces jugaba con otros niños, pero prefería estar por mi cuenta

Un día mientras leía aprendí sobre los orcos y su aldea, estos monstruos son bastante inteligentes y tienen su propia jerarquía y cadena de mando

Primero están los bebés orco, si, estás cosas desde que están en pañales saben manipular hachas, después están las mujeres orco, que apoyan a sus maridos y al siguiente de ellas están los guerreros orco, los verdes, esos son los orcos estándar

Al viajar más profundo y lejos en la aldea de los orcos puedes encontrarte con los siguientes en la linea de mando, los orcos arqueros, estos aunque tienen un físico más delgado que el de los orcos guerreros son más avezados en el combate y resisten muy bien

Ya llegando al final se encuentran los orcos de élite, los azules, son aquellos que atacaron mi hogar, son los orcos más experimentados en el combate

Ya al final de la escalera de mando se encontraban dos auténticos monstruos, el jefe orco y el héroe orco, este último fue el que asesinó a mi padre

Una ira me recorría mientras más leía esos pasajes, sabía que debía vengarme de esos orcos, al menos para desquitar mi enojo contra ellos

Pero no podía siendo un simple niño, así que debía convertirme en aventurero, justo como Thirak quería ser

Si bien estaba en mis planes el llegar a convertirme en aventurero en un futuro era más que nada para seguir los pasos de mis padres, ahora tenía un propósito

Estaba perdido en mis pensamientos hasta que en frente mío me pusieron un libro, el título decía "Clases y ocupaciones para aventureros" al voltear para ver quién era ví que era una sacerdotisa llamada Mathilda

- Es noble que quieras ser un aventurero para hacer un mundo mejor, lo que no debes hacer es alimentar tu corazón de odio y deseo de venganza

- M-madre Mathilda.. ¿Cuando volvió de su peregrinaje?

- Hace poco, alrededor de dos dias, el desierto de Sograt es un lugar sumamente árido, pero logró esclarecer mi mente

- Ya veo..

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