Cuando __ ingresa a la UA y conoce a cierto chico bicolor.
Empieza un debate entre sus sentimientos, ir con el bicolor que tiene dinero y te trata como dama o el chico explosivo que es dulce contigo de vez en cuando, por decir que casi no lo demuest...
El primer día de clases en la nueva academia fue intenso, habían muchas caras nuevas y el ruido me ponía nerviosa. Lo primero que note en el salón fue a ciertos cabellos bicolores y ojos heterocromaticos, sentí como mis mejillas se pintaban de carmín cuando nuestros ojos conectaron por primera vez. Sus ojos, eran tristes les faltaba brillo.
No se cuanto tiempo pase mirándolo, hubiera podido estar así para siempre aunque un montón de chicas me empezaron a abrumar con preguntas
-¡Qué lindaa! - Grito una pelirosa- es la primera vez que veo unas alas tan de cerca, mucho gusto, me llamó Mina
Ella estiro su mano hacia mi, con delicadeza la estreché y quería responderle pero como era costumbre mi voz no salió , tomé su mano y escribí mi nombre en ella, al parecer eso llamó la atención de otras personas. Me sentí muy abrumada quería salir, me aparte de ellas y me senté en la primera silla que ví vacía, traté de controlar mi pulso respirando lentamente mientras miraba hacia el suelo. Poco a poco mi cuerpo se tranquilizó de nuevo, esta vez si voltee para saber a quien tenía a lado
Mierda,mi subconsciente me volvió a traicionar
Allí estaba sentada al lado de aquel chico tan particular, me miraba con una cara lastimera, el también tenía una cicatriz, cubría una parte muy grande de su rostro, otra vez mis mejillas se tornaron de color carmín al ser pillada observándolo sin su consentimiento, por vergüenza me mude a la silla de al lado que se encontraba sola, mire pacientemente a la ventana mientras veía los cerezos caer con delicadeza como si de una danza se tratase, mi alrededor se enmudeció y lis sentidos se enfocaron en la dulce melodía del viento y el bailar de los árboles.
- Muy bien, siéntense- hablo un hombre demacrado y ojeroso- Siéntense y prestenme atención
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Tercer lugar en la tabla de puntuación , nada mal, el entrenamiento de mi padre si que había servido. Me sentí satisfecha pero, había algo, una sensación de pesadez que se formaba en mi nuca, sentía una mirada, pero cada vez que volteaba solo veía esos ojos carmín viéndome, parecía herido, sus ojos parecían tratar de decirme algo pero su atención fue robada con el pasar de el heterocromático.
El se veía exhausto venía en mi dirección, por inercia voltee en la dirección contraria y seguí la voz de Aizawa, que estaba al parecer diciendo algo importante aunque , no le preste demasiada atención
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