capitulo 3

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**Capítulo 3: El Despertar del Poder**

El sol apenas asomaba por el horizonte cuando Issei se levantó temprano, listo para lo que Kyojuro había llamado "el verdadero entrenamiento". La mansión estaba tranquila, solo el canto de los pájaros y el leve susurro del viento rompían el silencio de la mañana. Issei estaba nervioso, pero su determinación lo impulsaba a seguir adelante. Sabía que no podía defraudar a su tío ni a Kyojuro, pero, más importante aún, no podía fallarse a sí mismo.

Al llegar al patio, encontró a Kyojuro esperándolo. Esta vez no estaba solo; su padre, Shinjiru Rengoku, estaba allí también, observando desde las sombras. Issei sentía el peso de su mirada, pero intentó no mostrar signos de nerviosismo.

- Hoy es el día, Issei. - Kyojuro comenzó con una sonrisa, pero su tono era más serio que de costumbre. - Hoy enfrentaremos tu primera prueba real como cazador en entrenamiento.

- ¿Prueba real? - Issei preguntó, levantando una ceja.

Shinjiru dio un paso adelante, su expresión severa como siempre. - Es hora de que pongas en práctica todo lo que has aprendido estos días. No es solo un ejercicio físico o mental, esta vez enfrentarás a un verdadero demonio.

El corazón de Issei se detuvo por un momento. ¿Un demonio? Había oído hablar de ellos, pero jamás había visto uno en persona, y ahora, sin siquiera estar seguro de sus propias habilidades, tendría que enfrentarse a uno.

- No te preocupes, - continuó Kyojuro. - Estaremos contigo, pero debes demostrar que puedes manejarte solo en combate. Un cazador de demonios debe ser autosuficiente. Es la única forma de sobrevivir.

Issei asintió lentamente, tragando su miedo. Había decidido seguir adelante con esto, y no había marcha atrás.

Kyojuro se adelantó, liderando el camino hacia el bosque que rodeaba la mansión. Issei lo siguió, con Shinjiru caminando detrás, vigilando en silencio. El aire en el bosque era más denso, y la luz del sol apenas penetraba a través de las ramas. A medida que avanzaban, Issei sentía cómo el ambiente cambiaba, haciéndose más oscuro y opresivo. El sudor comenzaba a perlar su frente, no solo por el esfuerzo físico, sino también por la creciente sensación de peligro.

Después de caminar durante lo que parecieron horas, Kyojuro se detuvo en un claro del bosque.

- Aquí es donde se ha reportado la actividad de un demonio - dijo Kyojuro en voz baja, mientras sus ojos escaneaban el área. - Mantén la guardia alta, Issei. Los demonios no son criaturas que puedas subestimar.

Issei asintió, ajustando la empuñadura de la espada de práctica que le habían dado. Su respiración era controlada, tal como había practicado, pero no podía evitar sentir la tensión en el ambiente.

De repente, un ruido crujiente resonó entre los árboles. Issei giró la cabeza hacia la fuente del sonido, su corazón latiendo con fuerza. Una figura emergió de las sombras. Era alta, delgada y tenía piel pálida como la luna. Sus ojos eran rojos, brillando con malicia, y una sonrisa macabra se dibujaba en su rostro.

- Vaya, vaya... - siseó el demonio mientras avanzaba lentamente hacia ellos. - ¿Un grupo de cazadores nuevos? ¡Qué festín!

Kyojuro dio un paso adelante, colocando una mano en el hombro de Issei. - Recuerda lo que te enseñé. Controla tu respiración. No dejes que el miedo te controle.

Issei asintió, aferrándose a las palabras de Kyojuro. Respiró profundamente, tratando de calmar su mente. Mientras lo hacía, sentía cómo su cuerpo comenzaba a responder, el flujo de energía aumentando con cada inhalación controlada.

El demonio avanzó con rapidez, lanzándose hacia Issei con sus garras extendidas. Era más rápido de lo que esperaba. Apenas tuvo tiempo de levantar su espada para bloquear el ataque, y aunque lo hizo, el impacto lo lanzó varios metros hacia atrás, rodando por el suelo.

- ¡No bajes la guardia, Issei! - gritó Kyojuro, listo para intervenir si las cosas se salían de control.

Issei se levantó rápidamente, su cuerpo temblando por el impacto, pero su respiración seguía controlada. *No puedo fallar aquí*, se repetía mentalmente. Sabía que esta era su única oportunidad para demostrar su valía.

El demonio volvió a atacar, esta vez con aún más velocidad. Issei retrocedió, esquivando las garras por poco, y luego intentó contraatacar. Pero su espada de práctica apenas rozó la piel del demonio, lo cual solo lo hizo reír más.

- ¡Eres débil, humano! - se burló el demonio mientras lanzaba otro ataque.

Issei sintió que el miedo comenzaba a apoderarse de él. El demonio era demasiado fuerte, demasiado rápido. Pero en ese momento, las palabras de Kyojuro resonaron en su mente: *controla tu respiración*.

De repente, todo se volvió más claro. Issei inhaló profundamente, sintiendo cómo su cuerpo respondía a esa técnica que había practicado durante días. Su mente se enfocó, y su visión se volvió más nítida. Pudo ver los movimientos del demonio antes de que ocurrieran, anticipando el siguiente ataque.

Cuando el demonio se lanzó una vez más, Issei esquivó con una agilidad que no había tenido antes. Y esta vez, su contraataque fue certero. La espada de práctica impactó en el brazo del demonio, rompiendo el hueso con un crujido que resonó en el claro.

El demonio gritó de dolor y retrocedió, sorprendido.

- ¿Cómo es posible...? - siseó el demonio, mirando a Issei con odio.

Kyojuro sonrió desde la distancia. - Muy bien, Issei. Sigue así. No bajes la guardia.

El demonio, enfurecido por el dolor, atacó nuevamente, pero esta vez Issei estaba preparado. Con cada golpe, controlaba su respiración, manteniéndose calmado y enfocado. Finalmente, cuando el demonio lanzó su ataque más fuerte, Issei lo esquivó con gracia y golpeó con toda su fuerza, destrozando el cráneo del monstruo.

El cuerpo del demonio cayó al suelo, inmóvil.

Issei jadeaba, su cuerpo temblando por el esfuerzo. Pero lo había logrado. Había derrotado a su primer demonio.

Kyojuro se acercó, poniendo una mano en su hombro. - Estoy orgulloso de ti, Issei. Hoy has demostrado que tienes lo necesario para ser un cazador de demonios.

Shinjiru, que había estado observando en silencio, asintió con aprobación. - Eres fuerte, Issei, pero no te confíes. Este fue solo el primer paso. Los verdaderos desafíos aún están por venir.

Issei miró el cuerpo del demonio y luego a sus manos. Había superado su primera prueba, pero sabía que el camino por delante sería aún más difícil. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, sintió que podía enfrentarlo.

- Estoy listo, - dijo Issei con determinación. - Estoy listo para convertirme en un cazador de demonios.

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