Siento que mi amor estorba, y yo no sé amarlo de otra forma. No hay días tan tristes para mí desde que él está en mi vida. Por muy duras que sean las circunstancias o momentos que estemos pasando, o lo fuerte que nos pegue la vida, siempre me siento afortunada de que él sea mi apoyo y yo el suyo, de que él sea el árbol que me da sombra, la manta que me quita el frío y la almohada en la que desahogarme.
Si él y yo estamos bien, todo lo demás puede ir mejorando.
No hay un solo día, desde que lo conozco, que no piense en él antes de cerrar los ojos para ir a dormir. Es mi primer pensamiento en la mañana: ¿habrá dormido bien?, ¿cómo se habrá levantado?
Desde que lo conozco, no recuerdo haber pasado un invierno tan frío, un frío tan intenso, un invierno largo.
Desde que lo conozco, las noches al otro lado de la cama pasan sin apenas darme cuenta, mientras que las noches con la cama vacía se me hacen eternas.
En este texto no hay nada que no haya dicho alguien completamente enamorado, no hay nada que otro poeta no haya escrito, ni nada que no se haya escuchado ya en una canción. Soy repetitiva, ya lo sé.
Ojalá pudieras conocerlo, tiene la risa más melódica que he escuchado. Sus ojos son los más hipnotizantes en los que me he perdido.
No podrías. Si lo conocieras, no podrías no quererlo.
Sus manos siempre me tocan. El tacto rugoso de ellas me hace pensar que son reales, que llevan mucho sufrimiento detrás. Pero, aun así, me tocan, me acarician, diciéndome que me deje llevar porque voy a estar bien.
Hay una cosa que odio de todo esto: amarlo me duele. Amarlo me hace recordar que somos mortales. Amarlo me hace pensar que un día no estará. Amarlo tanto me recuerda todo lo que podría perder.
Esa risa, esos ojos, esas manos, él... Cada día es una cuenta atrás, más cerca de perderlo, más lejos de volver a conocerlo.
El único alivio de mi alma sería verlo crecer, vernos crecer, amarnos, compartir hasta que, inevitablemente, el paso de los años haga de las suyas.
El único alivio de mi alma es su amor. Esa será mi paz.
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Amarlo
Short StoryNo hay nada que no haya dicho alguien completamente enamorado, no hay nada que otro poeta no haya escrito, ni nada que no se haya escuchado ya en una canción.